Los hermosos bailes en los que varones mueven sus pañuelos con fuerza y las mujeres realizan potentes y sincronizados faldeos con sus largas y coloridas enaguas son presentaciones que, por lo general, pueden apreciarse solo un 25 de julio o 15 de setiembre.
Pero en Costa Rica existen muchos grupos de baile de proyección folclórica, que ofrecen sus presentaciones en suelo tico y anualmente son invitados a presentar el acervo costarricense en festivales europeos. Muchas de ellas bailan todo el año. Hay algunas agrupaciones que realizan un minucioso trabajo por representar las tradiciones de los antepasados, prestando gran importancia a temas como el vestuario o técnicas bailables.
Abdenago Torres, el conocido Nago de Nicoya, fundador en los años 70 del grupo de proyección folclórica Curime, conversó con Viva y explicó porqué es tan importante la investigación para esta expresión artística.
“Como investigador, uno busca algo que hubo y lo recupera. Es hacer una recuperación de identidad a través del baile y la danza”, comentó.
“Cuando creamos Curime lo hicimos con una visión reflexiva, con un fondo de investigación e invitando a la gente a investigar”, dijo el fundador del grupo, activo hasta los 90.
El folclorólogo, quien en años pasados fungió como director del Departamento de Folclor en el Ministerio de Cultura, explicó que actualmente los grupos “utilizan técnicas de danzas contemporáneas que tienen rasgos del pasado que procuran conservar el ritmo tradicional y popular de un pueblo con nuevas, arregladas o transformadas coreografías y canciones que evocan al folclor y sentir de un lugar o región”.
Con ello, Nago de Nicoya asevera que no existen “los bailes folclóricos” como tal, sino más bien los bailes de proyección folclórica.
Nago, quien fue uno de los pioneros en crear alianzas en el exterior para que el país se diera a conocer a través de la expresión artística del baile, considera que los grupos que procuran la investigación y que dan continuidad al baile de expresión folclórica lo hacen por “aprecio y cariño”.
Amor por lo nuestro. Viva conversó con tres agrupaciones nacionales acerca de la permanencia del baile de expresión folclórica.
Geovanny Gutiérrez baila desde que estaba en la escuela. En aquellos años su cuna artística fue el ballet folclórico nacional. En su adolescencia y por muchos tiempo fue parte del grupo Curime.
Hoy tiene 56 años y es el director de Kämuk Grupo de Proyección Folclórica (50 miembros entre músicos y bailarines); y de Especial Kämuk (14 miembros), conjunto en el que personas con capacidades diferentes tienen la oportunidad de exponer su talento en escenario.
La agrupación nació hace 24 años. Gutiérrez, quien se desempeña como Policía Municipal, reconoce que se ha mantenido en la labor “por amor”.
“Cuando uno tiene un amor al arte, mantener la proyección folclórica es como recibir inyecciones profundas. Siempre he amado mucho lo que hago. Mi primer viaje a Europa fue en 1982, en los festivales mundiales de folclor. Me he dedicado mucho a esto, pero no es algo que dé para vivir. Siempre ha sido más de dar y recibir amor por lo que uno hace”, contó.
El director de Kämuk mencionó que la técnica que utilizan “es progresiva”.
“ En la proyección folclórica no cambia lo tradicional pero sí se estilizan las danzas. Se busca verse con elegancia, vestuario más elegante sin perder lo tradicional. Se le mete un poquito más de técnica, para darle mejor fortaleza a la coreografía”, explicó Gutiérrez.
El bailarín enfatizó en que en el país se realizan varios eventos en los que participan las diferentes agrupaciones.
“Hay actividades a nivel nacional que se están dando. En varias fechas del año hay varios festivales folclóricos. En enero hay uno en Santa Cruz, en febrero en Liberia. En San José hay varios sectores en los que hay festivales”, dijo.
Precisamente desde el 23 de julio y hasta el 6 de agosto, en Desamparados se realiza el festival Romances de mi tierra , organizado por Kämuk y el ayuntamiento de ese cantón.
“Este año traemos como invitados a los países Panamá, Salvador, México y Francia”, dijo Gutiérrez.
Ovacionados, así se han sentido los miembros de Kämuk cuando han participado en algún festival europeo. En muchos de los países de ese continente realizan actividades para reunir bailarines que representen parte de la cultura de su país.
“En Europa un bailarín es aplaudido, ahí vale mucho y es aplaudida la cultura costarricense popular. Cuando uno viaja se llena de energía al ver otros grupos. Ellos valoran lo que uno tiene”.
Generalmente la agrupación participa cada dos años, con el fin de tener un lapso óptimo para contar con el dinero necesario para el viaje.
“La ventaja es que en Europa se da estadía y alimentación. Por lo general cada uno pone sus tiquetes de avión, a veces se arregla con paquetes económicos grupales. Nosotros viajamos el otro año y estamos empezando a recoger fondos”; contó.
