No es extraño escuchar en la redacción de La Nación, en Tibás, las risas de Doriam Díaz. Con su carácter jovial saluda todos los días a sus compañeros, y siempre aprovecha la oportunidad para contarles algún episodio o prestarles un libro afirmando “me acordé de vos”.
Fue en esta redacción, en la que tantas noticias ha conocido y escrito, que Doriam Díaz se dio cuenta este miércoles 5 de febrero –por un tuit– que ella era la ganadora del Premio Nacional Joaquín García Monge de Comunicación Cultural 2019.
La noticia la recibió con lágrimas de felicidad, acompañadas de sus características risas.
“Este reconocimiento significa un espaldarazo para el periodismo cultural hecho con pasión, rigor y trabajo serio. También es un espaldarazo para el medio y para que se conserven esos espacios para nutrirse del arte y la cultura costarricense que la gente agradece”, afirmó la editora del suplemento Áncora de La Nación.
El fallo del jurado del premio destacó su trabajo “por su calidad y variedad de producción periodística en el campo de la comunicación cultural en la que aborda temas concernientes, no solo a las artes costarricenses, sino también a otras áreas del quehacer cultural nacional”.
Díaz tiene 25 años de carrera en el periodismo cultural, 22 de ellos trabajando en el diario La Nación.
Durante el 2019, en Áncora publicó entrevistas con distintas figuras del medio artístico, como Guido Sáenz, Anacristina Rossi y Lara Ríos, contó el hallazgo de 47 municiones de la guerra contra los filibusteros, así como el legado del icónico restaurante Chelles.
“Me gustan las artes, me gusta la cultura y también el arte popular y creo que eso se refleja en la cobertura. No soy de las que piensa que se escribe para un público culto que está en un Olimpo y que solo hay que escribir de una forma. Creo que todos consumen arte y todos les interesa las diferentes manifestaciones culturales, y por eso hay un estilo que propicia esa variedad", afirmó la periodista de 44 años.
‘No escribimos con una inspiración de las musas’
Doriam Díaz asegura que su camino en el periodismo estaba marcado desde el momento en que su madre leyó el nombre Doriam en la sección La Nación y decidió llamarla así.
Su amor por las artes inició desde que aprendió a leer y conoció obras clásicas costarricenses como Cuentos de mi Tía Panchita y Marcos Ramírez. Del periodismo, Doriam se enamoró leyendo al corresponsal de guerra Beltrán de la Grande.
Fue en el Semanario Universidad donde Doriam reunió sus dos pasiones, por sugerencia del periodista Manuel Bermúdez. Su primera gran cobertura como periodista de cultura fue, curiosamente, los Premios Nacionales de Cultura de 1995. Aquella asignación, Díaz la califica como “un desastre”.
“Conocía poco, puse las cosas como no eran y no me informé bien. Me dio tanta vergüenza estar tan desentendida que dije: ‘esto no me vuelve a pasar’ y me propuse preguntar, averiguar e investigar a profundidad para todas mis notas sin importar su tamaño”, comentó.
Su compromiso con la cultura nacional la llevó a destacarse en el medio artístico, siendo en 1996 la encargada de la sección en Universidad, esto al mismo tiempo que hacía su práctica profesional en La Nación. Ese mismo año dejó el Semanario y se dedicó de lleno a La Nación, en el que Díaz ha sido periodista de Aldea Global, editora de Viva y, desde el 2017, editora de Áncora.
Por esta labor, Díaz fue postulada por una amiga al premio nacional que recibirá en una ceremonia en el Teatro Nacional el lunes 25 de mayo.
“Creo que en el periodismo cultural se puede hacer una labor tan rigurosa como en cualquier otro periodismo. No escribimos con una inspiración de las musas, sino reporteamos e investigamos con seriedad. Si no se toma en cuenta eso, se hacen artículos de agua tibia, y detesto los textos agua tibia”, aseguró.
“Escribo para que la gente se acerque, pues creo firmemente que a mucha gente le parece valioso saber más de esto. El desafío es seguir produciendo contenidos importantes y que tengan un buen desempeño en las audiencias”, finalizó Díaz.