Cuando estudiaba en la Universidad de Indiana, Dan Boyarski imaginó que su existencia se desarrollaría en dos dimensiones. En ese momento no había duda: su vida era el diseño, y el diseño existía solo en el papel. Eso fue en la década de los 60. Ahora, Dan ve el diseño donde pocos lo ven: en las conversaciones en una cafetería, en las aulas de clases y en el hombre que revisa su Facebook en el autobús.
La vida –pero en especial su curiosidad– lo alejó de sus amados impresos y lo acercó al diseño mediado por las tecnologías informáticas y al diseño de interacciones, que analiza la vida cotidiana y la relación que tienen las personas con la tecnología para buscar formas de que sean gratificantes y beneficiosas.
Boyarski está pronto a retirarse del cargo de director de la Escuela de Diseño de la Universidad Carnegie Mellon (Pensilvania) y da charlas acerca del diseño de interacción y la comunicación en nuevos medios. Estas últimas las respalda con conocimientos adquiridos en su larga trayectoria, que incluye investigaciones realizadas para empresas como Samsung, IBM, Nortel Networks y Microsoft, e instituciones como el Museo de Arte de Carnegie.
Dan Boyarski ofreció una de sus charlas el martes 11 de febrero en la Universidad Véritas. El encuentro fue organizado por la Escuela de Diseño de Interacción de esa misma casa de estudios. Conversamos con él acerca del diseño y las nuevas tecnologías: hoy inseparables.
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–¿De qué manera ha cambiado el diseño gracias a la creciente incorporación de las tecnologías informáticas en la vida cotidiana?
–El cambio más significativo es que ahora, además de papel, tenemos pantallas: de computadoras, de tabletas, de teléfonos…
”Todos estos aparatos se usan en momentos distintos y de formas diferentes. Por lo tanto, los diseñadores debemos entender el contexto en que las personas usan cada dispositivo para adecuar el mensaje. Cuando entendemos al público y su medio, diseñamos mejor.
”Sin embargo, creo que el diseño –ya sea impreso o informático– tiene una función que nunca cambiará: comunicar. También se mantienen principios esenciales, como la claridad, la eficiencia y la accesibilidad”.
–Con las tecnologías informáticas existe la oportunidad de incluir texto, sonido, imagen y video en un mismo mensaje. ¿Cuáles son los retos que presenta esta característica a los diseñadores?
–Diseñar se ha vuelto una labor mucho más interesante y retadora, pero también complicada. Ahora tenemos una caja de herramientas más grande: podemos recurrir a más que el texto estático y las imágenes.
”Debemos pensar cuidadosamente cuándo usar video, sonido, música, colores o texto, ya que cada elemento cambia la forma en que el público entiende lo que queremos decir. Hoy existen tantas formas de comunicar que es fácil alterar el mensaje sin intención. Es algo que hay que evitar”.
–Sin embargo, la posibilidad de incluir diferentes medios en un diseño puede ofrecernos un mensaje mucho más atractivo…
–Sí, es cierto. El mensaje puede ser más dinámico, y es una de las cosas más emocionantes de la era de la informática. Por ejemplo: estamos acostumbrados a la tipografía estática de los libros y los periódicos, pero ahora podemos liberar el texto de la estructura de la página y mostrarlo en movimiento; además, es posible modificar su velocidad y su tamaño. Si empleamos bien estos elementos, podemos hacer que las palabras sean más expresivas. Es fantástico.
–En sus conferencias, usted habla del tiempo como un elemento del diseño para las tecnologías informáticas. ¿Puede explicarnos esta idea un poco más?
–Por supuesto. Cuando un diseñador diagrama un libro, tiene varios elementos: el tamaño de la página, la secuencia de hojas, la tipografía y las imágenes; pero todo se mantiene en la hoja, es estático, no cambia.
”No digo que eso sea malo; sin embargo, con las nuevas tecnologías es posible presentar las palabras en una secuencia con un ritmo determinado por el diseñador. Podemos hacer que las palabras aparezcan de manera lenta o rápida en la pantalla y hacer pausas de algunos segundos: en fin, jugar con el tiempo.
