Viendo pasar el tiempo, en el pleno y agitado centro de la capital, la fachada del que fuera el histórico Cine Variedades dejaría pronto de ser solo un adorno en las calles josefinas.
Fernando Rodríguez, director del Centro de Cine, dijo a Viva que la construcción de la soñada Cinemateca Nacional es un proceso “irreversible” y que la primera piedra del inmueble se colocaría antes de que concluya la administración Solís Rivera.
El jerarca detalló el estado actual del Variedades, adelantó detalles del diseño y costo de la Cinemateca y explicó los procesos que faltan para iniciar su construcción y posterior gestión.
En el 2015 existían denuncias que el cine Variedades olía a orines y que no había quién lo limpiara. También se hablaba de un estudio de vulnerabilidad sísmica y del visto bueno de Patrimonio para una posible construcción. Después de dos años y medio, ¿cómo han caminado estos procesos?
Lo primero que hay que decir que el Variedades está ahí a la espera de la construcción de la Cinemateca. En este momento, el lugar tiene un conserje y dos puestos de seguridad que velan por su mantenimiento.
Un día llamé al Centro de Cine y un funcionario me dijo esto: “el cine Variedades está en ruinas”. ¿Usted qué opina de eso?
El lugar tiene un serio problema de estructura, pero de ahí a decir que está ruinoso, es mentira. Para nada: el lugar tiene mantenimiento.
¿Se hizo el estudio de vulnerabilidad sísmica? ¿Qué resultados arrojó?
El estudio es del 2015 y recomendó que no se hiciera ninguna actividad más en el Variedades, pues se corría el peligro que las estructuras del segundo piso se desmoronaran. Esa parte está hecha de madera y está comida de comején. Eso puede poner en riesgo la seguridad humana y por eso la recomendación. Sin embargo, todo lo demás se conserva bien.
Entonces, ¿cómo va el proceso de la Cinemateca Nacional? ¿En qué parte del camino va?
No voy a adelantar mucho porque en un mes espero hacer una conferencia de prensa. En ella vamos a presentar, con imágenes, la propuesta del diseño de la Cinemateca.
”Pero grosso modo , hemos trabajado en movilizar todo el aparato administrativo para poder tener, lo más pronto posible, la puesta en valor del Variedades. ¿Qué es la puesta en valor? Es mantener la parte arquitectónica del inmueble y que además sirva para el objetivo que fue comprado, que es la Cinemateca nacional”.
¿Y cómo esa “movilización”? ¿En qué consiste?
Hemos iniciado dos procesos paralelos. Se contrató a una empresa para que hiciera todo el diseño y anteproyecto del proyecto de la Cinemateca.
”En este momento ya está listo el anteproyecto y finalmente ya llegó la resolución de Patrimonio diciendo que el diseño propuesto no está violentando ninguna norma internacional y dio su aprobación. Eso quiere decir que el próximo paso es continuar con los planos constructivos y la licitación del proyecto.
¿Qué contempla ese diseño? Según el anteproyecto, la Cinemateca tendrá tres salas y 576 butacas. Además espacios de confitería, cafetería, librería y biblioteca. En general, será un espacio de remozamiento de esa zona a nivel cultural. Será un centro cultural.
¿Qué concepto arquitectónico maneja ese diseño?
La estética maneja un concepto muy interesante, que espero mostrarlo luego visualmente. Es como una entrada desde el pasado, que empieza con la fachada patrimonial antigua, hacia el futuro, que es la parte que sí podemos modificar.
”El futuro será como una pantalla grande dónde se pueden proyectar imágenes y ver cine al aire libre. Además, desde la luz interior del edificio, se podrá ver a la gente donde pasa por sus pasillos e interactúa en los talleres.
Para estos efectos se expropió un lote baldío contiguo al lugar. ¿Es así?
Así es, se hizo una gestión de expropiación de un lote que originalmente se utilizaba de parqueo y que daba a la avenida primera. Es un lote de 400 metros cuadrados, que obviamente se adquirió para ampliar la Cinemateca. Ya ese lote fue expropiado.
¿Cuánto costó el lote?
Para actualizar el dato el lote costó cerca de $1 millón. Sumando lo del Cine Variedades, que costó casi mil millones, sumaríamos unos $3 millones por todo.
A ese monto hay que sumarle el costo de la construcción y también el equipamiento...
Sí, la construcción en su primera etapa puede rondar unos ¢1.600 millones. Ya eso está reservado y listo para los efectos.
“Tenemos un proyecto de equipamiento ya avanzado, pero no podemos reservar la plata ahora pues este proceso debe comenzar en un proceso posterior a la construcción. Son más de ¢1.500 millones en equipo.
Aprobado el anteproyecto dice usted que el próximo paso son los planos constructivos. ¿Para cuándo estarán listos?
Esperamos que los planos y las especificaciones técnicas estén listos en unos cuatro meses.
Y la construcción, ¿cuándo empezaría?
Eso es otra historia, pues existen procedimientos administrativos y estamos buscando el más expedito. Una posibilidad es buscar un ente que administre la obra, pues sabemos que un proceso administrativo normal puede tardar de nueve meses a un año.
Pero entonces ¿Cuándo empezaría la obra? ¿Cuándo se pondría la primera piedra?
Al terminar esta administración (Solís Rivera) se estaría iniciando la construcción, sea cual sea el procedimiento que se elija.
”Es es la esperanza. Para eso estamos trabajando, aunque uno sabe que estas cosas son un volubles”.
Si no comienza a construirse antes de que concluya el gobierno de Solís, ¿no le preocupa que llegue la próxima administración y se entraben las cosas?
No, porque sino esta puesta la primera piedra, todo el procedimiento de la construcción ya va a estar muy encaminado. El procedimiento está muy avanzado y es casi irreversible.
Una cosa es la construcción de la Cinemateca y otra el proyecto de gestión. ¿Cómo va eso? ¿Ya existe un documento que explique cómo va a funcionar?
Podría existir un documento en cualquier momento, pero lo más importantes es que a lo interno del Centro de Cine ya se han generado las competencias para empezar a manejar la Cinemateca.
¿Se refiere a la experiencia asumida por Preámbulo?
Preámbulo ya tiene casi dos años y es una experiencia piloto que consolidamos. La sala la llenamos casi siempre, en todas las funciones.
”En ese sentido estamos gestionando público y nos va bien. Además hemos consolidado procesos de programación, pago de derechos y contactos con varias distribuidoras del mundo, de distintas filmografías.
“Además, estamos trascendiendo con Preámbulo Giras , replicando la programación en alianza con bibliotecas públicas. También tenemos un convenio de consultorías con la Cinemateca francesa y vamos a iniciar un proyecto de educación de futuros públicos, trayendo a ver cine a escolares y colegiales para educarlos en el lenguaje fílmico. En resumen estamos generando un músculo que nos va a permitir, aún sin documento, saber lo que vamos a hacer cuando llegue la Cinemateca”.
Pero insisto, ¿cuándo va a estar en papel ese proyecto? ¿Qué pasa si llega otra administración y no existe esta guía?
Sí va a existir documento, lo que quiero decir es que es más importante el establecimiento de las competencias a lo interno.
Bien, pero insisto, ¿cuándo estará listo el documento?
Dejémoslo que para el 2018. Espero que en el momento que se esté poniendo la primera piedra ya exista un documento de gestión de la Cinemateca.
”Su preocupación al respecto es válida, pero en los zapatos de la administración debo decir que el documento será la traslación de lo que ya hacemos en la práctica. Además, antes se deben gestionar unas consultorías más, como la que tenemos en curso en cuanto a procedimientos internos”.