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Lencho Salazar, ícono del folclor de Costa Rica, falleció este miércoles 28 de agosto en su casa en La Garita de Alajuela. Su adiós terrenal entristece a su familia y deja un vacío en la cultura de Costa Rica, pero también le pone fin a una serie de males de salud que lo aquejaban desde principios de siglo y que lo tuvieron en una situación crítica durante sus últimos años de vida.
De hecho, el cantante habló sin rodeos sobre esta situación en una entrevista brindada a La Nación en 2013. En aquel momento, sin poder ver de un ojo y ayudado de un amplificador para escuchar, atendió al periodista Melvin Molina.
“Tengo la muerte encima todos los días, tengo dos operaciones a corazón abierto (...). En mi familia cuatro hermanos y papá murieron del corazón. Cuando hablo de la muerte, se me clava un dolor en la mano y el corazón”, comentó en ese momento.
En 2006, Salazar había sufrido un aparatoso accidente de tránsito que lo mantuvo en condición crítica. Además, fue en ese percance que perdió la vista en uno de sus ojos.
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Sin perder su alegría, reseña el artículo de ese entonces, aprovechó la entrevista para manifestar el profundo amor que tenía por el arte y las tradiciones nacionales; a los cuales abanderó y defendió toda su vida.
“Agradezco y siempre digo que aprendamos a querer la patria a través de nuestra música, danza, costumbres y tradiciones”, expresó Salazar, ese baluarte de la cultura de Costa Rica al que hoy, su querida Tiquicia llora.
