
Barack Obama, el presidente de Estados Unidos, recomendó en una reciente entrevista la novela de Paula Hawkins, La chica del tren , como una lectura obligatoria.
A pesar de que esta declaración podría ser suficiente para salir a la librería más cercana lo más pronto posible tomando en cuenta el buen criterio de Obama –su libro favorito es la novela clásica Moby-Dick (1851)–, esta no es la única razón para adentrarse en la historia de Hawkins.
Este thriller , que se publicó el 13 de enero del 2015, se centra en Rachel, una treintañera quien atraviesa una crisis personal.
Su vida es una serie de hechos catastróficos. Se tuvo que mudar a las afueras de Londres con una amiga y además bebe demasiado. Para poder sustentar sus mentiras, Rachel toma el tren de las 8:04 todas las mañanas.
Un día cualquiera, desde su asiento en una de las paradas, observa a una pareja que vive cerca de la estación. Comienza a fantasear con ellos y también a indagar compulsivamente en su intimidad. Un día, la mujer que Rachel observó, desaparece. A partir de ahí, comienza por su cuenta una investigación para descubrir su paradero.
En una entrevista para el medio británico The Guardian , la escritora reveló el por qué de su fascinación con el tren.
“He hecho un montón de viajes en tren y siempre he pensado lo interesante que sería ser testigo de algo. Porque en realidad uno nunca lo es. Nunca he visto nada interesante. Observamos casas pero la mayoría de veces nunca se ve quién vive ahí. Uno ve cosas que quizás crean imágenes en la mente, por ejemplo, juguetes abandonados en el jardín, y esto te da algo para pensar”, comentó Hawkins.

Cuando se le preguntó sobre la razón del alcoholismo de Rachel, la escritora explicó que “estaba interesada en escribir sobre alguien con pérdida de memoria por abuso de licor. He leído sobre los apagones y las cosas extraordinarias que hacen las personas cuando sufren.
”Fundamentalmente cambia el sentido de culpa y de responsabilidad si no se puede recordar haber hecho algo. Incluso, si la gente te dice que lo hiciste. Si no se puede recordar no se siente la responsabilidad o, en algunos casos, la persona se siente responsable por cosas que no eran su culpa. Creo que eso es algo interesante para jugar”, añadió.
El libro, que ya ha sido publicado en 13 idiomas, está marcado por personajes peculiares, con los que es posible identificarse en algún momento de la trama.
“Es un misterio por qué funciona un libro y no otro. A veces es cuestión de magia. Pero hay distintos elementos con los que la gente se identifica. Querer saber cómo es la vida de los otros es algo universal. Los lectores encuentran que el ritmo del libro es muy bueno, que no lo pueden dejar. Un comentario de Stephen King, solo un tweet , evidentemente me ayudó en el lanzamiento en Estados Unidos”, explicó la autora en una entrevista para un medio de España.
King, el escritor estadounidense conocido por sus novelas de terror, escribió: “Una gran novela de suspenso. Me mantuvo despierto toda la noche. El narrador alcohólico es perfecto”.
Buenos números. Para medir el éxito de la novela, debemos considerar las cifras a su alrededor.
La chica del tren ha vendido sus derechos de publicación a 30 países y lleva 77 semanas en el puesto número dos de la célebre lista de best sellers de The New York Times y en las de Bookseller , The Guardian , The Wall Street Journal , The Boston Globe y Amazon. Desde la fecha en que se publicó (enero del 2015) vendió, en seis meses, cinco millones de ejemplares.
Esta historia de misterio, posicionó a su escritora dentro de la lista de Forbes , en el puesto número nueve de los escritores mejor pagados de 2016.
Tras tan notorio éxito, la novela se adaptó al cine en una producción dirigida por Tate Taylor, y protagonizada por Emily Blunt.
En una entrevista para la revista Vanity Fair , Blunt habló sobre los retos al interpretar a Rachel. “Me encanta que el filme se trata de la adicción y la soledad y el voyerismo y lo que pensamos que vemos y no vemos. Creo que es muy fácil identificarse ”, dijo.
Según Fabiola Armas, de la distribuidora Romaly, la película estará en Costa Rica en noviembre de este año.
Por ahora, Hawkins está escribiendo su segunda novela, una historia psicológica de dos hermanas que se reencuentran después de varios años y donde también habrá crimen.
La autora. La chica del tren se ha convertido en un fenómeno editorial, en parte porque surgió a partir de una experiencia personal de la autora Paula Hawkins, quien nació y creció en Salisbury, Rhodesia (actualmente Harare, Zimbabue). Luego se mudó a Londres. ”Como tanta gente, todos los días viajaba en tren para ir a Londres a trabajar. Me encontraba con los mismos pasajeros, con los que se establece una relación peculiar, y al mirar por la ventana veía a las personas en sus salones día tras otro y me preguntaba cómo sería sus vidas”, comentó Hawkins en una entrevista para El Mundo. Estudió filosofía, política y economía en la Universidad de Oxford, y trabajó como periodista para The Times, en economía. En 2009 comenzó a escribir novelas románticas con el seudónimo Amy Silver. “Me encargaron una serie de novelas románticas para mujeres, que firmé bajo un seudónimo. Escribí cuatro: dos se vendieron bien, y las otras, no tanto; pero no me convencían las historias y me propuse escribir la novela que a mí me hubiese gustado leer”, añadió Hawkins.“Creo que ser periodista es una buena base para lanzarse a escribir y te proporciona herramientas muy eficaces para ser novelista”.