Nashville, Tenesí
En los años desde que la conmovedora historia de amor de John Green sobre dos adolescentes enfermos de cáncer se convirtió en un éxito de ventas en el 2012, el autor de novelas para el adulto joven se preguntó si sería capaz de escribir otro libro.
Luego que The Fault in Our Stars (Bajo la misma estrella) vendió más de 45 millones de ejemplares y fue adaptada a una popular película, la presión era inmensa.
LEA MÁS: El cáncer deja a dos jóvenes bajo la misma estrella
"Decididamente, sentía que la gente estaba mirando sobre mi hombro mientras trataba de escribir", dijo Green durante una visita promocional reciente a Nashville, Tenesí. "Pienso que si tardé tanto entre un libro y otro, se debió sobre todo a que me sentí abrumado por la escala de las cosas".
Para el alivio de sus apasionados seguidores, Green está de regreso con una nueva novela, Turtles All the Way Down, publicada este mes. El autor encontró inspiración en un trastorno mental que él mismo padece, pero que le ha costado describir con palabras.
Su protagonista es una adolescente obsesiva-compulsiva, igual que él, que es empujada a hacer el papel de detective en busca de un millonario desaparecido mientras se va enamorando de su hijo. Pero a diferencia de Sherlock Homes, Aza Holmes, de 16 años, apenas puede ver el mundo afuera de su cabeza, afectada por un trastorno que la llena de angustia y la lleva cada vez más a cuestionar su propia identidad.
"Esa es mi experiencia con el trastorno obsesivo-compulsivo (TOC)", dijo Green. "No viene con poderes de detective secreto pese a la convención de las historias de Sherlock Holmes. Mi experiencia con el TOC es que me hace increíblemente distraído".
El trastorno de Aza se manifiesta como miedo a una infección bacteriana. Cuando lucha contra estas ideas invasoras, su ansiedad se incrementa hasta sentir que ha perdido el control de su propio cuerpo o acciones. Constantemente se abre una herida en el dedo para desinfectarse, lo que escala aún más en el punto culminante de la novela.
Aunque Green ha lidiado con el TOC desde la niñez, evitó escribir al respecto en sus historias por temor a cómo lo afectaría. "Creo que en parte es porque siento que escribir sobre eso le daría poder de alguna manera, cuando de hecho no lo hizo", dijo Green.
Pero sí tuvo dificultades para describir el tormento psicológico de no sentirse en control de uno mismo y perder la identidad por una enfermedad mental.
"Fue realmente difícil darle forma y encontrar el lenguaje adecuado", dijo Green. "Una de las cosas de las que quería escribir es cuánto sufre el lenguaje frente al dolor".
Los personajes en su nuevo libro encuentran distintas vías y tecnologías para comunicarse entre ellos —a través de blogs, poemas, mensajes de texto, o historias de ficción creadas por fans de Star Wars— para compensar el miedo a interactuar en la vida real.
Por una década, Green y su hermano Hank, un músico y escritor, han estado interactuando con sus seguidores por medio de una colaboración en YouTube llamada "The Vlogbrothers". En el camino, han construido una comunidad leal de fans que se identifican como nerdfighters y siguen el lema "Don't Forget To Be Awesome" o "No olviden ser geniales". Green dijo bromeando que podía conectarse con sus seguidores "sin salir nunca del sótano, lo que resulta muy atractivo".
"Me encanta ser parte de esa comunidad y es tremendamente estimulante para mí ver su arte, leer sus comentarios y leer las historias de ficción que escriben sobre mis libros", dijo Green.
A estas alturas su audiencia ha crecido mucho más allá del lector adulto joven, pero señaló que él realmente no ha cambiado el modo en que escribe sobre los adolescentes.
"Creo que las experiencias emotivas de ser un adolescente son bastante universales", dijo Green. "Y pienso que las preguntas que ellos están haciendo —sobre identidad y sobre cómo reconocer la individualidad en otras personas y si el significado de la vida es construido por nosotros o producto de alguien más— esas son preguntas que siguen siendo muy importantes para mí".