Uno de los aspectos típicos de la gramática española es el uso de la preposición a delante del complemento directo de personas y aun, en ciertos casos, de animales y cosas.
Suele decirse, en general, que deben construirse con a los objetos directos de persona, y sin a , los de cosa. Pero no es tan sencillo en la práctica ya que se ha venido dando, en la historia del idioma español, una continua evolución en ese sentido.
Desde luego es claro el uso de a con objeto directo en nombres propios de persona o animal. César venció a Pompeyo ; Don Quijote cabalgaba a Rocinante ; Estimo a Pedro ; He visto a Juana . Sin embargo, la vieja Gramática de la academia (1931) señala como regla para el empleo de la preposición a ante complemento directo la siguiente: “Con nombres propios, aunque no sean de personas o animales, cuando no lleven artículo: ‘he visto a Cádiz; deseo ver a Roma’; pero, ‘atravesó el Ebro; César pasó el Rubicón; he visto La Coruña’”. El Esbozo académico (más de 50 años después) pone en tela de juicio las normas anteriores al aclarar que en el habla de nuestros días es universal el uso sin preposición: “Conozco Colombia; Hemos visitado Barcelona; Veremos Buenos Aires”, en lugar de los tradicionales: “Conozco a Colombia; Hemos visitado a Barcelona; Veremos a Buenos Aires”.
El Diccionario panhispánico de dudas (2005) dispone claramente el papel de a ante topónimos: “Ante nombres propios de países o ciudades el uso con preposición, habitual en épocas pasadas, prácticamente ha desaparecido de la lengua actual: No conozco Francia; Este verano he visitado Nápoles . Pero si estos nombres denotan no una realidad meramente geográfica, sino el conjunto de sus ciudadanos, se admite la preposición: Es capaz de engañar a media Italia. El resto de los nombres propios geográficos nunca llevan preposición: Cruzó el Tajo a nado; Escaló el Himalaya ”.
Y en la reciente Nueva gramática académica (2011) leemos: “Hoy son poco frecuentes los TOPÓNIMOS introducidos por preposición, como En nuestra excursión visitaremos a Sevilla , opción que recomendaba la Gramática académica de 1931, frente a la preferencia actual por… visitaremos Sevilla ”.