La noticia no fue menor: el pasado miércoles 20 de julio, la Cámara del Libro le confirmó a La Nación que este año la Feria Internacional del Libro sería financiada únicamente por sus asociados y que no contaría con el apoyo económico del Ministerio de Cultura y Juventud (MCJ), como ha ocurrido tradicionalmente.
El evento, que se realizará por primera vez en el Centro de Convenciones de Costa Rica, se efectuará del 26 de agosto al 4 de setiembre. Ante las dudas en torno a la participación del MCJ en la feria, el viceministro de cultura, Ernesto Calvo, conversó con Viva.
—¿Qué injerencia tuvo el MCJ en la programación y en la elección de la nueva sede de la Feria del Libro?
—No tuvimos. La feria del libro tuvo su organización autónoma y el ministerio se incorporó tardíamente por el cambio de gobierno. La incorporación nos la propuso la Cámara del Libro apenas hace un mes y nos incorporamos a la dinámica. Es una necesidad, por parte del ministerio, ser parte de la feria, aunque no intervinimos en la programación.
—¿Cuánto aportará el MCJ a la feria?
—Financieramente no habrá aporte porque nosotros llegamos con un presupuesto asignado para este año y nuestro radio de autonomía es mínimo, ya que el presupuesto del 2022 estaba asignado de previo. Además, tuvimos un tiempo muy corto, así que el apoyo es más simbólico, es la presencia del ministerio apoyando.
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—Entonces, ¿cuál será el aporte por parte del ministerio?
—Con la comunicación. Nos comprometimos a que cuenten con el personal de comunicación, el sitio web del Ministerio de Cultura y las redes sociales del ministerio como apoyo.
—¿Le interesaría al ministerio volver a financiar a la feria en un futuro?
—Eso no podemos predefinirlo ahora, ya que en el 2023 también estamos en un contrarreloj. Recién entrando, en medio de todo el trajín, el margen de acción para hacer cambios es sumamente bajo. Eso sí: no queremos que el alejamiento exista. Como MCJ tenemos el deber de generar estrategias para apoyar a editoriales pequeñas, realizar alianzas con la editorial pública y generar alianzas público-privadas, pero no como financiamiento.
”Queremos apoyar a los pequeños emprendimientos y aliarnos con instituciones como la Editorial Costa Rica. También queremos fomentar que se propicie un acercamiento a aquellos agentes literarios que no gozan de tanto reconocimiento.
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—En resumen, ¿la estrategia estaría más enfocada en buscar alianzas que en conseguir financiamiento?
—Exactamente. Darles el apoyo y que cuenten con el prestigio del Ministerio de Cultura para atraer a la empresa privada
—¿Con qué medidas cree usted que podría lograr ese fomento?
—Yo creo que fomentando la pluralidad. Nuestro plan actual es realizar una Feria Nacional del Libro en la Antigua Aduana con pequeñas y medianas editoriales. Sería en octubre y organizada directamente por el CEPAC (Centro de Producción Artística y Cultural). También, a fin de año, hacer en la Feria Hecho Aquí (que es un evento de apoyo de emprendimientos) una sección para promover a estas editoriales.
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—Cuando escucho a don Óscar Castillo (director de la Cámara del Libro) hablar de la Antigua Aduana, me da la impresión de que ese lugar no está en las condiciones adecuadas. ¿Hay conversación dentro del ministerio por rehabilitar el espacio o para convertirlo en otro espacio de producción?
—La Aduana es un espacio que continuará con actividad y queremos que se reactive. Pero no queremos que sea solo un espacio literario sino que sea polivalente. No fue posible que la feria se realizara ahí, pero no es nuestra responsabilidad, esto no se pudo hacer debido a la anterior administración y la negociación con la Cámara. Los argumentos que dice don Óscar son válidos y necesarios, como el hecho de traer la feria al oeste.
—¿Hay algún plan de infraestructura para la Antigua Aduana?
—No existe porque la Aduana fue intervenida y las condiciones son buenas. Como en todo, hay problemas, pero lo que hay que hacer es la reactivación mediante eventos.
—Me parece que es un escenario complicado. Solo por citar otro ejemplo, el Connecturday era un evento que se hacía en la Aduana y ahora se hará en el Centro de Convenciones. ¿Este tema es una preocupación para ustedes en el ministerio?
—Estamos en una transición. Hay que articular una estrategia para que se reactive la Aduana como espacio natural de eventos, que prioritariamente serían culturales para que permita precisamente dar apoyo y hacer vínculos entre lo público y lo privado.