México (AFP). Una serie de festividades dio inicio ayer para conmemorar el centenario de la muerte del grabador José Guadalupe Posada, padre de la famosa ‘Catrina’ la imagen de calavera ataviada con un elegante sombrero de plumas e ícono de la cultura popular mexicana dentro y fuera del país.
El Consejo Nacional para la Cultura y las Artes (Conaculta) anunció esta semana un larga lista de actividades culturales, que incluyen exposiciones, conferencias, coloquios y muestras de cine, entre otros, que se realizarán a lo largo de 2013 y que se iniciaron ayer 20 de enero fecha en que se cumplieron cien años de su muerte.
Guadalupe Posada “es el artista mexicano más importante del siglo XX”, comentó José Manuel Springer, crítico de arte y editor del sitio web de arte visual Réplica21.
Nacido el 2 de febrero de 1852 en la ciudad de Aguascalientes, el ilustrador plasmó en sus grabados las escenas cotidianas del México de finales del siglo XIX y del principio de la Revolución mexicana.
En su trabajo representó tanto a los ciudadanos de a pie como a famosos políticos en calaveras, diablos y monstruos, creando metáforas que simbolizan la idiosincrasia de este país.
“Dentro de Posada están expresadas todas estas contradicciones de un pueblo que vive de la transición, entre las tradiciones prehispánicas y las tradiciones coloniales y la revolución”, añadió Springer.
La Catrina, a la que Posada llamó la “Calavera garbancera” y que originalmente vio luz en un volante, representa a las mujeres indígenas que trabajaban como domésticas y trataban de imitar a sus patronas españolas usando sombrero y renegando de su raza.
Para el especialista, José Guadalupe Posada es un artista “vigente" en el que el pueblo se ve reflejado.
“Por eso cada año se reproduce en la fiesta del día muertos", añade Springer, en referencia a la celebración del 2 de noviembre en la que pululan 'las catrinas' en coloridas ofrendas que los mexicanos hacen para homenajear a los que se han ido. En ese festejo también escriben una suerte de epitafios en verso burlándose de los seres queridos, aunque estos aún estén vivos.
El artista, considerado el primer caricaturista de México, trabajó en sus inicios ilustrando periódicos, revistas y libros con Irineo Paz, un escritor 'abuelo' del premio Nobel Octavio Paz, y con muchos otros periodistas reconocidos de la época.
La Catrina cobró relevancia cuando el célebre artista mexicano Diego Rivera, influenciado por la obra de Posada pintó el mural Sueño de una tarde dominical .
En esta obra la calavera, representada de cuerpo completo con una elegante atuendo, sobresale en medio de diversos personajes de la historia de México. El mural está expuesto permanentemente en un punto obligado para locales y para turistas que visitan el centro histórico de la capital.