¿Somos los ticos “blancos” y tan solo una linda mezcla entre indígenas y españoles?
Un nuevo largometraje, que se estrenará el 22 de octubre en Costa Rica, se plantea desarmar dicha creencia popular. Se llama El mito blanco y fue grabado en locaciones de La Carpio, Limón, Peñas Blancas y Nicaragua.
El documental, dirigido por el cineasta nicaragüense Gabriel Serra, es un análisis sobre el fenómeno de la migración, la conformación de la identidad costarricense, la familia y el racismo.
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Serra, cineasta que fue nominado al Óscar por su cortometraje documental La Parka (2015), escudriña en su tesis por medio de la historia de tres familias con orígenes migratorios y realidades distintas, aunque unidas por años de invisibilización.
Nicaragüenses, afrodescendientes e indígenas son los protagonistas de estos relatos, quienes desde la intimidad de su cotidianidad y sus historias sobre migración e identidad nos confrontan con la realidad de El mito blanco.
El viaje narrativo que realiza Serra, quien ha vivido los últimos años en Costa Rica, lo hace también mediante un recorrido en tren, adentrándose en la profundidad de nuestro país.
“Al leer sobre la historia del tren, entendí dos cosas. La primera, que con la construcción del tren, a finales del siglo XIX, se dio el nacimiento de la identidad racial costarricense, ya que muchas personas de orígenes asiático, afroantillano y europeo emigraron a Costa Rica para trabajar en el tren”, explicó Serra mediante un comunicado de prensa.
“Lo segundo, fue que los políticos, científicos y élites de esa época tenían una política de diferenciación racial, privilegiando la migración de poblaciones europeas. Esto último marcó el devenir de su imaginario social y de una posición geopolítica frente a la región centroamericana”, agregó.
Muy personal.
Para Gabriel Serra, nicaragüense migrante en Costa Rica y de padre argentino, El mito blanco es un proyecto fílmico que lo atraviesa personalmente.
No es casualidad que El mito blanco se haya convertido en su primer largometraje.
“Entender, aceptar y reflexionar sobre mis orígenes me ha permitido conocer mejor sobre mi identidad. El sentido de pertenencia que uno tiene hacia una comunidad no está ligado al color de piel, sino a la conexión que existe con ese espacio, con sus tradiciones, entre muchas otras cosas”, expresó el cineasta.
Para el director, la población nicaragüense en Costa Rica es un espejo de otras poblaciones del mundo, las cuales son criminalizadas, oprimidas y víctimas del racismo y la xenofobia.
“Yo como nicaragüense y ciudadano del mundo, no puedo dejar pasar lo que viven mis coterráneos, así como las poblaciones indígenas y afrodescendientes, aunque goce de privilegios por ser mestizo”, añadió el cineasta.
“Me gustaría que podamos vivir en un mundo más justo para todos. Considero que los ciudadanos y los estados son responsables de que esto pueda ser posible”, finalizó.
Estreno en Costa Rica.
El mito blanco, que se filmó durante febrero y marzo del 2019, se estrenará el 22 de octubre en el cine Magaly.
Además de la premier –que se realizará a las 7 p. m.– la cinta tendrá varias funciones adicionales en La Salita, del mismo cine.
En La Salita, el documental se proyectará el viernes 23 de octubre (4:15 p. m.), el sábado 24 de octubre (12 m. d.) y el domingo 25 de octubre (5:30 p. m.), con un conversatorio sobre migración afrocaribeña.
El martes 27 de octubre, a las 7:10 p. m., se presentará el filme junto a un conversatorio sobre migración indígena y, finalmente, el miércoles 28 de octubre, a las 4:20 p. m.
Adicionalmente, en CCM de Plaza Mayor, se realizará una función especial. La proyección será el miércoles 28, a las 7:30 p. m., con un conversatorio sobre migración nicaragüense.
El mito blanco fue ganador de fondos como El Fauno (2017), del Centro Costarricense de Producción Cinematográfica de Costa Rica (Centro de Cine) y de Ibermedia, en la categoría de coproducción (2018).
La película es una producción conjunta entre Costa Rica (Betta Films), Nicaragua (Cinema Regional) y México (Ojo de Vaca).
La historia del Óscar.
Gabriel Serra es uno de los pocos centroamericanos en poder decir que ha visto el Óscar de cerca. En el 2015, su cortometraje documental La Parka estuvo nominado a la estatuilla dorada y todo Nicaragua comenzó a soñar con obtener el querido reconocimiento. La Parka es un documental que retrata la delicada relación entre la vida del ser humano y la muerte de los animales que consume, así como el vínculo entre los mexicanos y la ingesta de la carne de res. Al final, la cinta de Serra perdió la contienda, pero todo el mundo quedó esperando cuál sería el próximo trabajo del talentoso nicaragüense. El mito blanco, es ese esperado filme.