Un grupo de turistas que se encontraba visitando la ciudad de Los Ángeles fue escogido para sorprender a los famosos que asistieron a la gala número 89 de los premios Óscar. El conductor de la noche, Jimmy Kimmel, anunció a los presentes que habían unas personas que estaban recorriendo el lugar y que ingresarían a la sala, sin saber que allí estarían sus estrellas favoritas.
Fue así como se abrió una puerta por la que ingresaron estas personas, quienes no podían creer lo que estaba sucediendo. Sin embargo, fueron ellos mismos quienes sorprendieron a las estrellas de Hollywood, pues les pidieron compartir con ellos sus estatuillas doradas y hasta Denzel Washington "casó" a una pareja, complaciendo a su fanática.
He aquí el divertido momento: