En Abya Yala saben muy bien lo que es ponerse la camiseta; por eso, las 17 artistas que integran el elenco de la obra Vacío movieron cielo y tierra y vendieron de todo durante los dos últimos meses para alcanzar su objetivo: representar al país en el XXVII Festival Iberoamericano de Teatro de Cádiz , en España.
Durante los últimos meses, las artistas ofrecieron serenatas, realizaron rifas, organizaron noches de patines y más. La razón: el Ministerio de Cultura y Juventud solo cubrió el costo de ocho boletos, por lo cual debieron gestionar el pago de los nueve tiquetes restantes.
Roxana Ávila, directora del espectáculo, comentó que Pepe Bablé , director del festival gaditano, les informó que fueron seleccionadas para participar en el festival en abril. La directora y el grupo asumieron la responsabilidad de reunir los fondos necesarios para lograr asistir al encuentro.
Aunque Ávila se cuestiona por qué en ocasiones el Gobierno ayuda con tiquetes a agrupaciones artísticas más numerosas que ellos, igual no se hizo un mar de problemas y, en cambio, puso manos a la obra junto a sus colaboradoras para encontrar el dinero.
Mirada especial. Bablé aseguró, ayer desde España, que seleccionó este espectáculo por su temática y la forma de abordarla. Vacío trata acerca de la locura femenina en Costa Rica a principios del siglo pasado.
“Tiene (la obra) una mirada especial al mundo de la mujer desde el teatro; es una obra femenina en su temática y ejecución (...) El lenguaje teatral es muy acertado, conjuga el lenguaje del teatro de cabaret con la historia que cuenta de la problemática de las mujeres de esa época”, agregó el director español.
Todos los esfuerzos del grupo, desde quedarse en la madrugada a limpiar la casa que sirvió como sede de una fiesta, hasta vender números de una rifa, bien valieron la pena. Ávila comentó que en Vacío ve una producción que tiene todos los elementos que la hacen digna de estar en escenarios internacionales representando al país.
“Es una obra muy especial; tengo en mis manos una hija con necesidades muy especiales y ella merece atención. Esta es una de las obras importantes del continente, si llegábamos a Cádiz era la oportunidad para que la vieran programadores de otros festivales y tener chance que se presente fuera”, aseguró Ávila.
Aunque le es difícil de explicar, la directora de Vacío –texto coescrito entre ella y la también costarricense Ailyn Morera– mencionó que el público que ve el montaje es tocado por la obra, porque llega a ellos desde las emociones, más que desde la razón.
Sacrificios. Liubov Otto, actriz del espectáculo, es un buen ejemplo del trabajo que ha representado llegar hasta Cádiz. Ella por igual hizo de merchante que de cobradora.
“Es un compromiso con la agrupación, con el espectáculo y con el género. Estamos hablando de algo que nos importa y que nos parece vital que sea visto en Cádiz”, dijo.
María Luisa Garita fue más allá. Ella ofreció serenatas al oído, vendió sus libros más preciados y se irá del país con el dolor de dejar a su padre, quien sufre un importante quebranto de salud.
Al final, lo lograron y este sábado tomarán el avión que los llevará al otro lado del Atlántico, para vivir aquella fiesta del teatro, una de las tres más importantes que se realizan en Iberoamérica al año.