La Feria Internacional del Libro, uno de los eventos literarios más importantes del país, ha sido objeto de debate y controversia en la presente edición debido a su ubicación, el Centro de Eventos Pedregal. La elección de este lugar como sede ha generado una serie de reclamos y críticas por parte de los visitantes y participantes, quienes expresan su descontento por diversas razones.
En años anteriores, la feria se llevó a cabo en diferentes locaciones, como el Centro Nacional de Convenciones, en el 2022 y, antes de la pandemia, en la Antigua Aduana, en San José. Sin embargo, la decisión de trasladar el evento al Centro de Eventos Pedregal ha suscitado descontento por factores como las altas temperaturas, la iluminación insuficiente y la sensación de que el recorrido por la feria resulta apresurado.
Por ejemplo, el artista gráfico Alberto González expresó su descontento con la organización. “Vivo bastante cerca, pero aun así es un sitio impráctico para llegar sin carro (la eterna tragedia nacional) y, para ser honestos, el centro de eventos es un horroroso galerón glorificado que, al igual que la antigua Aduana, se convierte en un sauna al natural cuando el sol está en el cenit”, expresó en una publicación en Facebook.
“En el bautizado Pabellón del Cómic, por ejemplo, lo menos que hay son libros nacionales publicados y lo más son póster y stickers de fanart... Claro, eso es lo que vende, pero igual te quedas con ganas de ver más creaciones originales”, agregó en su publicación.
Además, la periodista María Flórez-Estrada Pimentel manifestó su disgusto con la edición de este año de la feria. “Pagamos ¢4.000 por parqueo y no duramos ni cinco minutos. Horrible lugar, inhóspito para una feria del libro y para las criaturas que atrae. Asfixiante, sin aire, con atmósfera cargada, en un calor insoportable. ¡Qué tristeza!”, escribió en su cuenta personal de Facebook.
Contracorriente
La Presidenta de la Cámara del Libro, Alexandra Meléndez, expresó que están atentos a escuchar todos los comentarios constructivos para tomar medidas a futuro. Ella asegura, eso sí, que al martes 29 de agosto se encuentran satisfechos con los resultados.
Según datos de la cámara, en los primeros cuatro días han recibido más de 10 mil visitantes. “Los expositores nos han comentado que les ha ido muy bien, que están contentos con las ventas. Tenemos más de 100 estands y un gran parqueo para recibir a la gente”, expresó.
Meléndez informó que, actualmente, tienen un acuerdo verbal con el Centro de Eventos Pedregal para realizar el evento en ese lugar durante tres años, lo que incluiría las ediciones hasta el 2025. A pesar de esto, no descartan la posibilidad de conversar con el Centro Nacional de Convenciones, donde se realizó la feria el año pasado.
De hecho, la decisión de mantener la Feria en el Centro de Eventos Pedregal para este año, se debe en parte a la agenda previamente establecida, que coincide con las fechas del último fin de semana de agosto y la primera de setiembre. En el futuro, la Cámara del Libro tiene como objetivo mantener estas fechas.
“Hemos hecho encuestas a través de los edecanes de la feria y a la mayoría de visitantes les ha gustado. Habrá personas que se quejen del calor, pero yo no veo a la gente agobiada. Los pasillos son anchos y no es apretado”, manifestó.
La presidenta de la cámara cuenta que, para evitar olas de calor, abrieron todas las puertas del centro de eventos. Aclara, eso sí, que en la preproducción del evento contemplaron pagar un equipo de aire acondicionado (el recinto no cuenta con uno propio), pero que la instalación era “muy compleja”.
“Además, a las personas muy mayores les afecta el aire acondicionado. No les gusta ese frío”, agregó.
Otras condiciones
Con respecto al tema de los estands, Meléndez asegura que los precios del año pasado se mantuvieron. “Si alguna persona comenta que hubo un aumento en el costo, fue porque en esta ocasión se les ofreció parqueo”, expresa, detallando que el precio más bajo por estand era de ¢200.000 en un espacio de 2X1 metros. El estand más grande podía superar un millón de colones.
Además, en el tema de la ubicación, la presidenta asegura que la gente ha venido de distintas partes del país. “Hemos recibido gente de San Pedro, de Escazú, de San Ramón, Alajuela, Heredia, Cartago, Guanacaste, ¡y hasta de Guatemala”, aseguró.
Otra de las quejas que se han visualizado en redes es con respecto a la iluminación en el área de comidas. Al respecto, Meléndez aseguró que de esta parte se encargó propiamente el Centro de Eventos Pedregal. “Estaremos socializando con Pedregal para poder satisfacer lo que nos pide la gente. Estamos abiertos a escuchar todos los comentarios”, finalizó Meléndez.