Un lápiz, hojas blancas y lo apasionante que le resultan las leyendas fueron tres elementos suficientes para que el artista guanacasteco Ronald Díaz dejara volar su creatividad y creara la novela gráfica Leyendas Sabaneras.
Este es un compendio de historietas de 86 páginas, donde relata el origen de siete leyendas. Entre ellas, las más conocidas, como La Llorona, La Mona, La Segua, El Cadejos y La carreta sin bueyes. Además, incluyó El diablo chingo (que es conocida a nivel regional, pero prácticamente desconocida en Costa Rica).
Por último, el artista, conocido como Rodicab, incluyó El Sabanero y El Diablo, ya que fue la leyenda que lo motivó a convertir en cómics estas historias.
“Yo inicié dibujando historias fantásticas, inspirado en lo que uno ve en la televisión y cómics de afuera, sin embargo, en el momento en que yo asumo seriamente mi carrera como artista, encontré que que El Sabanero y El Diablo tenía todo el potencial de ser un buen cómic y fue la primera que dibujé. A partir de allí se me despertó esa chispa, me di cuenta que había todo un potencial e historias en la región que nadie había explotado en este tipo de arte y fue cuando empecé a armar las historias y este proyecto", comentó el ilustrador.
De esta forma, El diablo chingo se ubica en la bajura guanacasteca en 1960 y su protagonista es Chu García. Mientras que en El Cadejos, se relata la historia de Toñito. Y La Llorona cuenta la historia de Magdalena.
Por su parte, en La carreta sin bueyes, el protagonista es un boyero de nombre Marcial. En La mona el protagonista es un hombre mujeriego llamado Gumersindo Peña. Finalmente La Segua se basa en la historia de Soledad Romero.
Producción
Para llevar a cabo el proyecto, el artista arrancó con una labor de investigación dentro de su provincia ya que su intención era contar las leyendas pero con las versiones guanacastecas. Para ello, entrevistó a antiguos sabaneros y cocineras de la tercera edad de la zona, quienes más conocen el origen de estas historias y con sus relatos creó una adaptación de cada una de las leyendas.
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“El proceso para hacer un proyecto de este tipo representa una gran responsabilidad porque no es una historia que yo me estoy inventando, son historias que han prevalecido en el tiempo”, aseguró el artista de 43 años.
Posteriormente escribió los guiones y los comenzó a plasmar en el papel. Utilizó un lápiz, hojas blancas y tinta china; además, utilizó un poco de arte digital, principalmente para escribir los textos, ya que asegura que “todavía yo me resisto bastante a tener que depender de la tecnología para eso entonces primero hice los artes en lápiz y seguidamente, los definí con tinta china”.
En ese proceso el artista, quien tiene más de 20 años de experiencia y se dedica a dibujar historietas desde el año 2000, tardó aproximadamente un año.
La obra está hecha en blanco y negro en su totalidad, lo que permite que sean más compatibles con la época y el tipo de relatos.
Para Díaz este proyecto representa un aporte a la cultura y la oportunidad de rescatar las leyendas para que los niños y jóvenes mantengan su pasión por estas historias con las que han crecido decenas de generaciones.
“Este proyecto es un gran logro y satisfacción, es un proyecto cumplido como profesional y artista y sobre todo es mi aporte al rescate de la tradición oral de Guanacaste con el propósito de que esas historias prevalezcan, se mantengan y que los estudiantes puedan aprender de ellas, porque son historias que antes pasaban de generación en generación por medio de cuentos, pero con la modernidad eso ha ido cambiando. Tengo la fe de que sea aprovechado por el público en general para que estas historias no mueran”, explicó el artista guanacasteco.
El libro tiene un valor de ¢10.000 y se encuentra a la venta en las librerías Internacional. Mientras que en Guanacaste se puede conseguir en la librería La Suiza, en Liberia; en la librería Nacascolo, en Santa Cruz; y en la librería Ayales, en Nicoya. Además, próximamente estará a la venta en la librería Lehmann.