Dos mundos convergen en el día a día de Jessi G, artista que tiene un ojo puesto en la moda y el otro en la música.
En el último lustro, la diseñadora de ropa y DJ cubano-costarricense ha tenido la fortuna de dedicarse a dos pasiones que le han dado notoriedad en el circuito. Por una parte, su marca Nnia ha crecido desde su creación hace una década; mientras que su carrera como DJ ha despegado con fuerza desde que decidió, hace seis años, probar suerte con la música.
Ante su efervescencia, Jessi se sentó a conversar con Viva sobre su vida y las chispas que la sacuden en sus oficios.
El comienzo de todo
Nacida en la cálida tierra de Cuba, Jessi G trajo consigo una chispa que ha ganado terreno en la industria de la moda y la música en Costa Rica. Con solo 6 años de edad, llegó al país y encontró en suelo tico un lienzo en blanco para dar rienda suelta a su potencial artístico.
Creciendo en San José, Jessi G descubrió su pasión por la creatividad desde muy temprana edad, pero desde otro vértice: la arquitectura.
Sin embargo, a pesar de estudiar en la universidad esta carrera, su corazón anhelaba expresarse de una manera que la arquitectura no podía satisfacer. “Solía ponerme a hacer planos arquitectónicos y, de repente, terminaba dibujando diseños de bolsos y prendas de vestir. Era mi verdadera pasión”, confiesa Jessi G. Este momento de epifanía lo que la llevó a dar el salto al mundo de la moda.
Eso sí, hubo una importante parada antes de cambiar de carrera. En el año 2011 participó en el certamen de belleza Modelo Perfil, de la revista Perfil de Grupo Nación, donde a pesar de no cumplir con el estándar de altura convencional de “metro setenta”, exigido en competencias de ese tipo, se destacó como finalista.
Esta experiencia fue un punto de inflexión en su vida, ya que le demostró que su talento y carisma trascendían las limitaciones preconcebidas. En este contexto comenzó a ganar la confianza en sí misma que, más tarde, la llevaría a explorar con éxito el mundo de la moda, la música y la cultura.
Siendo diseñadora de modas
Hace una década, Jessi G fundó su marca de moda Nnia, un vehículo para la expresión de su visión artística. “La marca es una manifestación de la libertad femenina y la necesidad de adaptarse en un mundo en constante movimiento. Es pensada para que la mujer se vea bien, más allá de los corre-corre del día a día”, explica.
Jessi cuenta con su propio taller en Los Yoses, donde desarrolla piezas con su equipo de trabajo. Allí es un centro de operaciones y un semillero de ideas que ha dado mucho fruto.
Su marca ha tenido presencia en pasarelas como el Mercedes-Benz Fashion Week, además de que prendas suyas han aparecido en revistas como VOGUE, L´Officiel, Glamour, ELLE, entre otros. “Me siento muy satisfecha porque Nnia es una celebración de la mujer y siento que hay mucho por delante”, explica.
Ser DJ y llevar el ritmo en la sangre
Su pasión por la música, arraigada en sus raíces cubanas, la llevó por otro camino en simultáneo. Desde temprana edad, su hogar se llenaba con los ritmos sensuales de la salsa y la rica tradición musical de su país de origen. Su padre, con un agudo oído para los sonidos, cultivó su amor por la música y plantó la semilla de su futuro como DJ, siempre inundando la casa de canciones.
Con todos esos recuerdos en mente, hace seis años Jessi G se aventuró en el mundo de ser DJ. Para lograrlo, se sumergió en el arte de mezclar canciones en la academia DJLab de Costa Rica.
Ella cuenta que su influencia cubana se hace presente en cada uno de sus sets, infundiendo una energía única en su música que hace vibrar a la audiencia.
“La música de Cuba es fuego y pasión. Cuando toco, quiero que la gente sienta esa misma pasión a través de la música”, explica.
Su papel como DJ la ha llevado a una variedad de eventos y conciertos, desde fiestas para adultos -donde los ritmos bailables como la salsa dominan-, hasta presentaciones en eventos juveniles, donde el reguetón y el trap encienden la pista de baile.
Jessi asegura mantenerse al tanto de las últimas tendencias musicales y sigue de cerca a los artistas emergentes para estar siempre en la vanguardia. Prueba han sido sus últimas y exitosas presentaciones en eventos como el Festival Picnic, la fiesta de Halloween de Jogo, los conciertos de Young Miko y Eladio Carrión en Pedregal, entre muchos otros.
Para Jessi, la definición de un buen DJ set va más allá de la selección musical. En su experiencia, el ingrediente esencial es la confianza en sí misma. A lo largo de los años, ha aprendido que el público reacciona en sintonía con la seguridad que proyecta el DJ en la tarima.
Cuando los asistentes ven que disfruta lo que hace y se sumerge en la música, su energía contagiosa desencadena una respuesta igual de efusiva en la audiencia. “Este intercambio de energía, esta complicidad entre DJ y público, crea un ambiente inigualable donde la música y el baile se convierten en una experiencia compartida y eufórica”, finaliza Jessi, asegurando que confía en tener suficiente mecha para seguir encendiendo fiestas y pasarelas.