Los niños son el público más exigente, capturar su atención y mantenerla por al menos unos minutos requiere de talento, perspicacia y mucho esfuerzo. Para muchos esto puede ser agotador, para otros una experiencia retadora.
La situación es aún más compleja si se trata de hacer teatro infantil, ya que se necesita la concentración para estar dentro del personaje y, a su vez, la capacidad para mantener entretenidos a los pequeños.
Ese fue el reto que Gerardo Cruz, Silvia Baltodano, Sofía Chaverri y Alexander Vargas decidieron asumir con tal de abrirle una puerta al teatro musical infantil, una cartelera que hasta el 2017 era prácticamente inexistente en las tablas costarricenses.
Ellos son un grupo de jóvenes, actores y productores que se unieron a inicios del 2018 para crear Luciérnaga Matiné, una división infantil de Luciérnaga Producciones que se ha caracterizado en el país por poner en escena exitosos musicales como West Side Story y Chicago.
“Creo que la oferta de teatro infantil es limitada, porque es un mercado inexplorado y creo que es más ‘fácil’ pensar en un público adulto, porque sabemos como adultos qué nos gustaría ver. En cambio a veces a uno le da miedo meterse a jugar en una zona desconocida y que todo pueda salir mal, pero también jugarse el chance y que todo salga bien”, dice Chaverri.
De allí que el primer objetivo de los actores es convencer a su público, que se puede distraer en cuestión de segundos o, por el contrario, se puede enamorar de lo que está pasando en la escena. El secreto está en mantener la chispa para improvisar cuando los pequeños desvían la atención de la obra.
“Son los jueces más difíciles, o sea, si la obra está aburrida lo van a decir, porque los niños no tienen filtro, ellos son parte del espectáculo, no les da miedo meterse, opinar, hablar o decir ‘eso que hizo no está bien’ entonces es muy divertido”, asegura Baltodano.
Aunque hasta ahora han presentado pocas obras, al tratarse de teatro para niños las anécdotas ya son incontables: se han tratado de subir al escenario, les reclaman a los personajes y hacen preguntas constantemente. Para quienes están sobre el escenario, esta es una aventura que hace una experiencia aún más gratificante.
Por ello, para cada puesta en escena realizan casting, ya que el perfil que deben tener los actores para estos shows deben reunir ciertas cualidades específicas, donde la improvisación debe ser el primer gran talento.
“Para todos hemos hecho audiciones, ya que la gente no está tan acostumbrada y todas las de nosotras han sido abiertas y ahí juegan mucho los procesos formativos artísticos. Hay que tener chispa para improvisar en escena y jugar en escena”, afirma Cruz.
Entre los artistas que han dado vida a algunos de los personajes importantes dentro de Luciérnaga Matiné destacan Isabella Condo, Fabián Soto, Susy Arnáez, Nicole Laurent, Miguel Mejía, Bryan Vargas e Ilse Faith.
Los shows
Hasta la fecha, los artistas han hecho cuatro montajes: Pijamada de princesas, Campanita, El mago de Oz y Casi un pueblo. Los cuatro espectáculos han contado con una buena respuesta por parte del público.
De acuerdo con los artistas, el secreto está en hacer espectáculos reconocidos no solo por los niños, sino también por los adultos, que al fin y al cabo acompañan a los pequeños al teatro.
La propuesta musical es un factor primordial en el proyecto de los cuatro jóvenes, ya que cuando se plantearon incursionar en esta área querían que fuera un proyecto diferente, llamativo, que capturara la atención de los pequeños en cuestión de segundos, con elementos poderosos.
“Nosotros nos sentamos un día y dijimos ‘queremos hacer teatro infantil pero distinto, ¿qué podemos hacer?'. Todos crecimos con Disney y con esa ilusión y fantasía de creer en los cuentos de hadas, y eso era también lo que nosotros queríamos, que la gente saliera del teatro diciendo ‘me inyecté de energía, me salí de la rutina por un rato’; entonces estudiamos la estructura y nos dimos cuenta de lo importante que es la música y de cómo aporta para que la gente pueda entenderlo diferente y disfrutar y en las producciones nos hemos preocupado por eso", comenta Cruz.
