Su ombligo quedó en El Salvador, pero su corazón le pertenece a la crudeza de la vida en México.
Tatiana Huezo es una de las documentalistas invitadas al Costa Rica Festival Internacional de Cine (CRFIC 2016), con su laureado largometraje Tempestad –presentado anoche en el Teatro de la Danza– y el cortometraje Ausencias , que se exhibirá este viernes en el Teatro 1887.
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Viva conversó con ella antes de la proyección de su filme. Este es un extracto de la entrevista.
¿Qué le apasiona del género documental?
La posibilidad de vivir muchas vidas, de poder meterme en la vida de otra persona y entender otra realidad distinta a la mía.
El punto de encuentro de sus trabajos hasta ahora es lo humano, los miedos, la impunidad, la injusticia. ¿Qué es lo que busca retratar?
Uno busca poder entrar en la vida de otro ser humano y entender sus sueños, sus pesadillas, sus dolores.
En el caso de Tempestad y de Ausencias, hay un tema en común, que es lo que significa para una familia tener un ser amado desaparecido. Hacer estos dos trabajos me obligó a posicionarme en los pies de muchas personas que están viviendo esa situación.
¿Como nació Tempestad ?
Una de las protagonistas (Miriam) es una amiga que conozco desde hace más de 20 años. Nos encontramos un año después de que salió de la cárcel, acusada de tráfico de personas y crimen organizado.
Estuvo en una cárcel en el norte de México muy violenta, donde vivió experiencias que marcaron su vida muy profundamente. Me afectó mucho ver a mi amiga con una herida incalculable.
Me confrontó a mi propia vulnerabilidad y a mi propio miedo. Creo que es algo que nos está sucediendo a todos en México ahorita.
Hay otra historia de una mujer con una hija desaparecida.
Yo quería que la voz de Miriam tuviera otra voz que la equilibrara y que la acompañara , porque Tempestad es un viaje de norte a sur .
Quería una segunda historia que nos dejara respirar y salir de este mundo oscuro que habita Miriam. La de Adela es una historia muy luminosa, aunque hay una pérdida tremenda. Es una mujer que desde hace años está buscando a su hija desaparecida y tiene una fuerza que nos inspira.
¿Y Ausencias ?
Es un proyecto al que me invitó la cineasta salvadoreña Marcela Zamora, que también está en el festival con la película Los ofendidos . Surge con la idea de hablar de los desaparecidos en Centroamérica y en México.
Llegó en un momento muy oportuno, porque está ya sumergida en la investigación de Tempestad y me pareció un proyecto de una urgencia absoluta.
Empecé una búsqueda de seis meses de una madre que tuviera a un hijo desaparecido. Encontré a Lourdes Herrera, que tenía mucha claridad para verbalizar los eventos que vivió cuando se llevaron a su niño de 8 años.
¿Cree que hasta ahora sus documentales han sido una herramienta política?
Sí, pero no han sido hechos desde ahí.
¿Alguna vez ha visto mermada la posibilidad de poder terminar o exhibir un documental.
Todavía no me ha pasado, pero ahora vamos a enfrentar una situación muy dura en México porque ha habido un recorte radical, desproporcionado, en los presupuestos que tienen que ver con creación cinematográfica.
¿Cree que detrás de ese recorte hay una intención de acallar a los cineastas que, como usted, se preocupan por reflejar ciertas realidades?
No sabría cómo posicionarme ante esa pregunta.
Llevo un año viajando. Tempestad se estrenó en febrero en la Berlinale y ha sido un largo camino de muchos festivales. Estoy empezando a intentar por dónde vienen los golpes con respecto a esa situación.