Yanancy Noguera yanacynoguera@gmail.com
En el 2042, el computador personal y el teléfono serán uno; el aparato se llamará computel y se usará como un reloj de pulsera. Las computadoras que sigan existiendo no tendrán teclados, y la información se procesará con imágenes y sonido. Toda la información del mundo será de dominio público y, al existir transparencia total ya, no serán necesarios los intermediarios; entonces, los vendedores de productos y servicios desaparecerán. Con la muerte del teclado también los mecanógrafos estarían extintos, escribió Roberto Sasso.
Se ha cumplido 25 años desde que el informático y conductor de programas en vivo comenzó a escribir en el diario La Nación. Fue en 1992 cuando hizo sus predicciones para el 2042 con un artículo que tenía este año como título.
Roberto Sasso Rojas ha llevado sus artículos –que son mucho más que predicciones– a un libro editado por la editorial Club de Investigación Tecnológica.
El libro 25 años desde la compu de Roberto Sasso reúne 154 artículos publicados en las páginas de opinión de este diario, mayoritariamente, y en el semanario El Financiero . No son todos, sino una selección, y se agrupan en cinco capítulos: Política pública y visión siglo XXI, 4 grandes temas, Consejos para organizaciones del primer mundo, Mostrando lo nuevo y Más allá de la TI: la gente.
La historia comenzó el domingo 10 de setiembre de 1989 con el primer artículo, titulado Tecnología informática en Costa Rica.
Al menos hoy, en el 2015, y considerando sus pronósticos, sí fue necesario encontrar un mecanógrafo para reescribir el texto de los artículos publicados antes de 1995, y la red social de Facebook fue la mejor fuente.
Después de 1995, la transparencia por la que Roberto Sasso aboga la había hecho realidad La Nación con su versión digital, nacion.com. La tecnología fue su mejor aliado para esta faena.
Roberto Sasso tiene una pluma aguda, propositiva, y un humor muy tico. Es informático y estadístico de profesión, es creador y presidente del Club de Investigación Tecnológica desde hace 27 años; además, es conductor –y un poco más– del TedXPuraVida, recién efectuado en Costa Rica.
Los temas que llevaron a Roberto a ser uno de los articulistas más regulares de la Página Quince se relacionan con gobierno y estrategia digital, inversión y administración de tecnología, conectividad, Internet, tecnología abierta, brecha digital, compras públicas, expediente electrónico y telecomunicaciones.
Jorge Walter Bolaños, exministro de Hacienda, directivo del Club y amigo de Sasso, ha escrito en su presentación del libro:
“Roberto en sus artículos nos ha hecho conscientes de otra realidad, y es que, además del tema de la velocidad exponencial (de la tecnología), si no avanzamos perderemos por partida doble pues, si un país, población, empresa o persona no avanza, está retrocediendo en términos relativos pues los demás sí lo hacen”.
Cada capítulo del libro tiene un presentador. Para Roberto Artavia, exrector de Incae, cuando Sasso habla de políticas públicas existentes o inexistentes, lo hace como experto en informática y telecomunicaciones, pero también como sociólogo, identificando costos sociales de la brecha tecnológica; además, habla como contralor y como parte de un lobby que propone formas para que el país avance.
En el capítulo Más allá de la TI: la gente , Ignacio Trejos, rector de Cenfotec, destaca la importancia que Sasso da a la educación, a la generación de ideas –que además se comparten–, al conocimiento y la innovación. “Esta parte del libro nos revela a un Roberto tecnólogo humanista. La tecnología la hace la gente: la imagina, la inventa, la crea, la ejecuta, la mejora”. Los otros capítulos son presentados por el banquero Gerardo Corrales, el empresario Guillermo Alonso y el ejecutivo Fernando Leñero.
El libro de Roberto Sasso revela un pensamiento actual porque la tecnología debe seguir siendo libre, desde el software hasta Internet, y también debe permitir que mejoren las instituciones, las empresas y la calidad de vida de la gente.
Libre también debe ser el acceso al mundo de las ideas y la información pues las mejores ideas se deben copiar y adaptar, y la información debe ayudar a que las cosas fluyan mejor en beneficio de las personas. El Estado debe facilitar y servir; y las empresas, preocuparse por sus clientes.
En el artículo 2042 , Sasso hizo una convocatoria a pensar en el año 2092. Tal vez por esa gran capacidad de ir adelante es que en sus últimos artículos muestra algo de desesperación e insiste en el cambio y la tecnología, que viajan a velocidad exponencial.
En un artículo de diciembre último, Sasso escribió: “El precio de no entender lo que está sucediendo puede ser muy alto ya que las brechas que se forjan son también exponenciales”.
El libro está disponible en versión impresa y en versión digital para Kindle en amazon.com