El 15 de enero del 2009, era un jueves invernal como cualquier otro en Nueva York. La temperatura alcanzaba los -6 grados centígrados y las 2:30 p. m. los pasajeros del vuelo 1549 de US Airways se preparaban para embarcar.
Su destino era Charlotte, Carolina del Norte.
Pocos minutos después, en un desenlace de película, los 150 personas que abordaron el famoso vuelo no estarían volando, sino ‘navegando’ en las aguas del río Hudson.
Sobre este suceso trata Sully (2016), la nueva cinta de Clint Eastwood que se estrena hoy en los cines ticos, precedida de excelentes críticas y un cierto aroma a Óscar.
Tom Hanks, por si fuera poco, es la estrella de la película.
“ Eastwood y sus colaboradores han hecho una de las mejores películas de aviación de la historia. Un logro impresionante”, proclamó The Wall Street Journal en sus páginas.
En la cinta, Hanks encarna a Chesley Sully Sullenberger, el capitán del avión A320 que evitó lo que parecía una tragedia segura.
La historia recuerda que Sullenberger elevó su aeronave a las 3:11 p. m. pero una situación inesperada cambió el rumbo de la travesía: una bandada de barnaclas canadienses impactó en los dos motores del avión y este comenzó a perder fuerza.
¿Qué debía hacer Sully? En sus manos y en su próxima decisión, estaba la vida de 155 personas.
Sullemberger, apoyado por su copiloto, decidió aterrizar la aeronave en el río Hudson y así se erigió su trono de héroe.
El milagro sobre el río, así le llamaron.
“Mi primer pensamiento, y creo que el de todos al ver un avión volando tan bajo en Nueva York, fue que se trataba de un ataque terrorista y que a continuación iban a morir miles de personas. Pero resultó que al final fue un gran día para Nueva York, gracias a Sullenberger y a la rapidez de los servicios de emergencia”, dijo Hanks al sitio e-cartelera.com.
Alegría y dolor. Pero contrario a los que muchos piensan no todo fue gloria para Sullemberg. Con Sully , precisamente, Eastwood consigue darle la vuelta a la historia y vira la trama hacia su lado más doloroso.
En esa línea, el guion explora el drama del piloto, que luego de ser alabado por las masas se ve to enfrentado una serie de férreos cuestionamientos.
En los últimos años varios expertos han intentado comprobar que Sullemberger pudo aterrizar en una pista, sin necesidad de arriesgar la vida de los pasajeros con un acuatizaje.
La insistencia con el tema afectó directamente su reputación y obligó a Sullenberger a hacer frente a multitud de entrevistas y juicios diversos para esclarecer lo ocurrido.
Tanto su vida personal, como profesional, quedaron marcadas para siempre.
“¿Cuánto tardaste en superar el shock del accidente y todo lo que se vino después?”, le preguntó Hanks a Sullenberger en el set de grabación.
“Te avisaré cuando eso ocurra. Aún estamos trabajando en ello”, respondió el piloto.
Partiendo de ese drama personal, Eastwood encontró inspiración para recrear la maniobra de vuelo, pero sobre todo encontró el impulso para ir más allá.
“Lo que me impresionó al leer el guión, fue que Sully fue un verdadero héroe americano, alguien que hizo lo correcto en el momento adecuado y se ajustó a los elementos que tenía que enfrentar”, dijo Eastwood en una entrevista proporcionada por la producción de la cinta.
“Además, el hecho de que algunas personas trataron de decir lo contrario demuestra que tuvo que superar muchas cosas que tal vez no había previsto”, agregó el laureado cineasta, que actualmente tiene 86 años.
Cómplice. Otro protagonista de Sully es Aaron Eckhart ( The Dark Knight ), quien acompaña a Hanks como el copiloto del recordado vuelo: Jeff Skiles.
Sin la colaboración de Skiles, según a declarado el propio Sully, la maniobra sobre el río Hudson quizá no hubiera resultado tan exitosa.
Skiles, al igual que Sully, también sufrió en carne propia el peso de las investigaciones y reveló al actor lo que sintió en el momento de la emergencia.
“Ambos tenían temor porque iban a perder su carrera, su pensión, su reputación, y no estaban seguros de que los dejarían volar otra vez. Perdieron peso, no podían dormir, tenían estrés postraumático”, explicó Eckhart, según reseñó la revista Cinepremiere.com
“Skiles me platicó todo lo que hicieron, lo que sintieron, los sonidos, los olores. Me dijo que todos los pasajeros escuchan el murmullo de los motores y la peor pesadilla de un piloto es no escucharlo. Lo que más recuerda es escuchar eso: silencio”, finalizó el actor, añadiendo que se esforzaron todo lo posible para transmitir esas emociones en el cine.
Sully se exhibirá en todos los cines del país, en formato tradicional 2D y Imax. Soló puede ser vista por mayores de 12 años.