Molestos, indignados y confundidos, así reaccionaron miembros del sector artístico costarricense ante la determinación de la Comisión de Hacendarios de la Asamblea Legislativa, al aprobar una moción que recorta el presupuesto del Ministerio de Cultura y Juventud (MCJ) para el próximo año.
La moción aprobada fue presentada por la diputada del Partido Unidad Social Cristiana (PUSC) Shirley Díaz y planteaba que se le redujeran ¢255 millones a esta cartera y que los recursos se trasladaran a las Asociaciones de Desarrollo.
De acuerdo con Dennis Portuguez, viceministro administrativo del Ministerio de Cultura con una gran parte de este monto, iban a trabajar por descentralizar la cultura, para que más personas en el país tuvieran acceso al arte. También se pensaba contratar a más artistas que apoyaran en ese ámbito.
Cineastas, escritores y actores, forman parte de la lista de artistas que están desconcertados por la decisión legislativa.
“Independientemente al nicho específico que se le recorte, es un golpe al sector cultura y eso a su vez es un golpe al estado de bienestar”, comentó Henry Bastos, director de GAM Cultural e impulsor del Art City Tour.
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Para el gremio, esta decisión solamente demuestra el gran desconocimiento que tiene el sector político sobre la importancia de la cultura para el desarrollo de Costa Rica.
“Se sigue pensando que la cultura es un adorno, pero la cultura es el ADN de un país y en este momento esa identidad nacional es multicultural, plural, multilingüe, que tiene que ir mucho más allá de la GAM. Es indispensable reconocernos en lo que somos y la manera de hacerlo es a través de la cultura y no sé, creo que desde el sector político se ve como si fuera un adorno de tercera importancia”. afirmó el escritor Carlos Cortés.
Cortés añadió que recortar este presupuesto que tenía como fin llevar la cultura a los lugares más alejados del país, es un “error gravísimo”.
“En todos los informes que se han hecho de cultura esa es una de las demandas más importantes. Recordemos que las costas son las zonas en las que se acumula mayor desempleo, la falta de oportunidades y si encima le negamos el acceso a derechos fundamentales – porque la cultura es un derecho fundamental establecido de esa manera por las Naciones Unidas- me parece muy grave”, señaló.
Industria cinematográfica.
Para el gremio lo más preocupante es el recorte de ¢100 millones al Centro Costarricense de Producción Cinematográfica, y el cual se destinaría en su gran mayoría al fondo El Fauno.
Este es un proyecto que ha permitido impulsar las producciones audiovisuales más importantes del país en los últimos años, como largometrajes, documentales y cortometrajes, entre otros.
“Extrañamente un recorte que va directo a una institución, a su accionar general. Pero la magnitud y el volumen del recorte, nos pone en grave aprieto, porque significaría o recortar, desaparecer, o suspender algunas de la cosas que hacemos, o comenzar a poner en situación deficitaria el quehacer general”, indicó Ana Xotchil Alarcón, directora del Centro de Cine.
Para el cineasta Esteban Ramírez este es “un pésimo negocio” y señaló que lo más preocupante es que el crecimiento que había estado teniendo el cine costarricense, se va a estancar, o al menos crecer en menor cantidad.
“La cultura es un buen negocio para el país, están atrasados es decir, República Dominicana y Panamá con menos experiencia que nosotros están con unos apoyos inmensos. Al final de cuentas todo esto se invierte en el mismo país, entonces por todo lado lo veo como un pésimo negocio y obviamente va a golpear al cine.
Y agregó que “los que tenemos pasión y creemos que esto es un buen negocio, seguiremos haciéndolo, ya veremos de que otra forma, pero definitivamente esto nos va a golpear”.
Por su parte, la cineasta Hilda Hidalgo no encuentra explicación para los argumentos de los diputados pues Costa Rica está en uno de sus mejores momentos a nivel cinematográfico.
“Es un momento fuera de serie que está viviendo la industria audiovisual en Costa Rica: tenemos películas costarricenses en los mejores festivales de cine del mundo que es una meta que no se había logrado hace cinco o 10 años. Además, el aporte que le hace el audiovisual al Producto Interno Bruto (PIB) supera el aporte del café, es decir, la industria audiovisual tiene un crecimiento veloz y solo en el siglo XXI llevamos 56 películas, entonces la coyuntura es muy positiva y justo ahí se va a frenar una industria que está en pleno crecimiento”, explicó Hidaldo.
Ante la situación, Alarcón afirmó que no permitirán que se les recorte el presupuesto y desde este mismo jueves se acercó a la Asamblea Legislativa a pedir explicaciones y a solicitar la ayuda de los legisladores para revertir esa moción.
“Estoy pidiendo a la Asamblea los criterios para tomar esta decisión, un recorte de esta magnitud y solo a una institución. con una nota que estoy dejando. Estoy convocando a todo al sector audiovisual para que conversemos y podamos poner en valor el trabajo que se hace, la importancia del fomento a un sector”, comentó.
Involuntario
Aunque la moción para recortar el presupuesto se aprobó con siete votos a favor (de los liberacionistas Wagner Jiménez, Yorleny León, Jorge Fonseca y Ana Lucía Delgado; los socialcristianos María Vita Monge y María Inés Solís; el independiente del bloque Nueva República, Harllan Hoepelman; y al republicano socialcristiano Otto Roberto Vargas) la mañana del miércoles cuando la Comisión de Hacendarios sesionó, durante la tarde los legisladores trataron de revertir el error.
Según explicó la diputada del Partido Acción Ciudadana (PAC), Laura Guido, para ese momento seis diputados (de los 11 que integran la Comisión) estaban anuentes a darle los recursos al Ministerio de Cultura, sin embargo, por “un error involuntario” votaron en contra del presupuesto, enterrando así la posibilidad de darle los recursos a esa cartera.
Ahora el proyecto del Presupuesto Ordinario del 2020 será discutido en el Plenario Legislativo.
El monto solicitado para el próximo año por el Ministerio de Hacienda para dicha institución pública, era de ¢47.176 millones.
Los recortes
¢5 millones a Viáticos en el exterior.
¢5 millones a Actividades de capacitación.
¢10 millones a Tiempo extraordinario.
¢10 millones a Información.
¢15 millones a Servicio en Ciencias Económicas y Sociales.
¢10 millones a Transporte dentro del país.
¢100 millones a Otros servicios de gestión y apoyo.
¢100 millones al Centro Costarricense de Producción Cinematográfica.