Charles Perrault se formó como licenciado en derecho y ocupó puestos de singular importancia en el reinado de Luis XIV. Fue inspector general de Obras, y compuso y corrigió inscripciones para los monumentos que se erigían en honor del soberano francés, el “Rey Sol”.
En 1671, Perrault ingresó en la prestigiosa Academia Francesa. En esa institución (aún existente) se reunían intelectuales seleccionados cuidadosamente por su sabiduría, para que discutieran sobre el idioma y la cultura, y para que produjesen obras gramaticales.
El abogado Perrault asumió la tarea de revisar y reformar horarios, estableció controles de asistencia, ideó nuevos sistemas de elección de candidatos, aumentó las horas de trabajo e impulsó el proyecto de crear un diccionario oficial. Al fin, Perrault fue nombrado director de la Academia como premio a su esfuerzo.
Entre antiguos y modernos. Charles Perrault mantenía una escasa relación con el mundo de la infancia; más bien, su obra evidenciaba preocupación por las leyes, la gramática y la política. Sin embargo, había escrito poemas –considerados verdaderas odas– a personajes influyentes del mundo intelectual de su época.
En 1687, en la Academia Francesa, el hombre de leyes inició la hoy célebre discusión entre “antiguos” y “modernos” cuando leyó el discurso El siglo de Luis el Grande . Según su tesis, los antiguos trataban de preservar la riqueza cultural grecorromana, y no dudaban en esculpir según los cánones griegos o en escribir en latín.
Por su parte, los modernos abandonaban los discursos ya conocidos y se esforzaban por presentar otras formas; evitaban caer en discursos trillados, y valoraban su idioma, aunque fuera expresado en voces populares.
Los académicos se alinearon en un bando o en el otro. Como resultado indirecto de esa polémica, apareció un libro de cuentos, obra que se convirtió en una pieza iniciática de la literatura infantil.
Relatos maravillosos. En medio de aquel intenso debate, quizá como distracción, Perrault se dedicó a escribir versiones de relatos populares. En ese entonces, con desprecio, se los llamaba “cuentos de viejas”.
Esa obra se titula Contes du temps passé o Contes de ma mère l'Oye; es una recopilación de relatos de la tradición oral y se publicó en 1697. En español se conoce el libro por Cuentos de antaño o Cuentos de mamá Gansa.
Perrault incluyó relatos que hoy nos resultan conocidos: Pulgarcito, Las hadas, La bella durmiente del bosque, Riquete el del copete, Caperucita Roja, Barba Azul, Maese Gato o El gato con botas, y Cenicienta o El zapatito de cristal.
Se le sumaron otros cuentos que Perrault había escrito en verso y dado a conocer con anterioridad: Grisélidis, Piel de asno y Los deseos ridículos. De manera inmediata, la obra cobró fama en los frecuentados salones literarios.
Se ha dudado de la autoría del libro pues apareció firmado por Pierre, hijo de Perrault; pero este dato es objetable pues el joven para entonces apenas contaba con 19 años, y los cuentos muestran una escritura de gran madurez. Además, se han rastreado caracteres de estilo semejantes en los cuentos que el padre había publicado antes.
Las ediciones posteriores han atribuido el libro a Charles Perrault, quien probablemente no quiso que su escritura literaria interfiriera con su labor académica.
Muchas fuentes. Resulta difícil determinar el origen exacto de cada uno de los cuentos y de conocer “su edad”. Por ejemplo, se encuentran vestigios de Cenicienta en relatos antiguos chinos. En el Oriente se narra la historia de Shih-Chieh, doncella que abandonó su calzado en el baile del señor de la Cueva. La versión japonesa se ha traducido como Flor de Ceniza.
Asimismo, encontramos un cuento egipcio sobre un faraón enamorado de una muchacha poseedora de una delicada sandalia. Esa “Cenicienta del Nilo” es llamada Rodophis o Nitocris. ¿Cuál de todos estos cuentos es más antiguo? ¿Cómo llegó el argumento a oídos del académico francés? No se sabe, pero lo cierto es que Perrault le dio el nombre con el que hoy lo conocemos universalmente: Cenicienta , o “Culocenizón”, como la reprendieron sus hermanastras con desdén.
No es de extrañar que una primera lectura cause sorpresa en los adultos. Caperucita Roja se desnuda para meterse a la cama con el lobo travestido, disfrazado de abuelita. En otro cuento, el rey quiere casarse con su hija, y, por este motivo, la princesa se ve forzada a huir protegida por una piel de asno.
También encontramos que la suegra de la bella durmiente es una ogresa, una devoradora de niños… ¿Son cuentos realmente infantiles? Provienen del folclor, de un tiempo en el que apenas empezaban a perfilarse las características de una literatura orientada hacia las personas menores.
Un fundador. Como lo apunta Angelo Nobile, en los primeros años de vida se cuenta con una “sensibilidad seleccionadora”. Por esto, es posible que lo que cause espanto en los adultos, produzca risotadas en los niños.
Los cuentos del académico francés han alimentado la fantasía de generaciones y se reeditan en el siglo XXI para transformarse y reinventarse infinitamente.
Recordamos a Charles Perrault a propósito de la celebración del 2 de abril, Día Internacional del Libro Infantil. La organización International Board on Books for Young People (IBBY) designó esta fecha pues se conmemora el natalicio de Hans Christian Andersen (1805-1875), emblemático escritor danés que, en definitiva, fue lector de Perrault.
El autor es docente e investigador de la literatura infantil en la Universidad de Costa Rica y la Universidad Nacional. Es autor de ‘Pedro y su teatrino maravilloso’, ‘La mujer que se sabía todos los cuentos’ y ‘El príncipe teje tapices’, entre otros libros.
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Fiesta grande. Celebración del Día Internacional del Libro Infantil:
Miércoles 2 de abril
Centro Multicultural Botica Solera (barrio México, San José). Teléfono 2233-0812, ext. 124.
9 a. m.: Cuentacuentos con Carlos Rubio y Mínor Arias.
2 p. m.: Charla Literatura infantil y álbum ilustrado , a cargo de Carlos Rubio, dirigida a educadores de primaria.
Entrada gratuita. Organizan: la Editorial Costa Rica, la Municipalidad de San José y la Universidad de Costa Rica.