”Me gusta comparar lo anterior con el cine, compuesto de imágenes presentadas en el tiempo. También podemos establecer similitudes con la danza ya que nos ofrece movimientos y poses que ocurren en un lapso determinado. Si presentamos la palabra escrita de esta manera, podemos reforzar la emotividad de los mensajes”.
–Se dice que la lectura no es lineal en Internet gracias a los enlaces y a la utilización videos, sonidos y textos. ¿Qué implicaciones tiene esto para el diseño?
–En Internet, muchos usuarios leen en desorden: ya no hay principios o finales claros en un producto comunicativo. Es como tomar un libro y arrancarle las páginas: son independientes unas de otras.
”Las generaciones que crecieron con las computadoras están acostumbradas a tomar cosas de diferentes lugares y a crear algo nuevo. Por esto, los diseñadores deben presentar los mensajes de forma que puedan leerse de diferentes maneras, y, aún así, deben transmitir lo que quiere decirse. En cierta forma, el diseño y la escritura tradicional se están redefiniendo”.
–En los últimos años se han producido dispositivos que tratan de emular la experiencia de leer de un libro, como el Kindle o el Nook. ¿Puede el diseño brindarnos nuevas formas de experimentar la lectura?
–Esto me parece muy interesante. Parte del problema es que seguimos uniendo la palabra “leer” con “libro”. Las personas dicen: “Déjame mostrarte un libro en mi tableta”. Aquí hay una disonancia.
”Los aparatos como el Kindle o el Nook se esfuerzan mucho en hacer que la pantalla se vea como una hoja de libro: hasta se trata de emular la acción de pasar las páginas. Son como una copia, pero todavía no se sienten completamente cómodos, aunque a muchos pueden gustarles.
”Con toda la tecnología que poseemos y la que se creará en los próximos años, me parece fundamental preguntarse: ¿cómo será leer en el futuro?, ¿qué habrá además de libros?”.
–¿Qué características debe tener un buen diseño?
–En primer lugar, el mensaje debe ser claro. También es bueno que sea una idea simple, aunque la ejecución puede ser muy elaborada. Por otra parte, hay que ser sincero con el público acerca de la intención de la pieza: ¿para qué sirve este mensaje?, ¿por qué quise comunicarlo?, ¿qué significa cada componente?...
”Otro principio es entender el diseño en el contexto: ¿en cuáles situaciones y en cuál ambiente interactuará el público con el diseño?
”Al final, el buen diseño es invisible. El público no debería pensar en el diseño porque es tan fácil de usar que no nota que existe. A muchos diseñadores jóvenes les cuesta entender porque quieren mostrarle al mundo que su pieza es valiosa.
”Para ser buen diseñador, debe entenderse la disciplina. Hay que tener claro en qué consiste el diseño realmente. Aquellos que lo estudian y lo practican durante muchos años se vuelven buenos o excelentes. Los que son principiantes presentan algo extraordinario en muy pocas ocasiones
”Es importante resaltar el papel de las escuelas de diseño. En ellas puede estudiarse lo que ha pasado en el área, lo que está pasando e inventar, en cierta forma, lo que sucederá en los próximos años”.
–¿Qué depara el futuro para el diseño?
–Es difícil saberlo: podría ser cualquier cosa. En la era de la informática hay muchas modas, pero pocas de ellas logran crecer lo suficiente para que el público pueda digerirlas y aprehenderlas.
–Usted ha dicho que el diseño fue fundamental en el desarrollo del comercio en la segunda mitad del siglo XX y que todavía lo es. ¿Qué aportes puede realizar a la educación?
–Bueno, si hablamos de educación, podemos referirnos al diseño de interacciones. El caso más claro es la educación a distancia. En ella deben crearse situaciones en que los estudiantes reciban el material, lo revisen y aprendan sin la necesidad de que un profesor esté con ellos para guiarlos.
”Aquí todavía hay camino por recorrer: la tecnología y el diseño pueden hacer mucho más. Para mí, el diseño debe aportar mucho a nuestra vida cotidiana”.