En cine, las películas testimoniales se dan con bastante frecuencia. Aportan un valor adicional a lo estrictamente fílmico que hay en cada una de ellas. Por el estilo, ahora tenemos un filme australiano titulado Un camino a casa (Lion, 2016), dirigido por Garth Davis (también australiano).
Drama agudo en su primera mitad, el director Garth Davis muestra los hechos desde una determinada realidad social y con cierta complejidad para, así, expresar de manera más contundente la gravedad de los sucesos. Este filme se suma a la campaña mundial en contra de la desaparición de niños, que se da por millones, sobre todo en países de inhumana pobreza.
Un camino a casa comunica al espectador distintas situaciones vergonzosas para hacernos cómplices de ellas: ni siquiera busca conmiseración o piedad, solo quiere que seamos capaces de sentir como propias tanta miseria y tanta injusticia y de sumarnos por un mundo más noble para millones de niños.
Lo logra, la película lo logra en su primera mitad. Es cine revolucionario y, sin duda, dicha actitud se ve fortalecida por la gran actuación de Sunny Pawar, niño de apenas cinco años de edad, quien encarna a Saroo, arrastrado por la pobreza a perderse en un tren que lo llevará a Calcuta.
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Es ahí cuando una pareja australiana lo adopta y, entonces, el niño "desaparece" del relato. Aquí es como si la película se desinflase: pierde su intensidad, su determinación con los conceptos, su valor político y, como diría el cineasta brasileño Glauber Rocha, pierde esa penetración crítica que sobrepasa el campo de la denuncia social.
Como si fuese "otra película", el argumento se desdramatiza en su segunda mitad, el drama se evapora y el filme se sumerge en las corrientes tradicionales del melodrama, bien llevado como tal, de acuerdo, pero la fuerza de la historia se le escapa a su director y el esquematismo lo atrapa.
Es indudable que la mala actuación, más bien, la pésima actuación de Dev Patel, como Saroo adulto, es un puñal en la espalda para el filme y, junto con él, la débil actuación de Nicole Kidman, cada vez más lejana de la buena actriz de hace algunos pocos años. La insistencia de Saroo adulto por encontrar sus raíces y las secuencias cuando lo logra son poco convincentes.
En esta segunda parte se distingue bien el negocio de "emocionar" a los espectadores (el llamado "tearjerker") al punto de las lágrimas (manipular, eso es). Esto está filmado con destreza, pero con pérdida de lo mejor del relato: su movimiento dramático.
Total, aunque Un camino a casa parece partirse en dos mitades, lo cierto es que es una sola película. Tiene virtudes en una parte y fallas en la otra (con excesos de la retrospección –flashbacks o analepsis– para tratar de no romper su unidad). Juzgada como tal, es cine al que vale la pena acercársele para que mueva nuestro concepto de vida y para que nos resulte un desafío.
Ficha del Filme
Título original: Lion
Género: DramaDirección: Garth Davis
Elenco: Dev Patel, Nicole Kidman
Duración: 120 minutos
Cines: Magaly, Citi, Nova, CCM, Cinépolis, Cinemark
Calificación: TRES ESTRELLAS ( * * * ) de cinco posibles