Joan Manuel Serrat ha sido un maestro para miles. Siempre lo ha sido desde la radio, el tornamesa o el escenario, pero contadas veces desde el sitio en que quienes enseñan viven: el aula.
Este jueves 14 de marzo, aprovechando su regreso al país para dar dos conciertos el fin de semana, el trovador español visitó la Ciudad de Investigación de la Universidad de Costa Rica para dirigir una charla-conversatorio en el Aula Magna del recinto académico, con un lleno de asistentes que no sorprendió y que sorteó con mucho humor e informalidad.
Esperado regreso
Una interpretación de la pieza Mediterráneo al piano, tocada por el reconocido músico Manuel Matarrita, fue el abrebocas de una noche de anécdotas y risas.
Así lo decidió el propio Joan Manuel Serrat pues, desde un comienzo, aclaró que las formalidades no son lo suyo.
Con un saco casual, unos jeans azules y zapatos negros, el catalán ingresó al Aula Magna acompañado por Henning Jensen, rector de la Universidad de Costa Rica.
“Me permito dar la bienvenida al cantautor que ha reunido generaciones desde España hasta América en cinco décadas, y que se ha encargado de que no lo olvidemos a la espera de este regreso”, dijo el académico.
Serrat ya había visitado el recinto universitario en 1972, en el entonces existente Centro de recreaciones. El rector confesó que en esa oportunidad lo fue a ver, cuando él realizaba sus estudios.
A partir de ahí, el universitario dio pie a reflexionar sobre la canción Mediterráneo y cómo surte efecto en la actualidad, sobre todo ante las crisis humanas migratorias.
El español, antes de comenzar su discurso que parecía estar permeado por tonos políticos, abrió una botella de agua y con un simple “buenas tardes” dejó al auditorio completamente de pie y rendido en aplausos.
“Cuando llegué aquí el dólar eran seis colones. Ahora sé cuánto vale. Pienso que Costa Rica es un país muy extraño”, bromeó el compositor.
A partir de este momento, recordó las conversaciones que tuvo con Pepe Figueres y cómo el Teatro Nacional evocó sus memorias de juventud.
“Son muchos recuerdos. Yo era muy joven. Fui una persona que nació en la posguerra de la Guerra Civil española. Apenas notaba el mundo, las olas de miedo. Yo fui afortunado y pude crecer, ir a la universidad, conocer el mundo, pero me enteré que así no era. Hay gente que sufre”, dijo el trovador.
“Mucha gente dice que las guerras son necesarias... Pero la codicia ha sido el causante del drama humano. Es la responsable de que la gente migre, de que la gente llegue a un lugar y no tenga el recibimiento hospitalario. Yo digo que el migrante será la sangre que renovará; que creará nuevas generaciones. Será la que renovará esta Europa envejecida”.
Posterior a su pequeña introducción, Serrat permitió que el público hiciera algunas preguntas. A continuación, algunos extractos destacados de esa conversación:
¿Hace falta un Bob Dylan o un Joan Manuel Serrat para las nuevas generaciones?
¡No! Si estamos los dos con vida (risas).
¿Por qué su música siempre ha tenido presente el factor de la política?
Hay que separar la política y los políticos. En la vida siempre hay una actitud política. En lo que se trata de expresar algo, siempre haces política. Lo haces dándote cuenta o no.
¿Por qué siempre hizo notar su afición por otros poetas como Federico García Lorca o Miguel Hernández?
Descubrí que en los versos de otras personas hay cosas que me emocionan y me conmueven. Logré hacer mías estas emociones y me produce mucho placer.
En una de sus canciones, usted dice “el vaso de mi juventud lo levanto a tu salud”. ¿Qué le dice esa frase a los jóvenes?
Pues eso. La verdad es que “Juventud” y “salud” rimaban. Eso fue (risas).
¿Cómo describiría su proceso creativo?
Baso mi proceso creativo en la insistencia. Necesito tiempo. La insistencia me hace poder escribir.
Usted ha colaborado mucho con Joaquín Sabina. ¿Qué los une?
El dinero (risas).
¿Puede ser un artista una persona llena de libertad?
Es fundamental, pero esa libertad puede incomodar a otros. Un creativo nunca puede escribir para gusto de los demás. Está fijado que incomodará a alguien.