Minutos antes de que arrancara la ceremonia de los Premios Nacionales de Cultura, este miércoles 17 de mayo, en el Teatro Nacional, varios de los galardonados subieron al escenario para leer un contundente y fuerte manifiesto en contra de los posibles recortes al presupuesto 2024 del Ministerio de Cultura.
Mientras tanto, en las afueras del recinto, se congregaron actores, cantantes, pintores, estudiantes, grupos, asociaciones y muchas personas del gremio con pancartas. Gritaban frases como “Renuncie, ministra”, en un claro rechazo a la jerarca de la cartera, Nayuribe Guadamuz.
Tanto el manifiesto como las manifestaciones callejeras, presagiaban que la gala de entrega de los Premios Nacionales de Cultura iba a ser inusual. Y sí, así fue.
Los hechos
En el mencionado manifiesto, los artistas galardonados reprocharon a Guadamuz el recorte de ¢4.000 millones que el Gobierno aplicaría a la cartera que lidera.
“La administración Chaves Robles ha proyectado un recorte del 8,40% del presupuesto asignado al MCJ. En calidad de personas galardonadas en distintas ramas de los Premios Nacionales de Cultura 2022 y en el contexto de la entrega de dichos premios, queremos expresar nuestra profunda preocupación en torno a esa propuesta de recorte del Gobierno de la República. Consideramos que esta medida de desfinanciamiento tendría un impacto sensible en el quehacer del Ministerio y en los servicios que este brinda, además de que redundaría en un debilitamiento del sector cultural como un todo.
“También deseamos expresar nuestra preocupación por el despido ordenado por la señora Ministra Nayuribe Guadamuz Rosales de tres de las jefaturas de órganos adscritos al Ministerio de Cultura y Juventud (MCJ) y de una de sus direcciones internas sin ofrecer a las personas en cuestión ni a la opinión pública una explicación satisfactoria al respecto. Llamamos a la Ministra Guadamuz a velar por los intereses del sector y le urgimos a asumir una postura de escucha y de receptividad para con las voces que expresan disensos respecto al rumbo que ha seguido su gestión.
“Consideramos que la cultura no es un bien prescindible ni una actividad meramente decorativa o de segundo orden, sino parte integral en el desarrollo social y en la consolidación de una cultura plural y democrática, por lo que instamos a las autoridades del Ministerio a generar puentes de diálogo con el sector del cual formamos parte”, añadieron.
Este manifiesto fue solo el principio...
Más protestas
Al inicio de la ceremonia, cuando la ministra se disponía a dar su discurso inicial en el centro del escenario, las cuatro integrantes del Colectivo Las Hartas se colocaron en pie y le dieron la espalda a Guadamuz, quien trataba de ignorar la manifestación del trío artístico.
A partir de ahí, la ceremonia transcurrió entre gritos y desplantes. La frase “renuncie, ministra” volvió a surgir y se escuchaba a gritos desde todos los costados del Teatro Nacional. Esto sucedió a lo largo de las casi dos horas que duró la ceremonia.
Y es que aunque los primeros ganadores subieron al escenario y recibieron su reconocimiento de forma habitual, cuando el colectivo Las Hartas subió al escenario a recoger el Premio Nacional de Artes Visuales Francisco Amighetti en otras categorías, el tono de la ceremonia cambió.
En el centro del escenario, las artistas mostraron pancartas, gritaron, hicieron gestos e ignoraron una vez más a la ministra. Un comportamiento que fue replicado por los demás artistas galardonados.
“No más recortes”, gritaban los artistas al recibir el galardón.
“Cultura, cultura, cultura”, contestaban al unísono los demás premiados en el teatro.
Los artistas aprovecharon cada momento de la gala para dejar en evidencia la molestia con la labor de la actual jerarca. Uno de esos momentos fue durante la presentación de un extracto de la obra de teatro Santiago, protagonizada por Carlos Alvarado. De repente, el público interrumpió la puesta en escena para manifestar cómo se sentía.
“De chiquillo me gustaba seguir insectos con el culo de una botella para quemarlas encerrarlos por horas para ve qué hacían... ¿por qué? creo saber la respuesta: porque podemos hacerlo; yo soy mas grande, yo soy más fuerte... y ellos son insignificantes son insectos y yo estoy por encima. Tengo el poder de hacerles daño y yo decido qué hago con sus vidas... ¿Cuántas veces nos hemos sentido así?, con poder sobre un insecto o cualquier animal, o sobre una persona”, pronunciaba Alvarado como parte de la obra.
De repente se escuchó una voz dentro del teatro que decía: “así nos sentimos nosotros”; y una nueva ola de reclamos interrumpió la puesta en escena.
Alvarado solamente se quedó en silencio y esperó que sus colegas terminaran de expresar su molestia para continuar.
La ministra Guadamuz, por su parte, solo escuchaba y presenciaba los actos que realizaban los miembros del sector. De hecho, fueron pocos los artistas que le dieron la mano o aceptaron el abrazo de ella, quien trataba de sonreír a pesar del incómodo momento.
“Estoy harta de no tener un trabajo digno”, gritó Alice García, ganadora del premio nacional de teatro Ricardo Fernández Guardia.
Tales eran los gritos y los reclamos, que en un momento la moderadora de la actividad le tuvo que pedir al público “mantener el orden”.
Premiados
Más allá de los múltiples reclamos que se mantuvieron a lo largo de la inusual velada, cada uno de los artistas subió al escenario a recibir su estatuilla con gran orgullo.
Todos alzaron su reconocimiento y lo mostraron ante los artistas, quienes respondían con aplausos como si fuera su propio logro, demostrando la unión del gremio.
“Lo conseguí”, gritó como desahogándose Pablo Narval, ganador del premio Aquileo J. Echeverría en la categoría de poesía por Balada de un hombre con Sida.
Los integrantes de la Filarmonía de Santa Cruz, conocida como Banda Municipal de Santa Cruz, no pasaron desapercibidos. Con toda la agrupación en pleno y tocando parte de su repertorio, armaron una fiesta al recoger el Premio Nacional de Patrimonio Cultural Inmaterial Emilia Prieto Tugores.
“Viva Santa Cruz”, gritaba el público.
Al cierre del evento, la ministra solo desapareció entre telones, sin despedidas ni agradecimientos.