Mafalda ha acompañado los periódicos por tantos años que su mundo ya es inmediatamente reconocible. Ahora, una exposición le permite saltar dentro de sus divertidas viñetas y conocer de cerca todos los detalles que hicieron de esta niña la más querida del cómic.
El recorrido por El mundo según Mafalda comienza en el vestíbulo de la Antigua Aduana, donde bancas del parque, árboles y los conocidos personajes de la obra de Quino reciben al visitante.
Esta exposición producida por el Museo Barrilete de Argentina estará en el país desde mañana, miércoles 26, hasta el 13 de abril, como parte del Festival Internacional de las Artes. Es presentada por La Nación y el Ministerio de Cultura.
La familia entera de Mafalda arriba a la Aduana en el automóvil Citroën 2CV del papá de la chica. Guille, Susanita, Miguelito y los demás personajes cuentan en una serie de paneles lo que les apasiona, qué no les gusta y quiénes fueron a lo largo de esta tira (1964-1973).
“La idea es que quien va leyendo esto, vaya conociendo la ideología de cada uno de los personajes”, explica la curadora, Sabina Villagra.
Paseo. El visitante puede adentrarse en un camino con 10 espacios distintos con actividades para niños y grandes.
De entrada, el dibujante argentino Rep hace una biografía gráfica de Quino en la forma de anécdotas y curiosidadades. “Lo describió magistralmente en este dibujito”, dice Villagra.
En esta exposición hay momentos para recordar que Mafalda no fue la única hija de Quino. “Queríamos mostrar que Quino no solo tenía a Mafalda, sino una obra fascinante, muy amplia y muy crítica”, considera la curadora.
Uno de los espacios muestra los gustos y disgustos de Mafalda. Los Beatles, el triciclo, el Pájaro Loco... y también, sus odios, la sopa, las moscas y la guerra.
Esta exposición es para recorrer con paciencia y descubrir: aquí también hay un armario con la ropa de la niña, un álbum familiar y otras curiosidades.“Es una muestra en la que uno tiene que venir a hacer cosas; hay para leer, pero también para hacer cosas”, dice Villagra.
En los espacios dedicados a la participación podrá jugar con las expresiones de los personajes, emular sus inventos para resolver problemas cotidianos y otras actividades divertidas y educativas.
Asimismo, se puede disfrutar de la recreación del departamento de “los vecinos de Mafalda”; es decir, una representación de lo que era la casa de una familia de clase media argentina en la época en que la niña hizo sus travesuras, con su tocadiscos, teléfono, vajilla y televisor.
“Quino no le dio una identidad única al departamento donde ella vivía. Hicimos un ejercicio de imaginación y pensar que en la década del 60, la clase media tenía una estética muy común”, comenta.
Villagra estima que el recorrido completo, incluidos los talleres, puede durar hasta una hora y media, ya que se plantea como una exposición interactiva.
En uno de los espacios puede dibujar su propia tira de Mafalda con sellos y lápices, dando su voz a los temas que preocuparon a sus personajes. Además, puede disfrutar de visiones del mundo que cuestionó y defendió Mafalda en las viñetas, y averiguar si esta niña aún tiene algo que decirnos en el 2014.
“En la sección Mafalda Hoy , hicimos una selección de tiras en donde Mafalda habla de la situación actual, tanto del país como del mundo, refiriéndose a la paz, al desarme, a la inflación... Lo que queremos mostrar es que si uno lee, aunque fueron pensadas hace tantos años, podrían haber sido escritas hace cinco minutos”, comenta la gestora del proyecto.
¡Acérquese a jugar con la obra de Quino! El horario es de 11 a. m. a 7 p. m. y la entrada es gratuita.