Cultura

Harper Lee, autora de 'Matar a un ruiseñor', murió a los 89 años

Escritora publicó su último libro Ve y pon un centinela en julio del 2015

Harper Lee, novelista estadounidense reconocida por su novela de 1961, Matar a un ruiseñor, murió murió hoy en el estado de Alabama. (Rob Carr)

Harper Lee, novelista estadounidense reconocida por su novela de 1960, Matar a un ruiseñor, murió hoy en el estado de Alabama, a los 89 años, informaron medios locales.

La agencia de noticias EFE indica que el fallecimiento se produjo en la localidad de Monroeville, su lugar de nacimiento y donde vivió la mayor parte de su vida. Antes de su muerte, Lee tuvo un derrame en 2007.

La autora es reconocida por escribir Matar a un ruiseñor, texto que cambió la literatura estadounidense en temas de raza en los estados sureños de ese país.

Matar a un ruiseñor se publicó en julio de 1960. Al año siguiente ganó el Pulitzer.

La adaptación al cine de dicha novela se estrenó en diciembre de 1962 y también fue un éxito de taquilla.

El año pasado publicó su segunda novela, una secuela de esa primera obra, Ve y pon un centinela. La recepción crítica de esa obra fue mixta.

Justo a principios de febrero, el productor Scott Rudin compró los derechos de adaptación teatral de Matar a un ruiseñor y anunció que la escritura guion para un musical de Broadway estaba en manos de Aaron Sorkin (guionista de la serie The Newsroom y la cinta La red social).

Una Jane Austen en Alabama

Nelle Harper Lee (1926-2016) nació y murió en su entrañable Monroeville, una comunidad rural en el estado sureño de Alabama.

Tuvo una vida retraída, lejos del bullicio de sus fans y concedió muy pocas entrevistas. La más extensa (y una de las últimas) fue con Roy Newquist para su libro de entrevistas Counterpoint (1964).

"Espero que cada novela que escriba se ponga mejor y mejor, no peor y peor. Me gustaría, en todo caso, una cosa que no he comentado mucho porque es muy personal. Me gustaría dejar un registro de la clase de vida que existió en un mundo muy pequeño", explicó en esa ocasión.

"El sur (estadounidense) está conformado por miles de pueblitos. Hay un patrón social en esos pueblos que me fascina. Es un patrón social muy rico. Yo solo quiero escribir todo lo que sé sobre el porqué creo que hay algo muy universal en ese pequeño mundo, hay que decir algo decente de él y hay que lamentar su desaparición. En otras palabras, todo lo que quiero ser es la Jane Austen del sur de Alabama", declaró a Newquist.

En 1949, la escritora se reubicó a Nueva York, donde aprovechó el clima artístico para disfrutar del entretenimiento de la ciudad y de la compañía de sus amigos –dentro de los que destaca su amistad desde la infancia con el escritor de A sangre fría, Truman Capote.

En esa época, después de dejar abandonar su carrera de derecho en la Universidad en Alabama, Lee tomó un trabajo en una aerolínea mientras escribía historias cortas en su tiempo libre.

A sus 31 años, la autora entregó a su agente literaria – Tay Hohoff, otra de las relaciones más importantes de su vida– el borrador de Ven y pon un centinela, novela que formó la base para Matar a un ruiseñor y que, después de darse por perdida, fue publicada hasta el 2015.

Hohoff vio potencial en la pluma de Lee y le ayudó durante tres años a darle forma a Matar a un ruiseñor (1960).

Con muchísimo material autobiográfico, la escritora construyó una de las obras más trascedentales de la literatura estadounidense. En la historia, la niña blanca Jean Louise 'Scout' Finch recuerda varios eventos de su niñez, incluyendo el caso que asumió su padre, el abogado Atticus, y que le valió la enemistad de su comunidad.

En un contexto en el que los derechos civiles de las personas negras en los estados sureños todavía estaban en entredicho, Lee escribió sobre un joven negro, Tom Robinson, acusado injustamente de violar a una mujer blanca.

Atticus –que fue interpretado por Gregory Peck en la famosa adaptación fílmica de 1962– se convirtió en una figura popular en el imaginario popular estadounidense, el famoso "centinela" moral sobre el cual Lee terminó de escribir en Ven y pon un centinela.

Gregory Peck (Atticus Finch) y Mary Badham (Scout). (Fotograma de 'To Kill a Mockingbird' (1962).)

Lee basó a Atticus en su propio padre y a la pequeña Scout en sí misma. Dill, el niño que acompaña a los hermanos Scout y Jem Finch durante el juicio de Tom Robinson, tomó detalles de la personalidad de Capote.

En cintas sobre la vida de este último escritor, Lee ha sido representada por Catherine Keener (Capote, 2005) y Sandra Bullock (Infamous, 2006) como una de las figuras centrales en la investigación que realizó el autor sobre los asesinatos de los que habla su mítica novela A sangre fría (1966).

Su mutua admiración fue lo que mantuvo la amistad viva por muchísimos años.

"Probablemente no hay mejor escritor en este país que Truman Capote. Está creciendo todo el tiempo", aseguró a Newquist en 1966. "Capote, creo, es el artesano más importante que tenemos."

Después de Matar a un ruiseñor, Lee se convirtió en una famosa reclusa y su silencio fue resentido por las fanáticos que esperaban una segunda novela. Eventualmente, regresó a Monroeville para alejarse de la bulla y vivir la vida rural que siempre atesoró.

Durante las décadas de 1980 y 1990, Lee trabajó en el borrador de su segunda novela titulada Un largo adiós, pero nunca estuvo satisfecha por sus resultados.

A partir del 2005, la escritora volvió al ojo público para recibir diversos premios honorarios por su obra. En el 2007, el presidente George W.Bush le entregó la Medalla Presidencial de la Libertad y en el 2010, el presidente Barack Obama le entregó la Medalla Nacional de las Artes.

En esos años, Lee también sostuvo una demanda legal por los derechos de su novela, contra un hijastro de su antigua agente literaria, quien aprovechó una recaída de salud que tuvo la escritora para hacerla firmar un documento en el que entregó los derechos de autor.

Antes de morir, Lee logró publicar Ven y pon un centinela, aunque no fue recibida con tanto entusiasmo como su primer trabajo.

Natalia Díaz Zeledón

Natalia Díaz Zeledón

Periodista del suplemento Viva de La Nación. Productora audiovisual y periodista de la Universidad de Costa Rica. Se especializa en temas de artes escénicas, música, cine y televisión.

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