Veintisiete imágenes, miles de años de sabiduría y un viaje a los recintos más recónditos de nuestro interior.
Las fotografías del artista Guiseppe Tarnero invitan a experimentar un encuentro con lo sagrado, tal como lo viven los fieles del budismo en Japón y Bután.
La exposición fotográfica
Según Tarnero, el recorrido lleva al espectador por ceremonias, procesiones, bailes meditativos, templos y monasterios, elementos que retratan el contraste abismal entre el budismo tántrico (Bután) y el budismo zen (Japón). “Mi propósito es reflejar la serenidad y paz interior que caracteriza el mundo tántrico, y la rigidez y austeridad propias de la corriente zen del budismo”, dijo.
El budismo es una filosofía fundada por Siddhartha Gautama hacia el siglo V antes de Cristo.
Actualmente, tiene diferentes ramas, pero en principio es una filosofía no teísta; es decir, no está centrada en la veneración a un dios absoluto y, más bien, propone la transformación del espíritu a partir de varias prácticas.
Así, el budismo zen no se basa en las escrituras, sino en la transmisión de maestro a discípulo, y su único propósito es ayudar al individuo a encontrar la esencia de la existencia.
Por su parte, el budismo tántrico aspira a la unión con la divinidad mediante ritos y a alcanzar estados de éxtasis. El tantrismo promueve la paz interior y valores como la moderación, la compasión y la tolerancia hacia todo ser viviente.
“A pesar de las diferencias, el aspecto sagrado, devocional y místico se revela con la misma intensidad en ambas vertientes”, declaró el fotógrafo de origen italiano.
La muestra se exhibirá hasta el próximo 13 de diciembre.