La Universidad de Costa Rica (UCR) es un referente académico para nuestra sociedad a causa de su gran inversión en proyectos de investigación y acción social, y, su campus es también una especie de parque de retiro para el sector este de la ciudad en los fines de semana y días festivos. Muchos niños han aprendido a montar sus bicicletas, andar en patines, caminar o atajar bolas en sus calles y áreas verdes. Jóvenes y adultos practican diversos deportes a toda hora, y los más comunes son correr y caminar.
Además, la UCR es un gigantesco centro cultural. Por ejemplo, la Facultad de Bellas Artes (FBA) organiza conciertos y conferencias gratuitas todos los martes a las 7 p. m., así como múltiples exposiciones a lo largo de año. Esta política de promoción de la investigación-creación y de la gestión cultural hace que la FBA también regale a la sociedad la Feria de Bellas Artes, la cual se acompaña con el concierto patrocinado por la Rectoría al final de año.
A la feria asisten diariamente miles de costarricenses en busca de obras de arte de reconocidos artistas nacionales y de estudiantes, así como productos artesanales de buen diseño y de funcionalidad. Este diciembre, la Feria se realizará entre el viernes 12 y el domingo 14 en las afueras de la FBA.
Convivencia artística. La primera Feria de Bellas Artes se efectuó en 1999, luego de que los estudiantes del quinto año intentasen vender los trabajos que habían producido durante los cursos que recibieron a lo largo del año académico. Lo hicieron en los pasillos de la Escuela de Artes Plásticas y en pupitres y mesas improvisadas.
Medido según el número de visitantes y el monto de las ventas, el éxito fue tal que, de los pasillos, los estudiantes pasaron a tomar las aulas.
El crecimiento del proyecto hizo que el Decanato de la Facultad convirtiera la iniciativa estudiantil en un proyecto de acción social. El proceso de institucionalización fue natural debido a la fuerza y a la voz de un grupo que apoyaba la Feria.
La quinceañera Feria de Bellas Artes ha consolidado su importancia a lo largo de los años pues es un espacio de convivencia artística, de contacto directo con los creadores y de amplia proyección hacia la comunidad.
La quinceañera es todo menos un espacio de exhibición: es un hervidero de talento, emociones y buen arte. Este año participarán 120 artistas nacionales afiliados a la UCR.
Nuevos retos. Considerada dicha actividad desde una perspectiva histórica, destaca el desarrollo en el diseño de los objetos. Ello queda patente en obras mismas, las artesanías y los productos novedosos de uso cotidiano. Tales experiencias han madurado y han producido grupos que hoy se organizan, como los colectivos de pintura, grabado y diseño.
El proceso los ha llevado a discutir temas, aplicar conceptos y establecer lenguajes específicos en cada uno los puestos de exhibición. Por esto, los espacios, con su toldo correspondiente, han sido denominados “barrio”. En estos espacios confluyen la docencia con la investigación, tanto en el uso de los materiales y en el apoyo teórico como en la investigación-creación.
Hoy, la quinceañera feria afronta nuevos retos; uno de ellos es la necesidad de recibir mayor apoyo institucional, que permita montar propuestas contemporáneas cuya plataforma no calza con el formato que se tiene; para lograrlo se requiere mayor financiamiento.
Asimismo, ya se piensa en plantear nuevos objetivos para crear mayores vínculos. Con todo ello se desea fortalecer las actividades sustantivas de la UCR: la docencia, la investigación y la acción social.
La Feria de Bellas Artes es un referente y un lugar de visita para miles de costarricenses que ya la conocen y para otros tantos que se aprestan a conocerla.
La autora es docente e investigadora en la Escuela de Estudios Generales y directora del Instituto de Investigaciones en Arte (IIARTE) de la UCR.