La película Relatos salvajes , u na comedia brutal, sádicamente genuina y que nutre sus descaradas tramas con un reparto de lujo , lleva la nominación al Óscar impregnada hasta en la cola de sus créditos.
Protagonizada por Ricardo Darín ( El secreto de sus ojos ) –piedra de las cintas argentinas que aspiran a algo más que un puñado dólares en la taquilla–, Relatos salvajes sobresale un millón de veces entre las 83 películas candidatas que aspiran a la estatuilla de mejor película extrajera.
Es una producción “desinhibida y feroz. Una película de una negrura luminosa. Quizá cegadora”, escribió, seducido, Luis Martínez, crítico del diario El Mundo.
La cinta de Damián Szifrón –tercera película de su autoría y que se estrena mañana en Costa Rica–, consta de seis episodios que alternan la intriga, la comedia y la violencia.
Los personajes de cada historia “se verán empujados hacia el abismo y hacia el innegable placer de perder el control, cruzando la delgada línea que separa lo civilizado de la brutalidad”, dice la sinopsis del nuevo largometraje.
Se trata de relatos cortos en los que Szifrón retrata situaciones límite al que se ven expuestos ciudadanos normales, como usted y como yo, con reacciones exageradas, dramáticas y hasta criminales: de ahí su loco y descarnado gancho.
La nueva película toma como modelo Cuentos asombrosos , serie de televisión creada y producida por Steven Spielberg que se transmitió entre 1985 y 1987 en la televisión estadounidense. A pesar de que fue una serie de poco éxito para la NBC y se canceló tras dos temporadas, Szifrón le vio un potencial tremendo al esquema que utilizaba y elevó su estilo a estándares que hechizan, seducen e impresionan.
El País , de España, publicó que Relatos salvajes es un filme “insólito, inteligente y mordaz, que siempre te inquieta... pero que además te hace reír”. Se trata de una fórmula casi infalible, que ya comenzó a dar sus resultados inesperados en la taquilla argentina.
Apenas en sus primeras semanas en los cines argentinos, más de 2,6 millones de espectadores fueron a ver la película y ha recaudado $5,5 millones. Todos creen que romperá récords históricos en su patria y que en el extranjero hará fiesta.
“Nos esperábamos un gran éxito, pero esto ha desbordado completamente lo que esperábamos”, asegura a Hugo Sigman, productor del filme. Según él, en la historia del cine argentino, solo hay “siete u ocho películas” que han arrastrado 1,8 millones de espectadores en dos semanas.
Además del éxito económico de la película, lo que más satisface a Sigman es que la película “se haya transformado en un motivo de discusión en redes sociales, en conversaciones de la sociedad argentina”. Además son secuencias que, sin duda, se podrían extrapolar a varios países de Latinoamérica.
Aunque Relatos salvajes es pura comedia, las risas salen de un contexto concreto: el de la crisis económica y el de la complicada situación social en Argentina.
“Su título no miente... Un respuesta maliciosamente directa a una cultura de inevitable corrupción, desigualdad social y económica e injusticia”, sentenció David Rooney, de la revista The Hollywood Reporter.
La cinta pone en imágenes cómo, en un momento dado y sometidos a una gran tensión, todos podemos explotar. Es allí donde la violencia entra en juego.
“Yo mismo le temo a mi propia violencia, porque cuando me he sentido así, no me gusta lo que he visto”, reconoció Darín al canal web tuteve.tv.
Relatos salvajes está llena de valores cinematográficos que se reflejan en el montaje, la música y los actores, pero lo más destacado es que cada una de las historias “te lanza a una montaña rusa emocional y te agita con historias humanas”, resalta Agustín Almodóvar, coproductor del filme.
Desde Cannes. Mezclando un guion milimétrico con interpretaciones de altura, el filme participó en la sección oficial del pasado Festival de Cannes, donde tuvo una magnífica recepción.
Ante los ojos del mundo entero, el trabajo de Darín y el de los actores Leonardo Sbaraglia, Darío Grandinetti, María Marull, Erica Rivas, Julieta Zylberberg y Óscar Martínez quedaron por las nubes.
Además, el paso por el festival permitió que la película se vendiera a prácticamente todo el mundo.
“Nuestros distribuidor internacional nos dijo que nunca en su vida había tenido filas de exhibidores tratando de comprar la película”, dijo Sigman.
Vendida a Francia, toda Latinoamérica, Estados Unidos y Australia, el filme dejó una grata impresión en el Festival de Cine de Toronto y en San Sebastián se alzó con el premio del público.
¿Cómo no los iba a seducir? Si el filme trata temas que tocan la realidad de todo el mundo: el abuso del poder, la crisis o las relaciones personales. Aunque ya en el papel era un proyecto muy atractivo, la película se ha expresado por sí misma y ha demostrado “que es potente y adrenalínica”, como bien lo dice Sigman.