El sueño de ver a Taylor Swift sobre un escenario costarricense, por ahora, parece lejano. La cantante estadounidense tiene llena su agenda de conciertos hasta finales del 2024.
Ante ello, los fans ticos de la afamada artista tenían dos opciones: buscar tiquetes para los shows fuera de Costa Rica, pero las posibilidades de encontrar un boleto eran mínimas, pues se agotan en cuestión de minutos en todo lugar que se presenta.
La segunda opción era comprar una entrada para disfrutar The Eras Tour en el cine, pues la diva optó por llevar hasta la pantalla grande la grabación de uno de sus shows de su actual gira.
Esta era la alternativa más viable, tomando en cuenta que Mundo Cine trajo a Costa Rica y Centroamérica la cinta para exhibirla en los cines desde este viernes 13, hasta el domingo 15 de octubre (y por tres fines de semana más).
Y es que esta era la oportunidad perfecta para intercambiar pulseras de colores, ponerse coronas y bandas, camisas con el rostro de la cantante, dibujos con pintura en el rostro y outfits llenos de brillos, tal y como ha ocurrido en la gira de Taylor en Estados Unidos y México.
Taylor Swift, la del cine
Faltaba todavía una hora para que la película se proyectara, sin embargo, el lobby del cine ya estaba lleno de fanáticas, en su gran mayoría mujeres, quienes intercambiaban anillos y pulseras, mientras hablaban de sus atuendos.
No se conocían, pero ahí estaban los Swifties, como se hacen llamar los fanáticos de la cantante, conversando como si fueran amigos de toda la vida.
De repente ya eran las 6 p. m. Y la función estaba por comenzar. La emoción era evidente y ya no había más tiempo para intercambios, ni mostrar los posters que cargaban.
Había niñas, jóvenes y adultos. Unas sostenían su bote de palomitas y su vaso de refresco alusivo a la cantante, mientras que otras caminaban apresuradas dentro de la sala buscando sus asientos.
“Me llamo Taylor. Nací en 1989″, comenzó a escucharse en la sala y los gritos ensordecedores se mantuvieron a lo largo de las tres horas que dura la película.
El filme es la grabación de uno de los conciertos que la rubia dio en California hace unos meses. Y los ticos, a miles de kilómetros de distancia, lo vivieron como si estuvieran allí.
Es que era demasiada la euforia, tal cual un concierto: brincaban, gritaban, coreaban, volvían a gritar, se abrazaban con la persona que estaba al lado y nuevamente a desgalillarse.
Eso sí, al principio el público estaba un poco tímido y cantaba desde su asiento... pero entonces comenzó Love Story, uno de los primeros grandes éxitos de la intérprete estadounidense. En ese momento la locura se desató.
Primero una aficionada se levantó de su butaca y comenzó a cantar, se le sumó otra, y luego otra y otra más. A la mitad de la canción ya casi todo el público que cantaba de pie.
“Te amo, Taylor”, gritó alguien.
Desde ese punto se vivió como un verdadero concierto: Todo lo que la cantante decía, los fans lo aplaudían y lo gritaban. Por ejemplo, cuando sonó You Need to Calm Down, Taylor le pedía a sus fans que levantaran las manos y en la sala de cine tica, se le tenía que hacer caso y así, los brazos se movían de un lado a otro, perfectamente coordinados.
Y entonces volvió un momento eufórico: Taylor comenzó a interpretar All Too Well y las fans corrían por la sala para acomodarse a un lado de los asientos para cantar a todo pulmón, como si no hubiese un mañana, la canción de 10 minutos.
Más tarde, cuando la artista comenzó a interpretar Marjorie los fans encendieron las luces de su celular y los movían de un lado a otro. Y cuando terminó, siguió el espectáculo.
“¿Cuál es esa?”, se escucha que alguien pregunta con curiosidad al no saber el nombre de la canción.
“August”, le contestan en coro.
El show incluyó casi todas las canciones que forman parte de The Eras Tour, sin embargo, se omiten unas cuantas, como Archer y Cardigan. Aunque posiblemente muchos fans ni se percataron de eso, pues salieron de la sala satisfechos, sonriendo y todavía cantando.
La cereza del pastel, para los fans, fue salir del cine y tomarse una fotografía con el póster de la cantante afuera de la sala.