El nuevo texto de la connotada Claudia Barrionuevo es una clara lanza al corazón. Todos los que han pisado el Teatro Nacional cuentan con memorias bellas, ya sea coleccionadas durante la realización de un concierto, un montaje teatral, una presentación de danza...
En No me preguntés a qué he venido, la autora invita al público a valorar la historia, arquitectura y procesos de conservación del Teatro Nacional de Costa Rica, a través de la figura de una restauradora que ha cuidado el Teatro por 31 años. Asimismo, es un homenaje a la restauradora Carmen Marín, quien falleció este 2021 y que cuidó con esmero el recinto.
Esta carta de amor al teatro, en forma de monólogo, está actuado por Marta Monge. Estará en escena del 25 de noviembre al 5 de diciembre los jueves, viernes y sábados a las 7 p. m., mientras que los domingos la función será a las 5 p.m.
Lo que se cuenta
Como un pequeño resumen, adelantamos que el argumento de No me preguntés a qué he venido se desarrolla en una noche especial, una velada en la que una restauradora llega al Teatro Nacional a encontrarse con el que ha sido el amor de su vida.
Durante la espera, la mujer evocará los momentos más significativos de una relación de tres décadas, relatando anécdotas dramáticas y desgarradoras, otras fascinantes y divertidas, las cuales ha vivido en los pasillos y tras bastidores del emblemático recinto josefino.
Este es el primer monólogo escrito por la dramaturga Claudia Barrionuevo, quien cuenta que significó un cambio en su forma de abordar un texto.
“Para mí fue un reto escribir mi primer monólogo y en tan poco tiempo. Sin embargo disfruté enormemente, tanto la investigación como la creación artística. Mi intención con el texto ha sido crear una declaración de amor muy entretenida que, contándole una pequeña historia al espectador, al mismo tiempo lo lleve a transitar por un sinfín de emociones, desde la ternura hasta el amor, pasando por el enamoramiento, el dolor y el miedo”, dijo la dramaturga.
El equipo creativo de No me preguntés a qué he venido está conformado por Natalia Regidor, asistente de dirección; Diana Zuleta, conceptualización, diseño espacial y visual; Carlos Escalante, compositor musical; Micaela Canales, diseño de vestuario y utilería; Priscilla McGuinness, diseño de maquillaje y, David Rojas, en el diseño de luces.
“Con esta puesta en escena el Teatro Nacional rinde homenaje a la restauradora Carmen Marín, quien falleció este año y que nos dejó el corazón roto. Además, nos dejó como gran misión reivindicar la conservación en el país, una inversión importante para el resguardo de la historia. Esta obra es un poema para descubrir el Teatro, sus procesos de conservación, sus obras de arte, trabajos y procesos que muchas veces están invisibilizados”, manifestó Karina Salguero Moya, directora del Teatro Nacional.
La entrada general para disfrutar el monólogo tiene un precio de ₡8.000; los estudiantes y adultos mayores pagan ₡5.200 Las entradas pueden adquirirse en el sitio web https://boleteria.teatronacional.go.cr.