Recuperación. Ensamble Folclórico Rey Curré tiene como directora a Leda Bolaños, una bailarina con más de tres décadas dedicada a la proyección folclórica.
“En Rey Curré tenemos danza folclórica. Nos preocupamos por hacer investigación y procuramos el rescate de nuestras raíces, tratamos de rescatar lo que nos dejaron nuestros antepasados”, explicó.
Bolaños fundó esta agrupación hace cuatro años. Antes fue integrante de Curime y Kämuk.
En Rey Curré le dan vital importancia a la investigación. Mantener los trajes lo más similar posible a los utilizados por los antepasados es algo que procuran .
“Hay otras agrupaciones que les hacen algunas alegorías, empiezan a usar blusas sin hombro. También se ve que empiezan a mezclar danzas de otros países con nuestro folclor. Es ahí donde se empiezan a perder las tradiciones y empezamos a copiar cosas que no nos pertenecen”.
Con Rey Curré buscan “rescatar eso que se ha perdido de nuestros indígenas”.
“En Parte del Pacífico donde está la región de los Borucas, está el Baile de los Diablitos que representan la colonización, cuando los españoles nos dejaron sumisos a ellos. En este baile los españoles son representados con un toro, entre todos los diablitos llegan a vencer al toro. Eso significa que el pueblo vence al conquistador y mantenemos así nuestras raíces que es muy importante”, explicó Bolaños.
Presentar ese rescate en Costa Rica y ante los ojos del mundo es algo que los 30 integrantes de este ensamble aprovechan cada vez que son invitados a un festival.
“Es interesante nosotros llegamos a otros países y nos reciben como artistas. La gente de Europa respeta el trabajo que todos los grupos llegan a hacer ahí. Para bailar estas danzas folclóricas tiene que nacerle a las personas, la gente tiene que sentirlo, eso es lo que la gente conoce como folclor”, dijo.
Para presentarse en festivales internacionales cada integrante debe de costearse su pasaje. Generalmente en Costa Rica los bailarines se dedican a esta pasión de manera aficionada.
“La consigna de nosotros es ir con mucha responsabilidad y demostrar la alegría con la que cuenta Costa Rica en nuestras danzas y nuestras músicas. Tratamos de llevar una muestras de cada provincia. El folclor de Europa es muy distinguido, es una danza muy lenta, suavecita. Entonces llegamos con estos alborotos, la marimba y la gente se vuelve loca. La gente adora el ritmo de los latinos”.
Preparación. La Compañía Folclórica Curubandá asevera que el baile que ponen en escena es proyección folclórica.
Según dijo Verónica Sancho, Coordinadora de Investigación del grupo, anteriormente ella y otras integrantes de Curubandá fueron parte de Curime y Kämuk, en el año 2000 se independizaron porque “aunque se cambie de grupo queda la espinita de seguir haciéndolo”.
“Un 25 de julio, no es el único día en el que se baila folclor. Se puede bailar durante otras fechas. La gente ha asociado que el folclor tiene que ver mayoritariamente con Guanacaste”, dijo.
Sancho mencionó que en su grupo entre una o dos veces por año llevan especialistas formados en diferentes disciplinas para que les brinden talleres.
“Nosotros invitamos a gente a darnos talleres, hemos hecho 30: se han abordado temas de manejo de voz, proyección, gritos y bombas. Corporalmente hemos tenido a profesionales como Humberto Canessa y bailarines de danza contemporánea. Últimamente hay muchachos que integran el grupo que han estudiado en academias de danza”.
Investigar en temas de coreografía y vestimenta es algo a lo que en Curubandá le dan prioridad.
“Nosotros nos preocupamos por investigar a fondo para montar las coreografías. Tratamos de tener cuidado. Nuestros trajes no son basados en los primeros que usamos. Hemos ido investigando. Hacemos trajes más fidedignos”, comentó.
Sancho agregó que en su agrupación velan por realizar un trabajo eficiente. Labor que han expuesto cuando se han presentado en festivales internacionales.
“Es muy importante porque da a conocer cosas del país y porque además en lo personal hace que cada integrante del grupo valore y se sienta orgulloso por lo que hace. Es uno de los elementos más importantes para que un grupo se fortalezca, si usted va a representar al país tiene que preocuparse de que las cosas salgan bien. Vieras que impresionante es oír el Himno Nacional en un festival. Es muy motivador”, dijo.
Al igual que en los grupos mencionados, Crubandá cuenta con aficionados, por lo que, para visitar otros países actúan con “solidaridad”.
“Cuando vamos de gira a otro país se hacen actividades para recolectar fondos. También todos los ingresos que recibimos en el grupo se invierten en vestuarios, utilería, escenografía y en la producción de espectáculos”, concluyó.