El Congreso de la República le concedió el benemeritazgo de la patria a la historiadora Hilda Chen Apuy por sus aportes al conocimiento de las culturas orientales y a la educación pública. El honor se otorgó con el voto de 44 legisladores.
La también investigadora y académica nació en Puntarenas, el 23 de enero de 1923, hija de un inmigrante chino. Falleció el 11 de diciembre del 2017, con 94 años
A ella se le considera pionera en el estudio y difusión de las culturas orientales.
Premio Magón
La doctora Hilda Chen Apuy se convirtió en el año 2003 en la sétima mujer en recibir el Premio Nacional de Cultura Magón.
“Ha sido baluarte en la difusión y desarrollo de las relaciones interculturales; como puente entre Oriente y Occidente ha dado a conocer en nuestro contexto la herencia real y simbólica de esas culturas, por medio de traducciones y de la enseñanza del sánscrito”, justificó el jurado cuando le otorgó por unanimidad el galardón más importante que entrega el Gobierno costarricense a una vida de trabajo y aportes a la cultura nacional.
“Me produce una gran alegría el premio al pensar en mis papás -ya fallecidos-”, comentó la estudiosa en una entrevista para La Nación en enero del 2004.
“Ellos estarían felices porque querían que nos educaramos, lo cual no era tan común en aquellos años”, comentó en ese momento.
“Para mí, un premio significa una responsabilidad porque uno debe trabajar más todavía... ¿Sabe cuáles son los mejores premios para mí? Sentir que una ha colaborado en la enseñanza y ver florecer a mis alumnos; esas son mis mejores recompensas”, agregó.
El jurado, además, destacó su cátedra en aula abierta y activa para la formación de personas de todo el espectro social.
“Manifestó responsabilidad intelectual en forma clara en sus intervenciones públicas en defensa de la paz, la soberanía y el valor del patrimonio cultural de los pueblos”, dijeron los miembros del panel.
Una vida de estudios
Apuy Chen ingresó en el año 1941 a la Universidad de Costa Rica a la carrera de Educación. Desde ese momento, mantuvo fuertes vínculos con ese centro universitario como docente, directora de la Cátedra de Historia, presidenta del Consejo Universitario y profesora emérita desde el año 1984.
Sus estudios se extendieron más allá de nuestras fronteras: universidades de Estados Unidos, India, México y Holanda la vieron pasar por sus aulas. En 1946 obtuvo su maestría en Artes por la Universidad de Iowa, mientras que en 1965 logró el mismo grado en Estudios Orientales por el Colegio de México.
“La discriminación es miedo a lo desconocido”, dijo a este medio en 2004.
“Soy pacifista desde joven. En tercer año del colegio hice una composición en que le pedía a los padres que no le compraran pistolas de juguete a sus hijos porque los estaban enseñando a matar. La paz me preocupa mucho, sobre todo porque de nuevo veo guerras basadas en la ignorancia sobre otras culturas”, destacó.
Además del Premio Magón, doña Hilda Chen Apuy Espinoza se convirtió en la primera mujer latinoamericana en ser condecorada con la orden del Tesoro Sagrado otorgada por el Gobierno de Japón en 1985, y en el año 1989 recibió la Medalla de la Cultura concedida por el Ministerio de Educación de Taiwán.
Aunque muchos de sus textos fueron publicados durante años en distintos periódicos y revistas, fue en 2008, cuando divulgó su primer libro titulado De la vida, del amor y la amistad: una antología de reflexiones, crónicas de viaje y semblanzas de personalidades que ha conocido en su largo recorrido por la vida.
“En tiempos muy lejanos, cuando tenía apenas 17 años, publiqué cuentos y poemas (en revistas). Luego la vida me trazó otro rumbo: más serio y académico. Cuando me pensioné volví a escribir y a publicar. Seguí haciéndolo hasta que los ojos me lo permitieron”, dijo en una entrevista en el 2008.
“En Costa Rica, mi aporte ha sido servir de puente entre mundos culturales”, manifestó.