Si ya es poco usual encontrar títulos de literatura fantástica costarricense en las repisas de las librerías, mucho más atípico es toparse con una saga enraizada en este género.
El autor nacional Rod Saturnine, desde el lanzamiento de su ópera prima La luz al final del mundo, había declarado sus intenciones de arriesgarse y construir una saga fantástica propia. Su primer libro, que relata la historia de Clara, una joven hija de la propia Muerte, lleva más de un año en el mercado y ha tenido una gran acogida.
En la pasada Feria del Libro el autor publicó El príncipe de Cristal, texto que pertenece a su universo, a pesar de no presentar los mismos personajes que aparecen en su novela anterior. Sobre el auge de sus mundos creados conversó con Viva.
–Tengo entendido que El Príncipe de Cristal no es una secuela directa de su libro anterior, sino una suerte de spin-off. ¿Cómo entra este título en su universo literario?
–A mí me gusta llamarlo un libro paralelo. Yo dispuse la saga con un hilo central que es la historia de Clara, que será contada en tres libros. En medio de esos tres libros, hay dos títulos de historias en paralelo. Con este nuevo libro los hechos suceden al mismo tiempo que en La luz al final del mundo y se cuenta cómo fue que se originaron muchos eventos que vemos en el primer libro.
–¿Con otros personajes?
–Sí. Es un mundo alterno. El tema central del universo es el destino. El destino es un personaje, así que tengo la oportunidad de entrelazar los hilos menores con la historia mayor. Algo que podía ser un detalle en el primer libro puede ser muy importante en este. Es justo lo que hubiera querido que sucediera con mis libros favoritos como lector: poder meterme aún más en la historia.
–¿Tenía muy claro cómo sería esta historia paralela al momento de escribir su primer libro?
–Sí. Yo desde antes escribí muchos mitos, tengo compendios de historias y leyendas que no saldrán a la luz, sino que sirven para armar estos mundos. Tampoco me gusta llegar a un libro más avanzado en la saga y explicar cosas pesadas, así que tenía planeado armar historias paralelas desde antes para no cargar a mis personajes con demasiada información.
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–¿Cuándo comenzó a escribir esta historia paralela?
–Tenía muy claro los eventos principales así que fue de inmediato, dos meses después de la publicación del primer libro. Solo sabía cómo terminaba la historia. Uno de los temas más importantes es la pérdida y, durante la escritura, mi papá falleció, lo cual hizo que cambiara la dirección del libro. Así, la ficción se perdió y se direccionó de una manera más sincera".
“Fue el luto interfiriendo en la historia. Inició siendo una historia superficial y luego se hizo más simbólica a causa de eso, de ese momento después de una tragedia, donde nada está claro ni ordenado. El Príncipe de Cristal cree que su padre sobrevivió de una tragedia y, conforme avanza la historia, se exploran las esperanzas y las negaciones de muchos sentimientos. Después entra el mito de aventura fantástica en que se suman al príncipe y otros seres que se le unen para luchar contra un mal abstracto; una organización secreta. No quiero hablar sobre el final, pero no quería que los personajes hicieran algo imposible para remediar la maldad. Hay un sentimiento de que se ganó, pero a la vez se perdió este enfrentamiento”.
El Príncipe de Cristal se puede conseguir en la Librería Internacional y Librería Lehmann a un costo de ¢8.900. El próximo diciembre se lanzará el tercer libro de la saga y para diciembre del 2020 se prevé el estreno de una adaptación cinematográfica de La luz al final del mundo.