Alexander von Humboldt, un joven prusiano nacido en 1769, estaba seguro de dos cosas: que la humanidad no sabía suficiente sobre el mundo todavía, y que él era capaz de salir a descubrirlo.
Desde niño, soñaba con recorrer el planeta en busca de conocerlo todo. Como muchas mentes febriles, anhelaba conocer cada hoja y cada animal del bosque, escalar las montañas más altas y penetrar las selvas más densas. Lo que hizo de Humboldt un héroe fue que lo logró y lo contó.
De 1799 a 1804, obsesionado por conocer, recorrió Venezuela, Cuba, los Andes, México y Estados Unidos y, de paso, sentó las bases del conocimiento geográfico, botánico, ecológico y meteorológico que los especialistas profundizarían con el tiempo.
El último gran hombre de la Ilustración, era un sabio de muchas disciplinas y un amante de todas las cosas. Cuando entraba a una habitación, les contaba a todos cómo había escalado la montaña más alta del mundo, cómo fieras tropicales lo habían acosado y cómo, cargando docenas de especímenes vegetales, había encontrado que la naturaleza era una vasta red, toda conectada entre sí por las fuerzas de la vida.
Lo publicó todo en libros con exquisito estilo y se hizo el hombre más famoso del mundo... hasta que lo olvidamos. Claro, su nombre se esparce por la geografía americana y aparece aquí y allá en libros de historia, pero el hombre en sí es una sombra.
En el 2015, la autora Andrea Wulf quiso reanimar su figura y publicó The Invention of Nature: Alexander von Humboldt’s New World ( La invención de la naturaleza , editado en español por Taurus). En el libro multipremiado, cuenta cómo siguió sus huellas en América y cómo trazó su apasionada visión del intrépido científico. Conversamos con la escritora británica.
–¿Qué fue lo que encontró fascinante en la vida de Humboldt?
– ¡Tantas cosas! Es una historia de las ciencias, pero también sobre la naturaleza, la aventura... Es acerca de un hombre tan inquieto que decía que se sentía perseguido por 10.000 cerdos. Es una historia que permite vislumbrar por qué entendemos la naturaleza como la entendemos hoy: su historia explica por qué entendemos la naturaleza así.
– ¿Qué era diferente en su concepto de la naturaleza? ¿Cómo se pensaba o discutía comúnmente en su época?
– A él se le ocurre esta idea de que la naturaleza es una red de vida en la que todo está conectado, del insecto más pequeño al árbol más alto, un organismo vivo en el cual todo está conectado y relacionado. Hasta entonces, la naturaleza era vista como un sistema mecánico, una máquina bien aceitada en la cual cada cosa tiene su sitio divinamente definido.
”Otros científicos de aquella época estaban viendo la naturaleza a través del estrecho propósito de ordenarla, de clasificarla, nada más. Humboldt, más bien, la veía com una fuerza global. Ya que había viajado tan extensamente, podía comparar cosas que había visto en Europa, en América Latina, en Norteamérica... Así, ve que toda la naturaleza está unida, y puede ver y comparar las distintas zonas globales de vegetación y de clima”.
– ¿Qué hizo a Humboldt tan famoso en su época? ¿Cuánta difusión tenían sus escritos?
–Era realmente el aventurero más osado de su época, lo cual lo hizo bastante célebre. Regresa a Europa como este descarado y maravilloso explorador que había viajado a través de la selva tropical y había escalado el Chimborazo (mantuvo el récord mundial por muchos años, pues por entonces se creía que era la montaña más alta del mundo).
”Logró mucho más, físicamente, que nadie más. Luego decide que todo el conocimiento que había obtenido debería estar disponible para todo el mundo y escribe libros que se convierten en bestsellers internacionales. A diferencia de otros científicos, no escribe secos tratados académicos, sino evocadoras descripciones del paisaje con datos científicos. Describe vistas de la naturaleza más como poeta que como científico, pero colocaba extensas notas científicas al pie, de modo que si estabas interesado en ellas, podías aprender mucho”.
– ¿Qué cree que provocó la pérdida de prominencia cultural de la figura de Humboldt?
– Primero que todo, es percibido de manera distinta en diferentes partes del mundo, obviamente. En América Latina, es conocido, pero como revolucionario, por su conexión con Simón Bolívar (se conocieron durante el segundo viaje del Libertador venezolano a Europa, cuando el científico venía llegando de la América hispana, en 1804 o 1805).
”No todos conocen sus ideas sobre el ambiente y sobre cómo los seres humanos provocaban el cambio climático. En el mundo angloparlante, ha sido olvidado por completo.
”Hay varias razones: muere en 1859 y es el último de los grandes eruditos. Después de él, se hace imposible tener todo este conocimiento en una sola mente, y las ciencias empiezan a especializarse, así que alguien que viaja entre tantas disciplinas deja de ser tan respetado. Humboldt consideraba que debíamos medir el mundo, pero también tomar en cuenta los sentimientos, y al inicio del siglo XX esa ya no era considerada una forma válida de hacer ciencia.
”Otra cosa que ocurre es que no hay un único descubrimiento científico a su nombre, como, digamos, la teoría de la evolución (de Charles Darwin). Él lo que pensó fue una visión holística del mundo. Sus ideas originales nos resultan tan evidentes ahora, que el hombre detrás de ellas ha desaparecido.
” Finalmente, durante la Primera Guerra Mundial, el sentimiento antigermánico era tan fuerte que realmente era imposible celebrar a un científico alemán en Estados Unidos o Reino Unido”.
– ¿Por qué se embarcó hacia Suramérica? ¿Cómo financió el viaje?
