Costa Rica ‘se viste’ con los mejores textiles internacionales

Más que fibras unidas entre sí para cumplir un fin utilitario, un textil es una obra de arte. Ese el motor que impulsa el I Encuentro Textil Iberoamericano que se celebra en Costa Rica del 6 de setiembre al 12 de octubre.

Esta iniciativa –organizada por la Red Iberoamericana de Textiles (Redtextilia)– reunirá en Costa Rica a 60 creadores nacionales, 82 internacionales y diez conferencistas especialistas en esta disciplina artística.

Ocho sedes distribuidas en San José, Cartago y Limón alojarán las exposiciones que permitirán al público tico conocer lo que se está haciendo en Iberoamérica con respecto al arte textil.

Las obras –procedentes de países como Estados Unidos, Chile, Argentina, Perú, Colombia, Venezuela, Guatemala, Uruguay, Cuba y España– fueron diseñadas bajo el lema “ Tradición sostenible e innovación responsable”.

“La creación de un textil no se limita a cortar, coser, tejer o hilvanar, es un proceso creativo y artístico muy amplio que da lugar a la experimentación como se puede apreciar en cada una de las exposiciones”, explicó la artista costarricense Paulina Ortiz, presidenta y fundadora de Redtextilia.

Fibras de innovación. La inauguración del Encuentro se llevará a cabo hoy, a las 7 p. m., en el Centro Cultural Costarricense Norteamericano, espacio en el que se exhibe la muestra “Continuidad e Innovación”.

Durante la ceremonia se anunciarán los ganadores de dicho certamen que fueron elegidos por un jurado de prestigio internacional.

Pero, si lo que le interesa es la creación textil costarricense, puede darse la vuelta por el Museo Municipal de Cartago.

Hilos, algodón, encaje, fieltro, vidrio, plástico, láminas de acrílico, conchas, fibras de bejuco y hasta plantas son algunos de los materiales que caracterizan las creaciones textiles con sello costarricense.

Algunas obras presentan formatos de objetos utilitarios como canastos, alfombras o vestidos, mientras que otras utilizan distintos lenguajes artísticos como escultura, instalación o arte objeto.

En su obra Las Marías de mi vida, la artista Li Briceño re coge historias de lucha de mujeres ejemplares. “Es una instalación que se compone de aros de bordar suspendidos y cada uno de ellos sujeta trozos de alguna creación manual que que perteneció a una de estas mujeres. Ellas me lo regalaron y de cada trozo de tela, o tejido hay una historia”, explicó Briceño.

Por su parte, Iris Terán manipuló un material como el vidrio como si fuera un textil para “tejer” una cartera. Celita Ulate también “tejió” con vidrio y macramé un poncho para proteger del frío a la abuela, mientras que Karen Clachar colocó en el techo estructuras circulares y coloridas que recuerdan las voladas enaguas que usan las mujeres en los bailes folclóricos.

Mario Acosta se valió de la impresión digital sobre textil para inmortalizar imágenes de sus amigos en su obra El viaje.

Los trabajos que se exhiben en esta muestra fueron seleccionados por un comité curatorial integrado por la historiadora y curadora de arte Ileana Alvarado, la docente y curadora de arte María Enriqueta Guardia y el diseñador gráfico y museógrafo Hugo Pineda.

El Encuentro ofrecerá, además, varias conferencias y talleres sobre el arte textil y algunos aspectos como el patrimonio, la creación, el diseño, la producción, la gestión y la educación.