El Teatro Nacional vivió ayer una noche de fiesta para los artistas, gestores culturales y comunicadores que con su trabajo demuestran que Costa Rica es sinónimo de talento.
Nombres relevantes de la danza, el teatro, la literatura, el cine y la música se llevaron los aplausos del recinto, colmado casi a su máxima capacidad, como el cineasta Esteban Ramírez, la periodista María Isabel Sánchez Reyes, el director musical Irwin Hoffman, el artista visual Roberto Guerrero y el cuentista y arquitecto Diego Van Der Laat.
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Pero, sin duda, una de las vitoreadas por los presentes fue María Mayela Padilla, merecedora del Premio Nacional de Patrimonio Inmaterial Emilia Prieto.
Cuando la gala llegaba casi a las dos horas, la icónica voz de esta oriunda de San Ignacio de Acosta acabó con el carácter serio y formal de la ceremonia, cuando la luz de los reflectores anunció que caminaba entre el público recitando el poema La carta.
La composición de Padilla, que arrancó risas entre el público, era un mensaje de amor a Chalo, un “panzón” que se marchó y le arrebató la alegría y la ilusión.
Padilla fue galardonada gracias a casi medio siglo de trayectoria en la divulgación de las tradiciones orales del Valle Central a través de diferentes medios: libros, programas de radio y televisión, cine y redes sociales.
Además, se le reconoció la promoción y el impulso a las tradiciones campesinas costarricenses.
“Un premio como este es uno de los pocos estímulos que existen en nuestro país para las personas que dedicamos parte de nuestras vidas al rescate de las manifestaciones culturales y artísticas de nuestro pueblo”, afirmó al recibir el premio en sus manos.
Padilla dijo ser “maicera de pura cepa, y a mucho orgullo”.
Letras. Otro de los momentos culminantes de la noche se vivió con la entrega del premio Magón a Rónald Bonilla, por su trabajo constante en favor de la creatividad literaria.
Bonilla aprovechó la ocasión para declamar Recurso de amparo , un poema inédito que invitó a la reflexión a todos los asistentes a la ceremonia.
En su discurso de aceptación del premio, el poeta se refirió a su oficio como “un acto contestatario de rebeldía permanente”.
Asimismo, Bonilla criticó el poco espacio que se dedica a la difusión cultural y las muestras de solidaridad humana en medios de comunicación, y en su lugar se dedica el grueso de las informaciones a los espectáculos, el fútbol y a noticias de corte amarillista.
Los galardones fueron entregados por la ministra de Cultura, Sylvie Durán, y la presidenta en ejercicio, Ana Helena Chacón.
“No es en vano que, a lo largo de los años, el carácter de esta premiación haya evolucionado para ir abarcando, de manera cada vez más diversa y por lo tanto, más justa, las variadas formas de la expresión cultural”, comentó Durán.