En todo sentido, a Karina Salguero le corresponde evitar que las llamas alcancen el Teatro Nacional. La comunicadora y gestora cultural de 48 años asumió funciones como la nueva cabeza de la institución –un mes después de la renuncia de Fred Herrera– con los pensamientos divididos en dos vertientes.
Por una parte, Salguero encabezará el proyecto para que el teatro reciba un préstamo de $31 millones por parte del Banco Centroamericano de Integración Económica para restaurar y reconstruir el edificio patrimonial. Por otro lado, debe asegurar que la programación del teatro continúe con una sustanciosa producción de espectáculos de alta calidad.
Para estas misiones, la jerarca se respalda en su vasta experiencia en el ámbito cultural: ha sido parte de la Red Nacional de Organizaciones de Desarrollo Comunal para la Gestión Cultural, la Feria Internacional del Libro de Costa Rica, el Festival Internacional de las Artes, el Festival Internacional del Diseño y otros eventos destacados. Además, se ha desempeñado como presidenta de la Fundación del Museo de Arte y Diseño Contemporáneo, además de otras labores en los Museos del Banco Central, la Bienal Iberoamericana de Diseño y su labor como directora de Revistas y Suplementos en Grupo Nación.
La mañana de este lunes, tan solo minutos después de haber asumido funciones, Salguero conversó en exclusiva con Viva para explicar los propósitos de su gestión.
–¿Por qué decide aceptar el puesto de directora del Teatro Nacional?
–Desde hace unos años para acá vengo trabajando paralelamente a mis labores de comunicación con gestión cultural (...). Yo salí del Castella hace muchos años y salí graduada en teatro, pero siempre he ejercido la apreciación por las artes. Saqué una maestría ejecutiva en negocios para articular este discurso de negocios para temas artísticos. Justo entró esta coyuntura en el Teatro Nacional que dejaba un poco a la intemperie nuestro espacio ante la discusión del préstamo. ¿Cómo permitir que en este momento histórico no estemos bien acompañados para proteger el teatro? Esa es la razón por la que asumí. La razón principal del teatro es promover las artes escénicas en el más alto nivel y cuidar el patrimonio. Más allá de eso, lo que nos convoca es el resguardo de la seguridad de las personas. En el teatro puede haber muchísimas más cosas si el lugar está protegido.
–¿Cuál ha sido su relación personal con el Teatro Nacional?
–Ha sido como una espectadora frecuente. Yo venía al teatro desde pequeñita por todo lo que yo veía estando en el Castella. El teatro es como una casa. Yo suelo visitar museos y otros espacios, pero aquí tengo una afinidad mayor porque la razón de ser del teatro es la misma 120 años después. Tenemos museos que han sido rehabilitados, pero en otros lugares. Está el Museo Nacional, el Museo de Arte y Diseño Contemporáneo, el Museo de Arte Costarricense... Todos son hermosos, pero esos espacios no nacieron para ser museos, Este teatro nació para ser teatro, así que tengo una gran admiración.
-Asume la dirección en un momento complicado para la institución, sobre todo por el debate en torno al crédito del BCIE que solicita el teatro. ¿Cuál será su posición con respecto al Programa Integral de Seguridad y Conservación del Monumento Histórico Teatro Nacional de Costa Rica?
–Lo más importante es que no puedo dar una afirmación técnica porque afortunadamente este es un programa integral trazado por expertos en cada área. Mi aporte es hacer que se escuchen esas palabras expertas y que se asegure que todos los procesos del programa integral pasen por lo que se requiere. Se trata de acompañar, controlar y visibilizar el proyecto de manera transparente. Este es un plan maestro conformado por un montón de proyectos que han sido aprobados. Cuando se liberan fondos es porque hay planes aprobados por Patrimonio, por UNESCO, por el Colegio Federado de Ingenieros y de Arquitectos de Costa Rica... Todo es de criterio técnico avalado por la normativa actual.
–Su predecesor, Fred Herrera, se convirtió en la figura que lideró este proyecto. ¿Será usted quien asuma el liderazgo de este proyecto?
–Yo voy a ser la cara del proyecto porque me hago responsable de que todos los procesos internos estén acordes con lo que viene. Esa es mi cara frente a la responsabilidad que me convoca. La negociación y puesta en evidencia de la necesidad de eso le correspondió a mi predecesor, igual que levantar una serie de proyectos muy grandes. Este es un proceso de continuidad. Ahora debo asegurarme de que cumplamos con lo comprometido.
–En la comparecencia de don Fred ante la Comisión de Gasto Público, muchos diputados pusieron en duda la capacidad administrativa del teatro. ¿Cómo hará para demostrarle a la opinión pública las cualidades administrativas del teatro?
–Hay una serie de denuncias que están en instancias correspondientes a las cuales no me referiré para no entorpecer el proceso. Sin embargo, muchos fragmentos se han hecho públicos y ya la ministra de Cultura pidió investigaciones. La parte de nosotros es de una manera objetiva revisar procesos que tenemos para ver cuáles oportunidades de mejora existen. Más allá de atender de manera temerosa y no creer en la estructura que contamos, vamos a ver cómo fortalecer. Este teatro lleva 120 años sin interrumpir la programación así que algo está funcionando bien. Vamos a transparentarlo a través de la manera de asumir procesos, de actualizar la página web... Es un proceso grande y lo que haya que mejorar lo hacemos.
