¿Cuál píldora elige tomar? ¿La azul o la roja?
Con la primera seguirás viviendo en la ignorancia, con la otra sabrás toda la verdad.
Sí, claro, la verdad de la Matrix.
Han pasado 20 años desde que en el cine las hermanas Wachowski lanzaron la complicada e inolvidable pregunta, la misma que en 1999 dejó perpleja y cuestionada a una generación sedienta de romper paradigmas y enfilada a enfrentar los retos de un nuevo siglo.
De pronto, en un solo y vanguardista filme llamado Matrix, conceptos religiosos, filosóficos e ideológicos se liberaban para teorizar sobre el sistema en qué convive la humanidad entera, develando la "realidad oculta de las cosas” a través de Neo y su surreal aventura.
Es Neo, personaje a quien dio vida Keanu Reeves en la pantalla grande, quien tiene que decidir si tomar la píldora azul o roja. Nadie más. El informático de día, hacker de noche, simplemente no puede estar tranquilo después de recibir el siguiente mensaje en su computadora: “Matrix te posee”.
La cinta iba a innovar en materia de efectos especiales, iba a ganar cuatro Óscar de la Academia y la cultura pop enloquecería con sus seductores símbolos, pero lo que más impactó, incluso a niveles académicos, es qué simbolizaba la idea de que una Matrix de “te poseyera”.
“Muchas otras películas han generado impactos de carácter filosófico en el mundo, pero The Matrix sorprendió al ser una cinta de carácter masivo o popular, que tuvo el poder de poner a todo el mundo a hablar sobre un supuesto ente qué nos controla, qué nos posee, qué nos condiciona", dijo Gonzalo Montero, del proyecto Mi Butaca Cine Club.
“De hecho, al principio la gente iba al cine a ver los efectos especiales que promocionaba, pero luego de masticar el argumento se vino el fenómeno de entrarle al fondo de lo que proponía la historia, el boom filosófico que al final la terminó convirtiendo en una cinta de culto”, agregó Montero.
Según el argumento de la cinta, The Matrix es un mundo virtual programado, en el que conviven los seres humanos. Neo, más específicamente, descubre que su entorno no es más que una simulación artificial a la que se encuentra conectado mediante un cable en su cerebro.
Pero no solo él vive así. Millones de personas están sometidas igualmente, en una ilusión colectiva con tintes de esclavismo.
Pero tranquilos, hay rebeldes en la nueva realidad de Neo. Morfeo, líder de la resistencia, y la hacker Trinity (Carrie-Anne Moss), son sus máximos representantes. Son ellos los que, conociendo todas sus consecuencias, le ofrecen la píldora roja al protagonista y de paso logran quitarle la venda de los ojos.
Tal parece que Neo es el Elegido, la esperanza de liberar a todos de las máquinas opresoras.
“No fue la primera vez que la literatura y la ciencia ficción tocaban el tema. Lo que pasa es que la película estaba tan bien hecha, que pudo generar en la audiencia ese sentimiento de intriga. Incluso, en esa época, muchos grupos aseguraban que todo eso era cierto. Para ellos no era una teoría, era algo serio de lo que había que hablar”, agregó Montero.
Por ese mismo motivo la cinta fue tan exitosa en taquilla, recaudó $463 millones en todo el mundo y se situó como la novena cinta posapocalíptica de mayor recaudación en la historia. Las secuelas del filme, The Matrix Reloaded (2003) y The Matrix Revolutions (2003), fueron lógicas consecuencias de su popularidad.
Pero tuvo otros puntos altos. Don Davis, quien ideó la música de la cinta, también hizo brillar la producción con su destacada mezcla de rock y música electrónica. Y ni que decir de los aportes de Rage Against the Machine, Marilyn Manson, Prodigy y Rammstein para su muy venerable banda sonora.
Revolución visual, inyección cultural.
Neo está en problemas. Tal parece que morirá tras ser atacado con una ráfaga de peligrosas balas.
Sin embargo, desafiando toda lógica, la imagen fílmica se detiene y en un viaje de 360.° se muestra como Neo se capea los disparos de una forma nunca antes vista.
La magia del cine, una vez más, hacía de las suyas. The Matrix revolucionaba la pantalla grande popularizando el llamado bullet time, una técnica cinematográfica que consiste en aparentar que la acción queda congelada, mientras la cámara sigue moviéndose alrededor.
El bullet time se logra utilizando varias cámaras que filman en simultáneo, ubicadas de tal manera que rodean el objeto para poder captarlo desde cada ángulo posible. Luego, se unen las tomas de cada lente para lograr la secuencia.
“Eso fue impresionante. Ahora vemos eso como algo muy sencillo, pero en el 1999 era revolucionario. Recuerdo que la locura era comprar los DVD que explicaban cómo se hicieron esas escenas. Era apasionante", recordó Montero.
Sus efectos fueron tan buenos, que aquel año incluso le robaron el Óscar de mejores efectos visuales a Star Wars: La amenaza fantasma.
Muchas películas posteriores a The Matrix –ya sea como homenaje o como parodia–, imitaron las escenas bullet time de Neo en sus propias escenas. Fueron muestras de como la cinta había hecho clic en la cultura pop, extendiendo su influencia a videojuegos, moda, juguetes y literatura.
Además la llamada lluvia digital –código verde de Matrix–, el traje oscuro de Neo, las píldoras y muchos de sus elementos más recordados no murieron con la película.
En cuestión de videojuegos, por ejemplo, el mundo conoció entregas como Enter The Matrix (2003), The Matrix: Path of Neo (2005) y The Matrix Online (2005).
Enter The Matrix tuvo la particularidad de que los propios hermanos Wachowski escribieron el guion del juego, algo completamente inédito. Nunca antes, la industria de cine y el videojuego habían colaborado tan estrechamente.
En materia de moda, todavía es común ver celebridades con los lentes oscuros y gabardina negra estilo Neo paseándose por centros comerciales, desfilando en alfombras rojas o luciéndose en pasarelas.
“La película aún tiene un control sobre la moda”, aseguró la revista Vulture en febrero, al analizar ciertas tendencias del momento.
De hecho, Vulture va más allá y cita como prueba el título de una nota rosa del Daily Mail, publicada en el 2018: 'Bella Hadid parece que salió de la Matrix”.
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Con el tempo salieron también muñecos coleccionables de Neo, cómics de su enigmático universo y libros como Tomar la pastilla roja: ciencia, filosofía y religión en Matrix (2005), de Glenn Yeffeth.
En síntesis, la inspiración y estética ciberpunk que The Matrix plasmó en la sociedad sigue más viva que nunca. Dos décadas después de que Neo se enterara de que era el elegido, la historia terminó por encerrarnos a todos en una máquina de sensaciones, estilos y puntos de vista que los años no han podido borrar.
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Podríamos decir que The Matrix y sus agentes Wachowski hicieron muy bien su trabajo: terminaron por poseernos.
Ese destino nunca pudo ser diferente y en 1999 la revista Empire sabía muy bien el porqué: The Matrix fue un clásico demoledor, “redefinidor absoluto de su propio género”.
¿Quién se iba a resistir a sus encantos? Nadie. Después de verla ya todos estaban enterados de la realidad: no era solo una película, era la película.
Ficha técnica.
Nombre: The Matrix
País: Estados Unidos (1999)
Género: Ciencia-ficción-thriller
Director: Hermanas Wachowski
Duración: 131 minutos.