En la danza, un cuerpo es un pincel y cada movimiento es un trazo. Una vez al año, el Festival de Coreógrafos Graciela Moreno se apropia del Teatro Nacional para desbordarlo con estrenos.
La celebración número 32 se realizará a partir del 19 de noviembre y hasta el domingo 22.
De las 40 propuestas consideradas durante las audiciones, la Comisión Curatorial eligió a 16, divididas en tres categorías: dos de ellas pertenecientes a Primera Llamada (creadores que participan por primera vez); 14 trabajos de Segunda Llamada (participantes entre dos y diez ediciones del festival) y dos piezas de Tercera Llamada (coreógrafos con más de diez años en el festival).
Acorde a la tradición del festival, la presente edición será dedicada a la maestra Elena Gutiérrez, quien creó la Compañía Nacional de Danza en 1979.
En su honor, el domingo se proyectarán tres de sus coreografías: Bienaventurados (1978), Gloria y alma (1997) y Aurora (1998).
Este año, la noche de inauguración del jueves incluirá, además, un homenaje al legado de los bailarines Julián Calderón (1930-2015) y Ofir León (1975-2015); como también un recordatorio al cincuentenario de la Tragedia Choluteca, un accidente de autobús ocurrido en 1965 en dicha ciudad hondureña y que causó la muerte de 54 bailarines.
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Como en años anteriores, antes de las presentaciones (que se harán a las 8 p. m.), el Teatro Nacional ofrecerá en su foyer un encuentro con los coreógrafos de la función. Esta actividad de antesala se realizará de 7 a 7:30 p. m., cada noche.
El precio de las entradas será de ¢5.000 para público general y pueden adquirirse con antelación en las boleterías digital y física del teatro. Esta última también ofrece descuentos para estudiantes y ciudadanos de oro.
Cada función presentará obras grupales, dúos y solos, cuyos temas abarcan desde motivos personales –el luto, el amor, la separación– hasta temas sociales y políticos: la identidad racial, la violencia a la mujer y la presión por calzar dentro de la sociedad.
Lo personal. El movimiento puede ser una expresa provocación sensorial, como lo es, por ejemplo, la pieza de Mariana Lizano, Sinestesia , que interpreta (mezclando ballet clásico y danza contemporánea) una pieza musical del compositor Arvo Pärt.Pero el movimiento también puede ser una traducción elocuente de la mente del bailarín.
Este es el caso de la coreógrafa Henriette Borbón, una de las veteranas del festival, quien en esta edición dirige un dúo sobre la pérdida de un ser querido: Invisible , interpretada por las bailarinas Isabel Guzmán y Natalia Herra.
“Cuando las personas se van, aunque no las podamos ver, las tenemos presentes y las seguimos queriendo”, explicó Borbón, sobre el concepto tras su propuesta escénica. “Me pasa que me es más fácil expresarme por medio del movimiento. Hice esta coreografía para que me ayude a sanar y, también, a aceptar la decisión de una amiga que quería tanto”.
La intimidad también es explorada por los duetos de Laura Jiménez ( Pleamar ); Fabio Pérez y Andy Gamboa ( Borderline ); Mario Vircha ( Simbiontes ) y Pablo Caravaca ( Ciego adiós ).
Desde el trabajo físico, también es posible encontrar piezas que dialogan con la cercanía. Así lo hicieron Javier Jiménez ( Partes iguales ), y Laura Murillo con Melissa Rivera ( Tlalli ).
Jiménez explicó que la creación tomó como punto de partida una investigación sobre la respuesta corporal a los apoyos físicos (el piso, las paredes y también el cuerpo), para luego retomarla con imágenes de la naturaleza.
“Hay momentos que son fotográficos. Un cuerpo se coloca sobre el otro o se enrolla sobre él, como una orquídea metida en un árbol”, describió Jiménez.
Por su parte, Murillo detalló que Tlalli también toma referencias naturales para explorar temas de feminidad, sobre todo para representar el vínculo de las dos intérpretes en escena.
En contraposición, el festival también ofrece otras piezas que reflexionan lo personal desde el trabajo introspectivo. Por ejemplo, los trabajos de Metzi Hovenga ( Háblame como la lluvia... o como te dé la gana , un solo basado en la obra dramática de Tennessee Williams); Sol Carballo ( Recuerdos encriptados , trabajo grupal que dialoga con memorias de un pasado personal) y Laura González ( 22 , un sexteto sobre cómo darle cierre a un capítulo emocional de la vida).
Lo político. En la danza, una declaración política puede convertirse en una causa personal con la misma fuerza que un caso personal puede convertirse en una experiencia colectiva.El coreógrafo Isaac Alemán partió de textos de la obra teatral Madre Coraje , de Bertolt Brecht, para crear Agua ausente , un trío sobre la relación que comparte un grupo de hermanos en la ausencia de un vínculo materno.
Tanto Adrián Flores y Gabriela Alfaro ( Prosopos) como Raquel Muñoz ( En cápsulas ) dirigieron sus esfuerzos a discutir con el cuerpo insatisfacciones con experiencias en sociedad.
El coreógrafo Karlton Lacey partió de una reflexión similar para crear su primer trabajo grupal ¿WA APIN? (frase que en patuá significa ¿qué pasa?).
“De alguna manera, en este país, todos somos mestizos pero nadie te ve así”, opinó Lacey, quien es de raza negra y bailará su pieza con otros 14 bailarines mestizos. “Yo me hago esa pregunta: ¿qué es lo que pasa conmigo y cuál es mi función como bailarín en este momento?”.
Esa ubicación social también es importante para Milagro Acuña, quien debutará en el festival con Pesadilla , para discutir en escena el acoso sexual callejero.
Su obra utiliza imágenes cotidianas como la pornografía o la representación sexual de la mujer en la televisión, la violencia emocional y también física.
“Las intenciones son muy claras y parten de algo muy personal. Es demasiado frustrante salir a la calle y no sentirse tranquila”, declaró Acuña.
Para los coreógrafos, el cuerpo es el pincel más elocuente para representar sus ideas y emociones. Para el público, el cuerpo ajeno puede ser el mejor canal para descubrir las propias.
Programación del Festival de Coreógrafos
Jueves 19 de noviembre
Ceremonia de inauguración y homenajes
Presentación de las coreografías de Mario Vircha (Simbiontes); Metzi Hovenga (Háblame como la lluvia.... o como te dé la gana); Laura González (22) y Laura Murillo y Melissa Rivera (Tlalli).
Viernes 20 de noviembre
Presentación de trabajos de Isaac Alemán (Agua ausente); Laura Jiménez (Pleamar); Javier Jiménez (Partes iguales); Fabio Pérez y Andy Gamboa (Borderline) y Pablo Caravaca (Ciego adiós).
Sábado 21 de noviembre
Función con obras de Raquel Muñoz (En cápsulas); Adrián Flores y Gabriela Alfaro ( Prosopos); Milagro Acuña (Pesadilla); Mariana Lizano (Sinestesia) y Sol Carballo (Recuerdos encriptados).
Domingo 22 de noviembre
Cierre del festival con los trabajos de Karlton Lacey (¿Wa Apin?) y Henriette Borbón (Invisible)
Homenaje a coreógrafa Elena Gutiérrez
Ceremonia de clausura y premiación