Estos son espectáculos de una hora y cada una de las obras es cuidadosamente seleccionada, precisamente para que calce con la idea de Luciernaga Matiné.
Los shows se presentan en Teatro El Triciclo, tanto en San José como Escazú. De hecho este domingo a las 2 p. m. se estrena la nueva temporada de El Mago de Oz, y se presentará a lo largo de julio con funciones los domingos.
Sin embargo, la intención de los artistas es poder trasladar la obra a diferentes escenarios y presentarse en escuelas, hospitales y parques, con la intención de que cada vez más niños puedan disfrutar de obras hechas y pensadas para ellos.
LEA MÁS: Tras el éxito de su primera temporada, regresa el musical 'Chicago' al Melico Salazar
“La escenografía está muy pensada para que se adapte a cualquier espacio por si podemos desplazarla a algún lugar, que es la idea que nosotros tenemos de que todo mundo pueda ver estos espectáculos y que sean accesibles”, señala Vargas.
De hecho, se espera que en octubre puedan presentar la obra Campanita en Casa Negra, San Pedro.
Por otro lado, Luciérnaga Matiné ya se encuentra preparando un espectáculo navideño y para el próximo año ya tienen planificada la obra de teatro Mujercitas. Con ello, viene la oportunidad de sumar al equipo más actores, uno de los principales objetivos del proyecto.
“Le estamos dando trabajo a mucha gente que pensó que nunca iba a tener trabajo en esto y creo que estamos contribuyendo a fomentar que está bien ser sensible, que está bien jugar, incluso para nosotros como adultos, querer seguir los sueños. Para mí es gratificante ver que somos gente joven dándole trabajo a gente joven, que es el futuro del país. Creo que nos atrevimos a tirarnos al agua en un mercado que no está tan explorado como el teatro para adultos y que además, otros jóvenes pueden hacer realidad un sueño que no pensaron que iba a ser posible”, añade Chaverri.
Aunque llevan poco tiempo con este proyecto, los actores tienen claro que van por buen camino: las funciones se llenan, los niños se entretienen, hacen lo que les gusta, están dándole oportunidades a otros actores para explotar su talento y están abriéndole un espacio al teatro musical infantil.
Por ello, esperan seguir apostando por nuevos espectáculos que hagan la cartelera del teatro musical infantil una de las más enriquecedoras, donde los más pequeños cuenten con un espacio para presenciar shows únicos y entretenidos.
Los fundadores.
Gerardo Cruz: Tiene 29 años años. Es el director artístico de Luciérnaga Matiné para espectáculos como Campanita, Pijamada de Princesas y El Mago de Oz. Comenzó a prepararse en danza, canto y actuación desde los 13 años. Ha participado en festivales escénicos a nivel nacional e internacional y ha realizado talleres en Steps On Broadway, en New York y el Centro de Artes Escénicas Artestudio, en México D.F. Además, formó parte del Programa Integral de Teatro Musical de La Colmena. Estudió Artes Plásticas en la Universidad de Costa Rica.
Sofía Chaverri: Tiene 31 años. En el último año ha incursionado en la dirección y producción de espectáculos infantiles. Inició su carrera profesional a los 20 años y ha trabajado tanto en teatro como en televisión. Es profesora de teatro para niños, adolescentes y adultos. Además, se desempeña como directora del estudio de teatro Girasol, un espacio para la enseñanza de las artes escénicas, que fomenta el respeto, la disciplina, el trabajo en equipo y el amor al arte.
Alexánder Vargas: Tiene 32 años. Es diseñador gráfico y fotógrafo. Formó parte del Programa Integral de Teatro Musical de la Colmena y en Luciérnaga Matiné se desempeña como director de producción de los espectáculos Campanita, Pijamada de Princesas y El Mago de Oz. De hecho, actuó en Campanita.
Silvia Baltodano: Tiene 30 años. Es Fundadora y co-directora de Luciérnaga Producciones. Estudió teatro musical en la Royal Central School of Speech and Drama y en el Canadian College of Performing Arts. Ha formado parte de espectáculos como Cabaret, Chicago y West Side Story. Es directora académica y maestra en La Colmena, y además, ha participado en varios proyectos audiovisuales.