Decir que Jorge Drexler es un cantautor sería reduccionista. El músico uruguayo, múltiples veces premiado con el Óscar, los Grammys y un cariño que sobrepasa el continente americano, es algo así como un científico de la música: pone a prueba sus canciones bajo sus propios filtros hasta asegurar que, el resultado final, sea convincente.
Este proceso de colocar sus temas en una caja de Petri y examinarlas hasta su última estructura como un químico ha hecho que su último disco, titulado Tinta y Tiempo, tenga como uno de sus temas principales el abordaje del proceso creativo: batallar con el cuchillo entre los dientes contra la página en blanco y convencerse de que lo que ahí se plasma vale la pena ser compartido.
Antes de su concierto en Costa Rica este domingo 5 de noviembre en el Anfiteatro Coca-Cola, de Parque Viva, Drexler entra en detalle sobre sus temores en torno a este tema y cómo hoy, presentarse ante millones de personas es la mejor manera de celebrar la victoria después de esa guerra creativa.
—En su último álbum, el tema del proceso creativo es central. ¿Qué tuvo de diferente esta vez el bloqueo del escritor? ¿Es algo que no le había pasado con la misma fuerza en el pasado?
—Definitivamente (el bloqueo) es algo recurrente en la composición. Al principio de mi carrera se formulaba de manera diferente. Yo escribía primero las músicas en ese momento y dejaba un montón de grabaciones en casetes y discos compactos en pequeños grabadores, los guardaba para retomar después y les ponía letra a las canciones. El asunto fue que, con el paso de los años, esto se fue volviendo cada vez más grande y a la fecha se convierte en una batalla cuerpo a cuerpo con una hoja en blanco.
”Creo que este temor tiene que ver el hecho de que cuando uno está empezando a escribir, el conjunto de canciones que tiene es mínimo. Cada cosa que uno escribe es novedosa, cada cosa que uno escribe es la primera vez que le sucede. No tiene que relacionarse con otras canciones previas ni debe buscarse un sitio en el repertorio. Pero cuando ya tienes 200, 300 canciones escritas, cada una que aparece transforma a todas las anteriores. Debe también buscarse un lugar ahí, debe tener algo que decir que tenga sentido.
”También hay expectativas tuyas, expectativas de la audiencia, expectativas de este tipo de trabajo en el sentido de que esa canción que escribes ya sabes que va a ser tocada en un concierto en vivo, sabes que va a ser escuchada por más gente que antes. Eso genera una responsabilidad, una aprensión también, una inseguridad. Es cada vez más difícil escribir para mí, al revés de lo que la gente podría pensar.
—Ha comentado en otras entrevistas que no le gusta escribir sobre temas que suceden en el momento. ¿Cómo entra eso dentro de su proceso creativo?
—No me gusta escribir sobre temas candentes. Es que uno no escribe sobre lo que quiere, sino sobre lo que puede escribir. Ya me encantaría escribir sobre un montón de temas que me preocupan enormemente sobre los cuales es muy difícil escribir, al menos para mí.
”Un compositor se gana la confianza de su audiencia cuando el público siente que cada vez que se le muestra algo, eso ha pasado por muchos filtros y eso surge desde una verdad personal y va a la hoja.
”Yo tengo un respeto máximo por todas las profesiones, incluido el marketing y la publicidad, pero yo no hago singles ni escribo cosas publicitarias. Han usado alguna canción mía en publicidad, pero que estaba previamente escrita partiendo de una verdad independiente.
”La canción no es un medio para llevar un mensaje. Para mí, la canción es un fin en sí misma. El mensaje es la canción, es decir, no hay un mensaje encriptado. Entonces, eso tiene que partir de una verdad personal. Soy muy afortunado, tengo una audiencia que cree en lo que digo y eso para mí es un pacto que intento honrar con el mayor de los cuidados y el mayor de los respetos: no escribir en vano, no escribir por escribir, no escribir con una utilidad inmediata, escribir cuando hace falta. Yo ahora llevo dos años sin escribir.
—¿Esto es algo que ha cambiado con el paso de los años?
–Sobre todo, con los últimos discos, me pasa que luego llevo dos años sin que escriba nada porque siento que no tengo nada realmente que aportar. Me pasa con otras cosas.
”Por ejemplo, tengo un libro de poesía escrito hace mucho, hace como cinco o seis años, terminado prácticamente. En su momento, no me parecía lo suficientemente bueno o necesario como para sacarlo, y no lo saqué, a pesar de que tenía una oferta de una editorial muy grande”.
Tendremos una gran puesta en escena. Seremos ocho músicos dando un show muy ambicioso; el más grande que hayamos dado en Centroamérica. Estamos muy emocionados”
— Jorge Drexler, cantautor
-Si escribir es una batalla, ¿en dónde está la victoria?
-La victoria siempre es algo muy relativo. Ahora, me siento feliz porque hemos hecho una gran gira con estas canciones, hemos hecho 100 conciertos por todos lados. Le han dado al disco siete Latin Grammys; una locura sin precedentes.
”En esta misma habitación, donde estoy ahora sentado, escribí Tinta y Tiempo completamente convencido de que el disco no tenía sentido y no iba a ser terminado. Supongo que ver el disco hoy hace que este proceso que he tenido sea considerado una victoria”.
El concierto de Jorge Drexler en Costa Rica está programado para el 5 de noviembre, a las 7 p. m., en Parque Viva. ¡Aún hay tiquetes! Las entradas para este concierto se pueden adquirir en el sitio web eticket.cr