Esta es la historia de una película de $6 millones. Es una producción masiva: dos cámaras graban simultáneamente en película de 35 milímetros y en alta definición digital.
El extenuante plan de grabación se extiende hasta seis meses, mientras el director cambia idea tras idea.
El protagonista es un banquero explotado, un novio abnegado, un mejor amigo y, gracias a una línea famosa de una extra, el mejor cliente de una floristería. En un borrador desechado es, además, un vampiro.
Entre las cosas menos absurdas del guion hay escenas con amigos que juegan fútbol americano en un callejón, todos ellos vestidos de esmoquin.
En el corte final hay cucharas en todos los marcos de las fotos de la casa. Nadie sabe porqué.
Esta no es la historia de una película de Werner Herzog ni de Noah Baumbach.
The Room (2003) nunca se estrenó en cines ticos.
Estuvo, eso sí, poco tiempo en Los Ángeles de Estados Unidos. Pese a que recogió apenas $1.800 en taquilla, su creador la mantuvo en salas esperando una nominación a los premios Óscar. Nunca llegó.
Después de 14 años, con James Franco a la cabecera, la cinta The Disaster Artist presenta la historia del fracaso más exitoso del cine de este siglo.
La cinta se estrenará este jueves en salas del país.
Verla es una cosa pero disfrutarla es una tarea más exigente si no se entiende el chiste original: si no se vio The Room, si no se entiende que todo su propósito es ser un meme.
Malas ideas
Hay malas películas y hay mal cine. The Room pertenece con holgura a la primera categoría.
Su creador es Tommy Wiseau, alguien de quien apenas se sabe lo necesario y con eso basta y sobra para tres novelas.
Wiseau fue artista y mecenas de The Room. La escribió, la dirigió y la protagonizó para darse un papel a sí mismo y a su amigo Greg Sestero.
En 1998, llegaron juntos a Los Ángeles a buscar fortunas para sus talentos.
“La gente en los estudios siempre está muy ocupada para directores primerizos (...). No quería depender de que algún ejecutivo se interesara. Quería hacer una película y llevársela a la gente. Ellos deberían ser los que decidan si les gusta o no”, le dijo Wiseau a Hollywood Reporter en el 2003.
Según Wiseau, la producción de la película gastó $6 millones de su bolsillo en contratar alrededor de 400 personas y, además, el equipo de filmación digital y de rollo.
“Le tengo que dar el crédito a Tommy porque su historia extraña, su comportamiento y su particularidad fueron las cosas que crearon todo esto”, dijo James Franco, director y protagonista del homenaje, en entrevista con Vox.
The Room es un chiste que se hace más gracioso conforme uno lo cuenta.
La trama es sobre un hombre traicionado por su “futura esposa” y su mejor amigo Mark (al cual Wiseau nombró así porque nunca tomó bien el nombre del actor Matt Damon).
En medio de líneas de acción incoherentes, Wiseau insistió en meter pornografía ligera: escenas de sexo en las que la cámara tuvo que grabar frontalmente su trasero desnudo.
El mito de la película ya era suficientemente inmenso cuando el equipo de Franco se dispuso a transformar esos rumores en una verdadera película (una mejor que la original, porque Franco ya recibió un Globo de Oro por su actuación).
La historia
En el 2014, Sestero publicó el libro The Disaster Artist: My Life Inside The Room, the Greatest Bad Movie Ever Made (en español: "Mi vida en The Room, la mejor película mala que se ha hecho"), testimonio de su amistad con Wiseau.
“La única manera de contar cómo ocurrió esto –todo lo bueno, lo malo, lo feo y lo inspirador– era escribirlo y explicar cómo ocurrió todo”, le dijo Sestero a Rolling Stone en los meses de la presentación de su libro.
En la escritura también se involucró el periodista Tom Bissell, autor de un reportaje sobre el fenómeno cultural de la película y que se publicó en el 2010 en la revista Harper’s.
Durante su reporteo conoció a Sestero y escuchó las anécdotas que, hasta ese momento, solo las sabían sus amigos.
“The Room es como una película hecha por un alienígena que nunca ha visto una película pero a quien las películas se le han explicado con gran detalle”, describió Bissell en una entrevista del sitio Vox.
Gusto adquirido
No hay una forma racional de describir el atractivo que tuvo The Room para sus fans.
Es un clásico del camp: un gusto que celebra las exageraciones del mal gusto. Lo “polo” llevado hacia una sensibilidad artística.
Antes del DVD –financiado también del bolsillo de Wiseau– varias celebridades de Hollywood compraron carretes de la película para proyectarlas de forma privada en sus casas.
La experiencia es muy similar a la que tienen los fans con la cinta de culto The Rocky Horror Picture Show (1975).
Los asistentes se visten de Tommy Wiseau, cargan balones de fútbol americano y tiran cucharas a la pantalla.
“La primera vez que fui a una proyección de cine de The Room fue en Vancouver. Fue increíble, he ido a muchas otras funciones y, desde entonces, recuerdo la de Vancouver como si fuera la mejor de todas ellas. Tenían más cucharas de plástico que nadie, tenían las mejores respuestas a las líneas de la película, tenían gente en trajes y tenían balones de fútbol americano”, recordó Franco en entrevista con Vox.
Para el 2010, fragmentos de las peores partes de la cinta estaban desperdigados por YouTube sin mucho contexto.
Ese mismo año, el sitio web Newgrounds creó un videojuego que fue reseñado en revistas como Time, Wired y Entertainment Weekly.
The Room y su homenaje The Disaster Artist son chistes que solo las palabras de un ensayo de Susan Sontag pueden describir con exactitud.
“El gusto camp es un tipo de amor, amor por la naturaleza humana (...). La gente con esta sensibilidad no se burlan de que consideran camp, lo están disfrutando. El camp es un sentimiento de ternura”.
Los personajes
The Room (2003) fue escrita, dirigida y actuada por Tommy Wiseau. Wiseau eligió como protagonista a su mejor amigo.
James Franco
En el 2014, Franco se unió a la productora del comediante Seth Rogen (un reconocido fan de la película) para adaptar el libro de Greg Sestero. Originalmente, Wiseau pidió ser interpretado por Johnny Depp.
Tommy Wiseau
Excéntrico y misterioso, se desconoce su edad y su origen. Sostiene que nació en Nueva Orleans pese a su acento. Ha dicho que su gran fortuna proviene de importar chaquetas de cuero coreanas.
Dave Franco
El hermano de James, se reunió con Sestero antes de interpretarlo. Ha dicho en entrevistas que se identifica con las emociones del personaje que interpreta, sobre todo los problemas con el rechazo.
Greg Sestero
Con 12 años, quiso ser actor tras ver Mi pequeño angelito. Fue modelo en Europa antes de regresar a Estados Unidos y conocer a Wiseau en un taller de teatro. En 1998, se mudaron juntos a Los Ángeles.