Hace diez años, David Ulloa Chacón estaba por salir del clóset, asumirse como gay. Para ese entonces, su única conexión con el mundo de los jóvenes homosexuales era por medio de la literatura y el cine.
“Esa fue mi forma de entender y comprender que había más personas como yo, que piensan como yo, personajes ficticios, sí, pero que llevaban sus vidas como ellos querían”, explicó Ulloa en una llamada telefónica.
El paso lógico fue empezar a escribir sus propios relatos de ficción, en un blog que se llamó Los muchachos de antes no vestían de rosado.
Ahí escribió varias historias sobre lo que significaba ser un joven gay en Costa Rica, siempre con moraleja.
“En algún momento eso se desgató porque, a ver, tu vida no siempre puede ser un ejemplo para la sociedad, vivir así sería muy cansado. Entonces llegué a esa disyuntiva. Pero al ser una persona gay, teniendo una plataforma –por pequeña que fuera– quería hacer algo”, comentó el escritor.
Ese ‘algo’ se transformó en los nueve relatos que componen Cartas a hombres, de la editorial Feliz Feliz, una serie de relatos que retrata la juventud gay del Valle Central en Costa Rica.
Los relatos retratan vivencias personales de un joven como muchos que ha crecido atravesado por el activismo y el aprendizaje tardío de ligar en el mundo gay.
“Yo dejo el activismo a otras áreas de mi vida, me propuse que este libro no sería un panfleto político, pero creo que para un hombre gay el solo hecho de existir ya es una reivindicación”, comentó Ulloa.
El libro se presentará el sábado 3 de febrero en el bar Woki en barrio la California, San José. La lectura de algunos de los cuentos iniciará a las 8 p. m. y la entrada será gratuita.
– Usted entrevista a Luis Negrón en el 2012 y le dice que está desencantado de la literatura con temática gay, que no quiere que su activismo sobrepase la literatura. ¿Cómo logra balancear esas dos partes en Cartas a hombres?
– Luis Negrón fue muy importante para este libro. Antes de entrevistarlo me leí Mundo cruel, un libro en el que no se fuerza la responsabilidad de hacer algo, de decir algo para cambiar las cosas que no están bien. Él solo cuenta historias de su pueblo, de su país, de personas que eran felices siendo lo que eran, sin la necesidad de que alguien los validara.
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"Cuando lo entrevisto, le pregunto cómo separar esas dos motivaciones y el me dijo que la literatura no era un panfleto. Si yo quería seguir trabajando para revindicar derechos, tenía que hacerlo desde otros espacios, donde no comprometiera el arte que quería hacer. En ese momento se iluminó todo. No me sentía mala persona si contaba cosas que no fuera este acto supergrande y reivindicador."
– ¿Siempre fue el plan partir de sus experiencias?
– Empecé escribiendo ficción, pero no me sentí cómodo. Me di cuenta que lo mejor que había escrito hasta ese punto eran experiencias personales, textos que compartía en redes sociales y a la gente le gustaba.
"Entonces pensé en convertir mis experiencias personales, de estos diez años desde que salí del clóset y me asumí como mae gay, en relatos más trabajados."
– Hay un espíritu de la época englobado en los textos, aplicaciones para buscar sexo, comentarios sobre poliamor, cuestionamientos sobre masculinidad...
– Sí, creo que soy un hijo gay de las circunstancias. No te digo que no he sufrido, pero sí creo que he tenido el privilegio de vivir una vida sexual libre y he tenido las circunstancias para hacerlo así como he querido y eso se refleja muchísimo en lo que escribo y lo que he vivido.
"Salí del clóset en el 2008 y en el 2010, cuando llegó Justo Orozco en la Asamblea Legislativa, nos benefició como gays, porque las cosas explotaron y no se han dejado de mover. He pasado mi vida adulta inmerso en ese proceso que ha cambiado mi forma de relacionarme, porque nunca he tenido que esconderme como gay".
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"Es imposible representar a toda la comunidad gay en un solo proyecto, en una sola iniciativa, porque somos diversos, y toda la comunidad somos diferentes. Siempre digo que la comunidad LGTBI somos como un álbum de postalitas y Cartas a hombres es una postal más ahí pegada, es mi aporte, una foto de un momento, de un sector de hombres gay jóvenes que han vivido esta época de movimiento y avance."
– El lenguaje del libro es directo y explícito y tiene mucha sorna. ¿Por qué es importante el humor para contar estas historias?
– Creo que el humor es una herramienta que, para todo mundo, pero especialmente para la comunidad gay, es una herramienta de defensa y de darse amor propio muy particular. Se ha usado desde siempre, pero yo la uso mucho, para romper el hielo, por ejemplo, para que mi espacio de amigos, de estudio o de trabajo, sepan que soy gay. Que si sale un hombre en tele y los hombres dicen 'vea que guapa', yo pueda decir 'más guapo ese mae' y nos podamos reír todos. El humor es una buena estrategia para lograr ese cometido, para que esa parte de mi vida no quede oculta.
– Al visibilizar, terminó haciendo una reivindicación...
– Me gustaría que este libro dejara claro que todos somos iguales pero diferentes. En el libro queda claro que esa persona está buscando el amor, que quiere enamorarse, que siempre está buscando compañía sexual, romántica, amorosa o de familia. Y todos somos iguales en eso, solo que en este caso es un hombre gay quien lo hace, con sus códigos, sus dinámicas y que a veces vivimos realidades diferentes.
"Quiero visibilizar esa libertad con la que me he desarrollado. Creo que muchos colectivos LGTBI creen que la lucha última es el matrimonio igualitario y yo creo que no, que la lucha última es la libertad de todos, vivir esa libertad de forma segura.
– Se trata de mostrar sus propias postalitas...
– Si vos querés casarte, tener dos hijos y dos perritos, ojalá lo podás hacer. Pero si yo quiero vivir mi vida contratando putos, viviendo soltero o yendo todas las noches al sauna a tener sexo casual, también puedo hacer eso. Tener dos parejas, o lo que sea. Todas son formas de ser felices, son válidas y por eso deberíamos luchar, para vivir sin sentirnos juzgados, por no recibir juicios ni siquiera dentro de la misma comunidad.
"Este libro es defender esa libertad y también para que las personas que están allá afuera encuentren validación. Que la gente sepa que podés ser así, afeminado, que yo lo hice y sepan que se pueden dar el permiso. Ojalá el libro le llegue a esas personas que están sedientas de encontrarse en imágenes e historias".