Jurgen Ureña
A l igual que algunos políticos que son obligados a sentarse en el banquillo de los acusados, el cine documental se olvida algunas veces de decir la verdad, toda la verdad y nada más que la verdad y se abandona al placer de las verdades a medias y de las falsificaciones.
Algunas veces el cine documental miente y además se divierte mientras lo hace. Entonces surge el llamado falso documental: esa curiosa representación de la realidad en la que el control creativo ha sido tomado por el espíritu de la farsa, la parodia y la comedia burlesca. A partir de la conjunción de las palabras “mofa” y “documental” en inglés, el falso documental se conoce también como mockumentary .
Estas divagaciones resultan oportunas a propósito de la proyección en nuestro país de F de fraude (1973): una película significativa dentro del cine de falso documental en la que Orson Welles se presenta a sí mismo como un mago, un charlatán y un referente de la falsificación a gran escala, al lado del falsificador de arte Elmyr de Hory y el escritor Clifford Irving, biógrafo de Elmyr que además fue acusado de publicar unas falsas memorias del magnate estadounidense Howard Hughes.
F de fraude es una rara avis : un documental con giros hacia la ficción, un biopic a tres voces y un ensayo filmado que señala el valor de las últimas películas dirigidas por Orson Welles, cuya filmografía se ha visto injustamente ensombrecida por Ciudadano Kane (1941): el primer largometraje dirigido por el cineasta. Es precisamente con Ciudadano Kane que Welles se inicia en el juego irreverente de disfrazar la mentira de realidad. Ahí comienza esta historia. O tal vez un poco antes.
Algo de historia
El cinematógrafo de los hermanos Lumière fue, durante una temporada fugaz e inocente, un fragmento de vida. Ante los ojos de los primeros cronistas, la cámara cinematográfica registraba la realidad tal como es. Fueron necesarias dos décadas y los hallazgos de Robert Flaherty, el director de Nannok el esquimal (1922), para comprender que la realidad cinematográfica está regida por elecciones como el tema, los personajes, o la posición de la cámara, seguidos de un larguísimo etcétera.
A inicios de los años 20 surge la idea de lo documental como sinónimo de lo verdadero; una idea que fue bien preservada durante décadas hasta que la rebeldía que caracteriza a los años 60 ofreció el terreno fértil para el surgimiento del falso documental. Durante los años 60 surgen algunas películas pioneras del género, como El juego de la guerra (1965), dirigido por el británico Peter Watkins, El diario de David Holzman (1967), del estadounidense Jim McBride, y La primera carga al machete (1969), del cubano Manuel Octavio Gómez.
Durante la primera mitad de los años 70, Welles aporta su lingote de oro a la causa del desconcierto con F de fraude , en la que reúne a tres artistas de la falsificación –incluido el propio director– y construye alrededor de ellos un espejo cargado de distorsiones. Así, en F de fraude los personajes abordados conforman un juego de dualidades y desdoblamientos que representa una de las constantes más significativas en la producción artística de Welles.
¿Quién es esta figura mítica que escribe, dirige y protagoniza algunas de las películas más reveladoras del siglo XX? Hijo de una virtuosa pianista y de un empresario con sueños de inventor, huérfano a los trece años y desde entonces padre de su propio destino, Orson Welles ha pasado a la historia como un insigne aficionado a la tauromaquia, un actor de excesos histriónicos que se ha sumergido en la obra de Shakespeare y, ante todo, una figura clave de ese vicio pasional llamado cine.
La mayoría de edad del mito llamado Welles llegó durante la noche del 30 de octubre de 1938, cuando aterrorizó a sus compatriotas con la adaptación radiofónica de La guerra de los mundos . Los habitantes de Nueva Jersey, seguros de que serían devorados por las criaturas del planeta rojo, invadieron las calles y destruyeron la ciudad mucho más allá de las posibilidades de sus enemigos imaginarios.
Cuenta el propio Welles en F de fraude : “Alguien en Sudamérica hizo una imitación de esa transmisión y terminó en la cárcel. No debería quejarme. Yo, en cambio, fui a Hollywood.”
Tras el escándalo provocado por la transmisión radiofónica de La guerra de los mundos , la RKO le ofreció a Welles uno de los contratos más insólitos y millonarios de la industria del cine. Fascinado como un niño al que le obsequian “el tren eléctrico más grande del mundo”, el cineasta debutante rodó Ciudadano Kane , inspirada en la vida íntima del magnate de la prensa William Randolph Hearst.
Paradójicamente, con Ciudadano Kane comenzaron los problemas que Orson Welles arrastraría durante toda su vida. Allí se inicia ese baile de espectros, que algunos llamarían “recurrencia de estilo”, que felizmente confluye en F de fraude .
Un pastiche con sonrisa
Elmyr de Hory y Clifford Irving se presentan, en F de fraude , como los álter egos de Orson Welles. Algo similar ocurre con la figura de Howard Hughes: una referencia evidente en sus películas Ciudadano Kane , La dama de Shanghai (1947) y Mister Arkadin (1955), en la que un magnate que se hace rodear de bellas mujeres conduce su propio avión.
A través del personaje de Hughes, Welles hace explícitas sus meditaciones sobre la soledad del poder al tiempo que indaga en algunos de sus motivos preferidos, tales como el espejo, el doble y la usurpación de la identidad.
F de fraude es un pastiche gobernado por unos personajes que señalan, siempre con una sonrisa burlona en los labios, las dificultades que usualmente enfrentamos para distinguir entre la realidad y sus simulacros, entre la ley y la infracción de la ley.
F de fraude es un ensayo concebido como la forma ideal de enseñar ¿qué es el cine?, con el cine. El teórico francés André Bazin sugería que el cine es “un fenómeno que amalgama ficciones, abstracciones, convenciones y fragmentos de auténtica realidad”. Esa es una de las mejores definiciones que podríamos proponer a propósito del penúltimo largometraje dirigido por Orson Welles; una clase magistral que se inicia, muy significativamente, como una de las primeras películas de los hermanos Lumière: en los andenes concurridos de una estación de tren.
Función gratuita
Como parte de la programación del ciclo de Preámbulo, F de fraude se proyectará este domingo 15 de enero , a las 4 p. m., en la Sala Gómez Miralles del Centro de Cine. Este espacio está ubicado en barrio Amón, detrás del Instituto Nacional de Seguros en San José. La entrada es gratuita.
Ficha técnica del filme
Título original: F for Fake
Año: 1973
País: Francia, Irán y Alemania del oeste
Duración: 85 min.
Dirección: Orson Welles
Producción: François Reichenbach, Dominique Antoine y Richard Drewitt
Guión: Orson Welles y Oja Kodar
Dirección de fotografía: François Reichenbach y Gary Graver
Montaje: Marie-Sophie Dubus y Dominique Engerer
Música: Michel Legrand
Participación: Orson Welles, Oja Kodar, Elmyr de Hory, Clifford Irving, Edith Irving y François Reichenbach
Nota del editor: esta publicación fue corregida a las 2:10 p. m. del 15/1/17 para consignar la fecha correcta de producción de 'Ciudadano Kane', 1941.