Las tensiones en el Centro Nacional de Música (CNM), que cobija a instituciones como la Orquesta Sinfónica Nacional (OSN) y el Instituto Nacional de Música (INM), están in crescendo.
El jueves 4 de octubre, Federico Molina Campos renunció a su cargo como director del CNM luego de que la violista Irene Monterroso González, quien forma parte de la Sinfónica y de la seccional de la Asociación Nacional de Empleados Públicos (ANEP) en la entidad, denunciara que él le gritó y la trató con agresividad en una cita de negociación de la convención colectiva.
Molina, pianista cartaginés, ocupó cuatro meses el puesto y fue nombrado por Nayuribe Guadamuz Rosales, ministra de Cultura y Juventud, después de despedir por correo electrónico a Mercedes Sánchez y a otros tres directores la noche del 11 de mayo pasado.
Antes, él estuvo al frente de la Compañía Lírica Nacional entre el 17 de mayo del 2022 y el 2 de mayo de 2023, cuando renunció por diferencias de visión acerca de esa organización.
Este viernes 6 de octubre, la ANEP dio a conocer el supuesto maltrato a Monterroso por medio de un video y le envió una carta a la jerarca de Cultura en que repudia el “espectáculo de autoritarismo” del director del CNM y solicita una investigación sobre los acontecimientos.
Además, detalla el documento, “de llegar a comprobarse el maltrato que sufrió la funcionaria por parte del alto jerarca, se proceda a tomar las medidas necesarias para que estos lamentables actos no vuelvan a ocurrir en ninguna institución pública”.
¿Qué fue exactamente lo que pasó?
Al consultar a algunos de los participantes en la cita, les contamos la forma en que recuerdan los hechos.
A las 2 de la tarde del jueves, el entonces director del CNM, el director del Instituto Nacional de Música, una mediadora del Ministerio de Trabajo y Seguridad Social, tres músicos de la Sinfónica que están en la seccional de la ANEP, abogados del Ministerio de Cultura y Juventud y el asesor sindical de la ANEP, Álvaro Valverde Granados, se reunieron, como estaba programado, para negociar la convención colectiva de la Sinfónica.
Como es usual, la secretaria de la dirección del CNM, Hazel Fallas, les informó que grabaría la reunión.
Unos 40 minutos después, Irene Monterroso preguntó si el director del Instituto Nacional de Música (INM), era saxofonista. “Me referí a don Ricardo Chaves. No lo conozco mucho. Dudé si tocaba saxofón. Fue entonces cuando don Federico empezó a gritar sobre la nada”, contó la violista de 41 años y con dos décadas en la Sinfónica.
Según afirma, los airados reclamos de Molina se debían a que, según él, Monterroso debería saber cuáles son los atestados de Chaves y que su pregunta era una falta de respeto.
Martín Bonilla, trombonista de la Orquesta y presidente de la seccional de la ANEP, respalda la versión de Monterroso y afirma que Molina alzó la voz e, incluso, golpeó la mesa. “Estaba muy agresivo”, aseveró. De hecho, él le dijo que no iba a permitir que tomara “esas actitudes”.
“Acto seguido, el señor Molina se pone de pie y de manera soberbia la recrimina, denigrando su ego y dignidad como mujer. Fue tal la escena que la señora Irene no pudo contener el llanto y se vio obligada a abandonar la mesa negociadora. Los presentes quedaron en shock y no les quedó más remedio que suspender la actividad”, agregó la ANEP en su comunicación.
Monterroso reconoce que trató de estar tranquila y manejar la situación, pero que fue demasiado. Al retirarse entre lágrimas, le dijo a Molina que posiblemente él no hubiese tratado así a un hombre de dos metros, puntualiza.
Ya sin la música en la sala, el entonces director se disculpó por el exabrupto con los presentes, narró Bonilla.
“Irene estaba tranquila. Pienso que estas situaciones surgen de cosas que se vienen acumulando. El viernes anterior en una reunión con él (Molina), nosotros cuestionamos la presencia de Ricardo Chaves”, agregó el trombonista, quien suma 14 años y medio en la Sinfónica.
“Me sentí muy agredida”, expresa la violista. A su juicio, aunque no hay justificación para la violencia, sí hay que entender que ellos han sido músicos que han denunciado muchas situaciones con las que no están de acuerdo en la Sinfónica, como el hecho de que no se han reemplazado plazas, que haya compañeros que toquen gratis en algunos conciertos y la precarización de la situación laboral para los jóvenes músicos.
“Es lamentable que en el 2023 se sigan viviendo estas situaciones”, afirma.
Luego de varios mensajes por WhatsApp, Federico Molina le respondió a La Nación una llamada telefónica y dijo que no tenía comentarios al respecto. Al insistir en que quedan muchas preguntas acerca de la reunión, agregó: “No tengo comentarios. El tema será visto desde otra perspectiva; tiene que ser analizado por mis abogados”.
Debido a que se informó de que este tipo de reuniones siempre se graban y se pidió permiso a los presentes para hacerlo, se solicitó el audio al departamento de Comunicación del CNM. No obstante, Danny León, de esa oficina, explicó que no contaban con el audio ya que la secretaria le informó que por error no le dio Rec (grabar).
Acerca de esta situación, el despacho de la ministra de Cultura respondió por correo electrónico que se aceptó la renuncia de Molina y habló de “la gestión de la ética” en la cartera.
“En relación con las declaraciones que circulan en medios de comunicación, mediante las cuales se ventila información sobre un evento que, en apariencia, violentó la integridad de una mujer funcionaria de nuestra querida institución, se dio por recibida de forma inmediata la renuncia del director y se están generando las coordinaciones internas para que la gestión de ética sea un asunto colectivo en el Ministerio de Cultura y Juventud, que sea transversal a la totalidad de las actividades y procesos ministeriales, lo cual debe quedar evidenciado en las actuaciones diarias y toma de decisiones de las personas servidoras”, expresó.
La propia Guadamuz tendrá como recargo la dirección del CNM, según lo dio a conocer este viernes por la mañana, luego de agradecerle a Molina su trabajo. Esto mientras se designa a una nueva persona como titular de la institución.
En una carta que la jerarca dirigió a funcionarios del CNM les informó que Ricardo Chaves Cordero, director del Instituto Nacional de la Música, fue designado como enlace administrativo y sustantivo en apoyo a la Dirección General del CNM.