Venecia. AFP. La directora argentina Lucrecia Martel, presidenta del jurado de Festival de Cine de Venecia, reconoció este miércoles que “le incomoda” la participación del cineasta Roman Polanski, acusado de violación en Estados Unidos.
“La presencia de Polanski con noticias del pasado me resultó muy incómoda”, aseguró la directora en la conferencia de prensa inaugural del certamen.
“No voy a asistir a la gala de Polanski porque represento a muchas mujeres que estamos luchando en Argentina por cuestiones como ésta, no deseo ponerme de pie y aplaudir”, declaró Martel, autora de cuatro largometrajes, entre ellos La Ciénaga (2001) y Zama (2017) y considerada entre las mejores directoras de cine en activo del mundo.
LEA MÁS: Academia de Hollywood ratifica expulsión de Roman Polansky
La invitación a Roman Polanski, en concurso con J’accuse -película sobre un escándalo antisemítico en Francia entre 1894 y 1906-, ha generado polémicas por la condena al realizador por violación sexual en Estados Unidos, en los años 70.
Por su parte, la oficina de prensa de Polanski confirmó a la AFP que el cineasta no asistirá en Venecia al estreno de su filme y que tampoco ofrecerá una conferencia de prensa telefónica.
Consultada sobre si debió negarse la participación a Polanski, Martel contestó: “He visto que la víctima considera el caso cerrado, no niega los hechos sino que cree que Polanski ha cumplido lo que su familia y ella habían pedido”.
"Si la víctima se ve resarcida, ¿qué vamos a hacer nosotros?, ¿ajusticiarle, negarle estar en el festival, ponerle fuera de competición para proteger el festival? Son conversaciones pendientes de nuestro tiempo. Sacar o meter a Polanski nos obliga a conversar, no es algo sencillo de resolver", explicó al abrir de hecho un debate pendiente sobre uno de los temas que afectan el mundo de cine.
Por otro lado, agregó Martel, “no separo la obra del hombre, pero creo que su obra merece una oportunidad por las reflexiones que plantea”.
Por su parte, el director del festival, Alberto Barbera, defendió la inclusión de la última película de Polanski al considerarla una “obra maestra”, una reconstrucción “extraordinaria” de un evento histórico.
LEA MÁS: Roman Polansky, la semilla del diablo
“No soy un juez al que le piden expresarse con base en criterios y principios de la justicia si debe ir o no a la cárcel por lo que ha cometido. Yo soy un crítico de cine que debe decidir si un filme merece o no participar en una competición. Eso es lo que he hecho. Mi labor se acaba ahí”, afirmó.
Antes tales hechos, varios movimientos feministas han protestado con fuerza, no solo por Polanski, sino también por la escasa selección de filmes dirigidos por mujeres, ya que sólo dos figuran en la competición.