– Humboldt era el segundo hijo de una familia aristocrática prusiana muy adinerada. Su padre murió muy joven; su madre quería que se convirtiera enmiembro de la burocracia prusiana. De niño, Alexander leyó los relatos y crónicas de viaje de Louis Antoine de Bougainville y el Capitán James Cook y quería salir a explorar el mundo.
”Cuando su madre muere, a mediados de sus veintes, él hereda una vasta fortuna y se siente libre de sus presiones. En apenas cuatro semanas, ya declara que está planeando su gran viaje –un amigo le escribe: “Debes estar feliz de que tu madre esté muerta”–. Él financió la expedición con su fortuna privada y, en una década, se le agota el dinero. De hecho, muere muy pobre”.
– ¿A pesar de ser tan popular?
– A lo largo de su vida, cuando publicaba libros en alemán, su editor alemán le pagaba, pero cuando eran traducidos, no recibía pago alguno.
– ¿Qué sabemos de su vida, aparte de sus estudios?
– Sabemos bastante, de hecho. Tenía muchos amigos y era una persona muy inquieta. Mucha gente describe en sus diarios y cartas, una y otra vez, cómo él entraba a una habitación, hacía su actuación de 30 minutos y salía corriendo. Bebía mucho, mucho café, y lo llamaba “rayos de sol concentrados”. Dormía poco y empujaba su cuerpo al límite.
”Nunca se casó. Nunca tuvo un amorío con una mujer, que sepamos. Podemos estar bastante seguros de que era homosexual. Tuvo relaciones muy intensas con jóvenes científicos. No sabemos si consumó esas relaciones, pero hay muchos indicios: su hermano Wilhelm, por ejemplo, no dejaba a sus amigos quedarse en su casa. Estoy bastante segura de que era homosexual, pero siempre dijo que su gran amor era la ciencia. Hay una razón por la que empujaba su cuerpo al límite; quizá no encontraba otro placer.
”También tenía una lengua maliciosa y era algo vanidoso; sobre todo, quería ser exitoso”.
– ¿Por qué es importante examinar hoy de dónde surgieron las ideas de la interconexión de la naturaleza?
– ¡Por muchísimas razones! Desde 1802, Humboldt advirtió del cambio climático inducido por el hombre. Escribió que la humanidad estaba destruyendo la naturaleza justamente porque todo está relacionado. Sus ideas de la interconexión de toda la naturaleza son importantes en una época en la que los científicos están tratando de entender el cambio climático; en ese sentido, su concepción de la naturaleza como una “fuerza” es importante.
“Otra razón es que tendemos a dividir de forma muy tajante el arte y la ciencia, lo objetivo y lo subjetivo. Él decía que necesitamos las emociones para entender la naturaleza y creo que eso es fundamental hoy.
”Cuando veo el debate político contemporáneo en torno al ambiente, encuentro mucha discusión sobre frías proyecciones estadísticas. Cuando se firman acuerdos como el de París, todo se basa en un lenguaje legal muy cuidadoso para lograr que 200 países se pongan de acuerdo, pero lo que me hace falta es la aceptación de que solo vamos a proteger lo que amamos, que solo apasionadamente podemos hacer llamados para salvar la Tierra. Dividimos el lenguaje técnico del de los poetas, pero Humboldt los veía muy próximos”.
– Menciona también sus tempranas advertencias sobre los efectos de la actividad humana sobre el clima y la geografía... ¿Cuán adelantado fue con respecto a estos temas?
– En 1832, escribe sobre tres maneras en las cuales la humanidad está afectado el clima y el ecosistema (sin usar esa palabra). Explica que lo hacemos por medio de la deforestación, la irrigación masiva y las grandes masas de gas y vapor que provienen de centros industriales; advierte de las consecuencias para nuestro planeta si continuamos así. Incluso habla de un futuro oscuro en el cual, si eventualmente viajamos a otros planetas, llevaremos nuestra mezcla letal de codicia e ignorancia y los dejaremos desolados e inhóspitos.
”Creo que fue capaz de decir estas cosas porque nunca vio cada cosa por sí sola, por aparte. Todo en esta red está conectado. Muchas personas decían que tenía una memoria extraordinaria: podía recordar la forma de una hoja 40 años después y, al viajar, podía establecer estas relaciones.
”En Venezuela, en el lago Valencia, vio cómo la deforestación había destruído por completo el ambiente y, observando y comparando, fue el primero en explicar la función del bosque para los ecosistemas”.
– Tras consumirse de lleno en la vida y los viajes de Humboldt, ¿qué aprendió de usted misma?
– Creo que aprendí a apreciar la naturaleza de una manera nueva y diferente; aprendí a verla a través de la vida de Humboldt. El mejor momento de mi vida lo tuve en el Chimborazo, a 16.000 pies (4.875 m) de altura, parada allí. No soy una montañista y jamás había estado a tal altura antes. Ver hacia abajo me deslumbró, ver el mundo desde esa perspectiva tan alta. Fue la primera vez que entendí lo que Humboldt quería decir con la “red de la vida”. Te das cuenta de que todo está unido.
”Aprendí también que nunca podría ser una aventurera como él, que cargaba 42 instrumentos científicos a todas partes. Pude haber hecho este libro sin viajar y sin seguir sus pasos, pero cuando estás en la selva tropical te das cuenta de su logro. Cuando fui allá, estaba muy preparada y sabía qué esperaba ver. Cuando él fue, no sabía nada. Estaba explorando, descubriendo animales y plantas conforme avanzaba”.
‘La invención de la naturaleza’ recién fue publicado en español por Taurus. Conserva la portada de la edición original, uno de los libros más aclamados del 2015, premiado en gremios literarios y científicos.