El grupo Imago Danza organizó el espectáculo titulado 4 Contra corriente, constituido por propuestas que fueron rechazadas para ser parte de la reciente XXXV edición del Festival de coreógrafos Graciela Moreno del Teatro Nacional.
Estas obras tienen muchos aspectos en común que sin haber sido pensados con anterioridad le dieron unidad al espectáculo, ya que son creaciones en las cuales, sus autores, potenciaron el discurso basándose en el predominio de cuerpos bien entrenados. En ellas se ve buen desarrollo de secuencias que abordan el espacio en diferentes niveles. Poseen limpieza en la ejecución y algunos elementos de utilería que aluden a viajes como las maletas, entre otros. Y dos autores formaron parte del elenco de su coreografía. Además de duraciones que no pasan los 20 minutos. Sin embargo, cada una mantiene detalles de composiciones anteriores que dan el sello personal como la plástica escénica o las cualidades del movimiento utilizado.
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El primer trabajo fue el trío Breve relato de un gran trayecto de Javier Jiménez, quien se hizo acompañar de muy buena forma por Dayana Araya y Camila González. De este dinámico trabajo destaco el crecimiento interpretativo de González, especialmente al ejecutar el solo final.
De Alfonso Castro, es la primera creación que le veo y lleva como nombre Indio comido a aullar aprende que contó con música original y ejecutada en vivo por Daniel Garrigues, y la interpretó al lado de Paula Herrera, Pilar Aragón y Garry Rosales. Esta obra tiene mucho humor y nos entretuvo, mientras vimos a los bailarines jugar con sus cuerpos mediante interesantes diseños espaciales.
Después de un intermedio le llegó el turno a Luis Piedra que presentó Punto límite ejecutada por Juan Leiva, Ronny Marín, Adriana Villalobos y Paula Herrera. Al inicio y por la selección de la música nos recuerda a su emblemática Texturas urbanas, pero poco a poco piedra va dibujando otras imágenes con las que su equipo recrea de modo sutil el tema de incertidumbre.
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El trabajo final de la noche fue de Francisco Centeno, un cuarteto ejecutado por María Laura Jiménez, José Duarte, Javier Jiménez y Daniel Corea denominado La noche que nunca acabó. Esta obra tiene un interesante diseño plástico como los que acostumbra trabajar el autor y lo hace, con la intérprete que viene creando varias obras en Costa Rica. Centeno, nos sumergió en un mundo donde los cuatro personajes interactúan con movimientos periféricos fraseados de manera compleja y en tiempos acelerados. María Laura Jiménez ya domina su cuerpo con maestría, mas le falta dosificar su interpretación para poder entregar mayor diversidad de emociones en sus papeles protagónicos.
No obstante, frecuentemente, y no solo en esta función, me cuesta relacionar los títulos de las obras con los contenidos expuestos, ya que muchas veces, estos me generan distorsión o distracción. Esos nombres parecen forzados a encajar en algo que no esta presente con suficiente claridad en la coreografía. Esto es algo que caracteriza a toda la danza en Costa Rica.
Pero más allá de este detalle, Con 4 Contra corriente ganó el público al poder apreciar una temporada en la que la danza fue la protagonista.
FICHA TÉCNICA
4 Contra corriente
Coreografía: Javier Jiménez, Alfonso Castro, Luis Piedra y Francisco Centeno
Fecha: 8 de setiembre 2018, 8 p. m.
Lugar: Teatro de la Danza