Isabella vio gente bailando por la tele y temprano en la vida supo que ella quería hacer lo mismo. El programa Dancing with the Stars era una hora familiar imperdible en su casa, y tanta fue la emoción de la niña durante aquellas emisiones que su mamá, María Isabel Ramos, se acercó a la academia en la que ensayaban los bailarines y las estrellas televisivas.
Isabella Osante tiene cinco años y hace menos de uno recibe clases de jazz en Warehouse Dance Complex ( WDC ), en Santa Ana. “Ni siquiera le tengo que decir que se vista; los miércoles ella llega del kinder y de una vez se pone el uniforme para irse a las clases”, cuenta Ramos.
La oferta disponible de academias y disciplinas para niños y niñas afortunadamente es grande, pero también puede resultar confusa para padres que no están familiarizados con la danza.
¿Dónde puede empezar su hijo o hija sus primeros pasos con ritmo? Esa es una pregunta equivocada, o más bien, prematura.
La base. “Primero que nada, yo creo que todos los padres tienen que asegurarse de que sus hijos quieran (aprender)”, dice Flor Carreras, la directora de la Escuela de Ballet Clásico Ruso , en San José, institución que opera desde hace 25 años en el país. La maestra agrega: “Esto creo que es muy fácil porque naturalmente todos los niños –hombres y mujeres– quieren moverse”.
Las primeras clases que ofrece Carreras son para niños y niñas desde cuatro años, en Aprestamiento Psicomotriz. “Se trata de que los niños estén en una serie de actividades, todas musicalizadas, que van a ir introduciendo a los niños en una correcta postura, pero todavía no se trabaja en ninguna posición de ballet ”.
Carreras advierte que la disciplina debe ser más informal en los primeros años “porque los pies de los niños son algo muy delicado”. Al igual que Carreras, Jorge Félix Morejón opina que el ballet es una base para cualquier otra discplina que se practique en el futuro. Él es profesor encargado del programa de ballet del instituto Promenade , en San Pedro de Montes de Oca.
En este sitio se ofrecen clases para infantes desde el año y medio de edad. No obstante, a pesar de su nombre (Baby Ballet), esas primeras clases para bebés no tienen que ver con la técnica clásica, sino que son sesiones interactivas con sus padres, una estimulación temprana en la que se involucra la música y el movimiento.
Al igual que en el Ballet Clásico Ruso, en Promenade se empieza a enseñar la técnica cuando los niños y las niñas han alcanzado entre siete y ocho años, cuando ya tienen la madurez física y psicológica para poder desempeñarse en una clase.
Más opciones. Óscar Solano tiene 13 años y ha dicho repetidamente que no practicaría ballet . Empero, desde hace dos años ha pasado por tricking , hip-hop , bailes latinos y contemporáneo.
Él va a clases cuatro días por semana, y su mamá, Gabriela Fajardo, dice que en lugar de afectar su desempeño académico, su afición le ha ayudado a ser un muchacho más disciplinado.
“Curiosamente ha aumentado su concentración. Antes me salía con que después hacía las obligaciones de la escuela; ahora, como tiene mucho menos tiempo, ha tenido que ordenarse solo muchísimo más”, dice Fajardo.
Maripili Araya, quien dirige WDC junto a su esposo Hiram Castillo, dice que es importante que los niños varones vean que en las academias de baile hay también instructores varones para que así puedan desechar los prejuicios de que las clases de baile son solo para mujeres.
Este fue el caso de Óscar. Él se dio cuenta de que también había bailarines cuando fue a una presentación de su hermana mayor. Entonces supo que aquello también podría ser para él.
Además de los beneficios físicos obvios, Maripili Araya destaca que el baile, al igual que el deporte, funciona como un antidepresivo: “Este es un escape para un montón de frustraciones que los niños necesitan soltar. Cuando llegan a disfrutarla, la danza puede acompañar a una persona desde su niñez, por su adolescencia y hasta la adultez”.
Jorge Félix Morejón afirma que la danza desarrolla también el compañerismo y la colaboración en grupos; mientras que Flor Carreras destaca que el ballet , además, ayuda desarrollar la constancia, así como los procesos de lectoescritura y las matemáticas (asociadas con la música).
El aprendizaje en la administración de su tiempo, como en el caso de Óscar, es una de las mayores ventajas que percibe en los muchachos Laura Yong, directora de la academia Veintinueve/Cuatro , en Sabanilla.
Al igual que en Promenade y en WDC, su academia ofrece clases en varias disciplinas. Yong también destaca que la danza enseña a los niños una conciencia sobre las posibilidades de su cuerpo y cómo cuidarlo.
En cuanto a los padres, al igual que sus colegas, la bailarina cree que su principal responsabilidad a la hora de escoger una academia es preguntar la trayectoria del lugar y de sus profesores.
Al mismo tiempo, la bailarina les recomienda ser realistas, pues hay papás que creen que sus hijos han adquirido un buen nivel en ballet , por ejemplo, después de que han recibido clases por cuatro años, una vez por semana.
“Profesionalizarse en danza es un proceso mucho más difícil. Los papás tienen que saber cuáles son sus objetivos, y que no tiene nada de malo estar en clases solo por afición”, dice Yong.
María Isabel Ramos, la mamá de Isabella, tiene muy claras sus motivaciones: “Yo no soy una mamá freak que quiere que la chiquita baile a toda costa; ella baila porque es lo que le gusta y lo que la hace feliz, y si ya no quiere, pues yo la saco”.
Algunas opciones
Escuela de Ballet Clásico ruso: Se especializa en la formación en ballet clásico de bailarinas y bailarines con profesores venidos de la Escuela de Teatro del Bolshoi. Se ubica en San José, tel. 2290-2886.
Centro de Artes Promenade: Ofrece cursos de ballet clásico, bailes populares, samkya , jazz , danza del vientre, hip-hop , flamenco y tap, entre otros. Se ubica en San Pedro de Montes de Oca, tel. 2283-6660
Veintinueve/Cuatro: Ofrece bailes populares, belly dance , ballet , break dance y hip-hop , jazz , danza contemporánea y baile en telas, entre otros. Se ubica en Sabanilla, tel. 2234-9308.
Warehouse Dance Complex: Ofrece clases de jazz , hiphop , tap, ballet , tricking , bailes contemporáneos, bailes latinos, entre otros. Se ubica en Santa Ana, tel. 2215 2754.