Romper el círculo, libro de la estadounidense Colleen Hoover, es un best-seller alabado por la poderosa historia que narra y el abordaje que hace de la violencia doméstica. Sin embargo, su adaptación al cine, estrenada recientemente, está siendo señalada por, aparentemente, tomarse muy a la ligera la problemática social de fondo.
De manera más fuerte, las críticas van dirigidas a Blake Lively, protagonista del filme. La actriz ha aprovechado las giras promocionales para hacer publicidad de su marca de productos para el cabello. También, como parte de la estrategia publicitaria, se han lanzado cocteles alusivos a la cinta, uno de ellos llamado Ryle You Wait. Esto ha causado indignación, pues Ryle es el nombre de un personaje que agrede físicamente a Lily Bloom (Lively).
Pero, ¿tienen sustento estas acusaciones? La Nación le consultó a Melanie Portillo, psicóloga con enfoque de género y derechos humanos, sobre esta situación. Portillo hizo énfasis en lo grave que resulta la violencia contra la mujer, la cual es un problema de salud pública.
Además, recordó que, según estimaciones de la Organización Mundial de la Salud (OMS), una de cada tres mujeres (alrededor de un 35% a nivel mundial) ha sido víctima de violencia física y/o sexual por parte de su pareja o violencia sexual por parte de terceros en algún momento de su vida.
Respecto a cómo se muestra la violencia doméstica en pantalla grande, la profesional en psicología considera que sí es muy apegada a cómo se siente ser una víctima en la vida real. Además, enfatizó que el hecho de visibilizar una historia en específico es positivo y no por esto quiere decir que se busque englobar la experiencia de todas las mujeres.
“Cinematográficamente puede parecer que la violencia se romantiza o normaliza, sin embargo, va más allá, entra en juego el ciclo de violencia del agresor, la desesperanza aprendida, la falta de redes de apoyo, los estilos de crianza, el amor romántico y como este distorsiona la realidad convirtiendo el amor en sufrimiento y promesas falsas de cambio. La película nos da una pincelada de cómo las mujeres atraviesan su proceso hacia la vida libre de violencia y la recuperación emocional”, explicó.
“La decisión de perdonar, va a depender de cada una de las mujeres, la decisión de rehacer su vida también, no podemos juzgar desde el privilegio, la atención en violencia se basa en no juzgar, en acompañar, en transitar ese proceso tan doloroso y convertirlo en herramientas para liberarse”, añadió.
Eso sí, Portillo aseveró que cuando un medio masivo como el cine se utiliza para tratar de promover un mensaje de conciencia, no solo basta con lo que se muestra en pantalla. De acuerdo con la especialista, es necesario mantener la congruencia y visibilizar campañas de atención a víctimas y sobrevivientes de violencia.
“Me parece que no se está promocionando la concientización de la violencia y su impacto. Además, se siguen reproduciendo roles de género por medio de la publicidad a productos de belleza (la marca de Blake Lively)”, declaró.
Además, cree que aunque el abordaje de la película funciona para sensibilizar a las audiencias sobre la realidad que viven muchas mujeres en el mundo, le hizo falta mostrar las herramientas disponibles para encontrar auxilio y justicia ante la violencia.
“Hubiera sido muy útil el presentar vías de denuncia, consecuencias para el agresor y medidas de protección que aseguren la seguridad de la víctima y su hija. También es importante que las mujeres tomen conciencia de que la violencia es un delito y la película no le brinda la importancia que debería. Les decimos a las mujeres que se vayan a la primera, pero no les brindamos herramientas para empoderarse y facilitarles recursos de apoyo”, comentó Portillo.
Críticas contra Blake Lively
Blake Lively ha recibido muchas críticas por su posicionamiento con el tema de fondo del filme. Por ejemplo, cuando participó en un programa llamado Jake Take’s, el conductor le consultó sobre cómo sería la manera adecuada para que las personas que se vean identificadas con la historia conversen con ella.
“Pidiendo mi dirección o mi número telefónico. O simplemente podría pedir que comparta la ubicación y entonces podríamos... (risas) Soy virgo (signo zodiacal), entonces ¿hablamos de detalles logísticos o a nivel emocional?”, dijo la actriz de 36 años, en una respuesta que es tachada de insensible para arriba.
Ante esto, una usuaria de Tik Tok comentó: “Solo debió decir: ‘No soy la persona indicada, debes buscar ayuda real, psicológica y legal’. Pero no, en todas las entrevistas de la película habla así (sobre) mis uñas, mi vestido, mi pelo...”.
Otra mujer, en la misma red social, agregó: “Había mil maneras para responder, demostrando que entiende la seriedad de la temática”.