En su cuarta novela, José Ricardo Chaves se acerca a una dimensión histórica que siente literariamente descuidada.
En Espectros de Nueva York , el autor tico perfila a un personaje relacionado con la magia, el ocultismo y la teosofía, un movimiento esotérico con raíces filosóficas y religiosas.
La fascinación que tiene Chaves por Helena Blavatsky es motivada por el estudio que ha hecho de sus textos. Su novela utiliza el género gótico –contemporáneo– para contar los cinco años que vivió en Nueva York y fundó allí la Sociedad Teosófica.
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El libro será presentado hoy a las 7 p. m. en el Instituto de México, ubicado en Los Yoses.
Helena Blavatsky es un personaje histórico muy controvertido. Para usted, ¿qué tiene de interesante alguien como ella?
Es una autora a la cual yo he leído desde hace más de 40 años. Es alguien a quien conozco muy de cerca. Yo le diría a la gente que tiene dudas sobre su estatuto que a las pruebas me remito, en este caso, a sus libros. Yo no voy por el lado doctrinal del asunto. Yo elegí ese personaje en parte por esa cercanía y porque conozco los pros y los contras del personaje. No se trata de una novela histórica.
¿Por qué usar el género gótico para contar esta novela?
El gótico es una modulación literaria que permite la inclusión de dimensiones que la vertiente realista descuida. Permite, por otro lado, contactar con toda una serie de elementos marginales en nuestra cultura y, de alguna manera, darles una nueva vida.
Sus tres novelas anteriores las ha descrito como un “ciclo josefino” y ahora se traslada fuera del país. ¿Cómo ha asumido esa transición de espacio?
Justamente por eso me dije que era el momento de probar otras latitudes y asumir nuevos retos. Por eso me fui a un personaje ucraniano de nacimiento, pero cosmopolita. Blavatsky fue una mujer internacional que viajo por todo el mundo. Por otro lado, esta novela abre un nuevo ciclo de trabajo literario. Luego vendrá otra en la que voy a centrarme en otra mujer: Eunice Odio.
¿Es un ciclo de mujeres?
Sí, es un ciclo de mujeres. No me lo había pensado así desde el principio, pero se fue dando. Voy a revisar la vida de Eunice, pero no sólo en el aspecto político sino sus vínculos con lo esotérico.
“Este nuevo ciclo está marcado por la presencia de lo esotérico en la cultura moderna y en la costarricense. Esta primera novela es sobre la mamá del esoterismo moderno; luego eso irá aterrizando en la vida costarricense –ahí Eunice será la transición–, y la novela que estoy investigando va a tratar sobre la presencia de lo esotérico en Costa Rica y voy a centrarme en dos mujeres: Ofelia Corrales, la famosa médium, y ‘Mimita’ Fernández de Tinoco.
¿De dónde viene la inspiración para su nuevo ciclo de novelas?
Yo tuve una participación personal en el movimiento teosófico costarricense. Pertenecí a la Sociedad Teosófica y me siento parte de esta tradición.
“Es una tradición que siempre ha estado vinculada a la educación y la cultura, en especial a la literatura. Es el caso de Roberto Brenes Mesén, Omar Dengo o JoséBasileo Acuña. Me reconozco dentro de esa familia espiritual sin ser teósofo doctrinario.
¿Cuál es el estado actual de la teosofía en Costa Rica?
Existe la Sociedad Teosófica pero muy disminuida en comparación con la fortaleza y dinamismo en la primera mitad del siglo XX, cuando se dio la presencia de todos estos autores que mencionaba. Posteriormente llegan nuevas modalidades de pensamiento y la teosofía va perdiendo presencia, pero sigue viva.
No se lo pierda. José Ricardo Chaves presentará su más reciente novela Espectros de Nueva York en el Instituto de México (ubicado en Los Yoses) a las 7 p. m. donde conversará con sus lectores. La Editorial Costa Rica distribuye el libro a un precio de ¢7.000 en las librerías del país.