–Aprovechando que hablamos de opinión pública, aún muchos ciudadanos no entienden el programa para conservar el teatro. ¿Qué medidas pretende tomar al respecto?
–En la hora y media que tengo de ejercer como directora (risas) las ideas son más ideas que minutos trabajados. Algunos de los planteamientos que hemos pensado es que nosotros mismos nos acerquemos con los medios de comunicación. También queremos tener espacios casi que galerísticos en los que la gente pueda entrar a ver el plan al teatro y dispongamos con una sala que albergue los planos de cada proyecto para presentárselo a la sociedad civil.
–¿Se siente optimista con miras a la aprobación del crédito?
–Me siento totalmente optimista. Se han manifestado muchos sectores, no solo el teatro y el ministerio; hay muchas instituciones muy sólidas y grandes apoyando esto. La cantidad de información entregada es suficiente para que los diputados tomen la decisión.
–Cambiando de tema y refiriéndonos a los espectáculos producidos por el teatro, ¿mantendrá la programación que don Fred dejó?
–El teatro está pasando un buen momento en parte por el programa Érase una vez. Se reactivó la producción porque es el teatro atando lazos con la ciudad y el país, así que sí. Vamos a fortalecer los programas y queremos llevar el teatro a otros espacios más alejados. También queremos hacer programaciones en conjunto con otras instituciones para ampliar el impacto de las artes escénicas en el país.
–El país tuvo un año muy prolífico en el 2018, y ha provocado que algunos hablen de riñas entre los teatros. ¿Cuál es su opinión sobre esos supuestos enfrentamientos?
–Eso sería un gran problema. Que en la agenda de un país vaya a haber una confrontación por exceso de oferta artística habla del nivel que hemos crecido y eso es bueno; no algo para riñas. Sin embargo, esos problemas se pueden resolver de la mejor manera si hay diálogo y convenios. También es bueno recordar que no necesariamente todas las ofertas teatrales son masivas y no por eso el teatro puede cerrar puertas. Más bien hay muchos proyectos para incentivar el consumo de la oferta cultural dentro de cada cabeza de provincia.
LEA MÁS: El 2018 baja su telón: es hora de repasar el año en el teatro
–En los últimos años, el teatro ha manifestado una postura por la elección de obras de carácter contemporáneo, así como la presencia de programación no usual como conciertos de rock en el recinto. ¿Mantendrá esta filosofía?
–Absolutamente. La reacción del publico ha sido muy buena y nosotros nos debemos a nuestros públicos. Es la razón de ser del teatro. Vamos a continuar por los proyectos en que los públicos estén agradecidos. Un ejemplo fue el concierto de Magpie Jay el fin de semana pasado que fue maravilloso. No se trata de abrir puertas, sino que estas puertas ya están abiertas a todos.
LEA MÁS: Crítica de música: Un punto y aparte para Magpie Jay
–-¿Cuáles son sus grandes objetivos para su gestión como directora del teatro?
Hablaría de cuatro ejes donde puedo agregar un valor con el trabajo en equipo. De ninguna manera vengo a trabajar sola; vengo a trabajar con un equipo que conoce bien el teatro. Uno de los ejes es continuar con los proyectos como el vínculo con el Ministerio de Educación Pública y hacer crecer este proyecto. Si hay algo que de repente no funciona tan bien, queremos atenderlo de manera inmediata. El segundo eje es acompañar y controlar el programa integral para el Teatro Nacional. El tercero es vincular a todos los actores culturales de la ciudad para ver cómo hacemos más proyectos, incluso revivir programas que quedaron en la historia y no se hicieron. Tengo muy buenos vínculos con los vecinos así que podemos hacer una gran pandilla abierta. El cuarto eje es la transparencia; comunicar lo que estamos haciendo, reconocer cuando no lo hacemos bien y revertir lo deficiente inmediatamente.
–Con el tema de recuperar proyectos olvidados, ¿se trata de someter a revisión general o habla de algún proyecto en concreto?
–Es someter a revisión. Ha habido grandes planes de rehabilitación de San José que hay que ver en dónde quedaron en la historia y qué podemos actualizar y revivir.
–¿Cuál considera que es la capacidad productiva del teatro? ¿Está en su tope o podría dar a más?
–Esa pregunta no puedo contestarla con precisión porque no tengo en este momento datos verificados para dar la respuesta, pero si nos unimos a otras instancias la capacidad puede crecer. Sin duda, debería poder crecer. pero dependerá mucho de alianzas y cómo podemos llevar el programa de intervención física en los espacios sin detener nuestra programación.
–Usted ha sido gestora cultural durante muchos años. Ahora, como directora del teatro, ¿cómo piensa que puede colocar a las artes dentro de la sociedad costarricense?
–Yo pienso que esa es la razón estratégica de acercarse a Érase una vez. Se trata de empezar con primeras infancias y promover la apreciación de las artes, porque si todos estamos conscientes de la integralidad de los discursos artísticos a la formación de una sociedad, nosotros no vamos a tener nunca un cuestionamiento sobre invertir o no en cultura.